TABACO-MÉXICO: Qué bien que mata

Uno de cada cinco menores de 18 años consume tabaco en México, principalmente para «verse mejor».

Así lo revela la encuesta "Tabacómetro", difundida este miércoles y realizada por la compañía farmacéutica estadounidense Pfizer y por la firma de estudios de opinión pública mexicana De la Riva. El sondeo, efectuado en la capital y en las ciudades de Monterrey, Hermosillo, Mérida, Tijuana y Veracruz a unas 1.300 personas, arroja una estimación de 16 millones de fumadores activos en el país, entre los cuales las mujeres son las mayores consumidoras, con un promedio diario de seis cigarrillos frente a cuatro entre los hombres.

La mayoría de los jóvenes entrevistados reconocieron que su hábito se vinculaba a la necesidad de parecer más maduros y señalaron la importancia de la presión de sus amistades.

"Los adolescentes mexicanos que fuman tienen un 13,8 por ciento más de posibilidades de dar un salto a drogas ilícitas", advirtió en la presentación de la encuesta Guadalupe Ponciano, directora de la clínica contra el tabaquismo de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Jorge Suárez, portavoz de Pfizer, recordó que la nicotina contenida en los cigarrillos es 200 veces más adictiva que la cocaína y exhortó a la población a considerar el tabaquismo no como un hábito, sino como una enfermedad mortal.

El ejecutivo de la compañía, que promociona en México varios fármacos para dejar de fumar, afirmó que el tabaco "es el único producto de consumo que mata a más de la mitad de sus usuarios".

Si bien a los no fumadores, la mayoría de los 103 millones de mexicanos, les molesta el humo del cigarrillo, sólo una tercera parte de ellos protestan porque se fume a su lado y más de la mitad prefieren no reclamar, señala el estudio.

Según el estudio, el café ha dejado de ser el principal acompañante del cigarrillo, crecientemente reemplazado por las bebidas alcohólicas.

"Cierto que el nivel de consumo de cigarrillo va en lenta caída en México en promedio, pero lo preocupante es que cada vez más jóvenes están fumando, y lo peor de todo es que lo hacen conociendo que les provoca daño", dijo a IPS Patricia Medina, oncóloga especializada en cáncer del pulmón.

El gobierno debería replantear los programas sobre tabaquismo para apuntar con fuerza a los jóvenes y así revertir "su percepción de que fumar los hace más interesantes y para que asuman que este vicio les puede matar", añadió Medina.

Datos de la Secretaría (ministerio) de Salud indican que entre 2001 y 2006 el consumo de tabaco disminuyó 15 por ciento.

Según el estatal Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, el hábito de fumar, por el que mueren unas 163 personas por día en México, se adquiere antes de los 14 años.

En diciembre, el Poder Legislativo aprobó una elevación de 110 a 140 por ciento del impuesto que se cobra a las empresas tabacaleras, lo que derivó en un aumento del precio del paquete de 20 cigarrillos de 1,8 a dos dólares.

La medida anuló de facto un polémico acuerdo que el gobierno de Vicente Fox (2000-2006) había suscrito con las firmas tabacaleras en 2004, en virtud del cual mientras no se elevara la carga fiscal, los fabricantes entregarían donaciones libres de impuestos a un fondo sanitario oficial.

El estatal pero independiente Instituto Nacional de Salud Pública y organizaciones sociales antitabaco denunciaron que el acuerdo de Fox, cuyo mandato cesó el último día de noviembre, violaba el Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el Control del Tabaco.

Tal instrumento, firmado por México en 2003, impone a los países la aplicación de firmes políticas tributarias y de precios destinadas a abatir el consumo de tabaco. Además, establece restricciones al patrocinio de marcas de cigarrillos a actividades culturales y deportivas, y limitaciones a la publicidad.

Las autoridades sanitarias del gobierno de Felipe Calderón, quien este jueves cumplirá dos meses de gestión, prometieron fidelidad al Convenio Marco de la OMS y planes dirigidos a abatir el consumo de tabaco, inclusive mayores imposiciones tributarias a los fabricantes.

Varios estudios indican que las políticas impositivas son efectivas para desalentar el consumo, en especial entre la población de menores ingresos, los jóvenes y los consumidores novatos. Pero entre los fumadores consumados no parecen tener el mismo impacto.

Los costos sanitarios del tabaquismo representan entre seis y 15 por ciento de los presupuestos públicos sanitarios en América Latina, a lo que hay que agregar pérdidas por ausentismo laboral, muertes prematuras y atención de discapacidades, sostiene la no gubernamental organización Consumers International.

La OMS señala que el tabaco mata a unos cinco millones de personas por año en el mundo.

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