ESPAÑA: ETA pesa en elecciones vascas

La ETA, con su rama política ilegalizada o no, incidirá en las elecciones municipales del País Vasco, convocadas para el 27 de mayo y que serán una guía de lo que puede ocurrir en los comicios generales previstos para toda España a más tardar un año después.

Batasuna, considerada el brazo político del grupo terrorista vasco, está ilegalizada por decisión del Tribunal Supremo de Justicia de España, pero en su lugar fue creado el Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV).

Esta nueva agrupación obtuvo 12,1 por ciento de los votos en las últimas elecciones parlamentarias del País Vasco, realizadas en 2005, siete puntos porcentuales menos que las logradas por Batasuna en 1999.

En esa ocasión, el más votado fue el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), seguido del moderado Partido Nacionalista Vasco (PNV), del centroderechista Partido Popular (PP), Eusko Alkartasuna (EA, partido escindido años atrás del PNV), el PCTV y último quedó una coalición liderada por el Partido Comunista (PC).

Finalmente el Parlamento Vasco designó presidente de esa comunidad autónoma a Juan José Ibarretxe, del PNV, quien obtuvo el apoyo de 34 legisladores, contra 33 del candidato socialista, Patxi López.

El PSOE, ya ese año en el gobierno de España, recibió el apoyo del PP, su principal oposición a nivel nacional, pero ganó una coalición del PNV, EA y PC, gracias a dos votos que le facilitó precisamente el Partido Comunista de las Tierras Vascas sin que por ello fuera incluido luego en el gobierno regional que conformó Ibarretxe.

Con ese mar de fondo, las fuerzas políticas ya están en plena campaña electoral, aunque ésta no haya comenzado de manera formal.

Todas las acciones y declaraciones tienen en vista a las urnas y, más allá de quienes gobernarán los municipios de esa región, la atención está puesta en lo que ocurrirá después de las elecciones generales y, sobre todo, en cómo podrán influir en un mayoritario deseo final de la violencia etarra.

Con ese panorama las posiciones están claras y todas ellas teniendo como referencia a ETA (Euskadi ta Askatasuna, Patria Vasca y Libertad en idioma vasco). El PP exige que la justicia también ilegalice al PCTV, por asumir las posiciones de Batasuna y tener como dirigentes a miembros de la misma, así como rechaza cualquier tipo de diálogo o negociación con el grupo terrorista.

El presidente del gobierno de España y líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, ha reiterado que, tras el atentado perpetrado por ETA el 30 de diciembre en el aeropuerto de Madrid, ha terminado "el proceso de paz", como llamó al camino iniciado en mayo de 2005.

En esa fecha recibió autorización del Parlamento para negociar siempre y cuando previamente ETA abandonase totalmente el uso de la violencia.

Sin embargo, ese final del proceso no impide que Zapatero, al igual que Ibarretxe, mirando hacia las urnas, hablen ahora de impulsar la paz y el diálogo.

Ambos líderes ponen como condición el fin de la violencia, pero abriendo las puertas a la participación batasuna, llámese PCTV o no, en las próximas elecciones municipales. Por empezar, el gobierno no aceptó el reclamo del PP de que instruya al fiscal para que denuncie al PCTV y plantee que también debe ser ilegalizado.

El PSOE no se pronuncia abiertamente en favor de volver a negociar con ETA, pero fuentes gubernamentales y del mismo partido no lo excluyen.

Mirando hacia las urnas, el PSOE trata de no pronunciarse de manera dura contra el nacionalismo, que, incluso en su ala moderada (PNV-EA), apunta hacia la independencia del País Vasco, porque busca ganar votos de sectores indecisos del mismo.

Lo que sí hace es pronunciarse con más dureza que el gobierno vasco contra la violencia etarra y de sus bandas juveniles, que en los últimos días incendiaron vehículos y contenedores de basura en las calles de las principales ciudades de esa región, así como sucursales bancarias y locales del PSOE.

La ciudadanía vasca en su gran mayoría se ha pronunciado contra ETA y la violencia, según todas las encuestas realizadas, pero eso no es lo mismo que una renuncia al sentir nacionalista, aunque la mayoría también se pronuncie por mantener esa región dentro de España.

Según la última encuesta, realizada por el Gobierno Autónomo del País Vasco entre septiembre y octubre de 2006 y dada a conocer la semana pasada, sólo 26 por ciento de los encuestados se manifestaron a favor de la independencia. Empero, eso no significa que la mayoría no defienda su identidad vascuence, que en buena medida reflejan el PNV y EA. Esa defensa los lleva a calificar de "conflicto político" el problema con ETA, como ha dicho Ibarretxe. Y de ahí se deduce que, si es político, debe ser negociable en ese terreno y no solamente ser reprimido por las fuerzas de seguridad y los jueces.

Lo que ETA y Batasuna exigen es que ese brazo político participe en las próximas elecciones "sí o sí" como condición ineludible para avanzar hacia la paz.

El PP y más blandamente el socialismo de Zapatero, insisten en que la condición previa para abrir la puerta política es la renuncia expresa de ETA a la violencia.

Todo indica que los batasunos participarán en las elecciones mediante el PCTV, a menos que ETA vuelva a estremecer a España con otro atentado como el perpetrado el 30 de diciembre en el aeropuerto de Madrid.

Los comicios no alterarán significativamente los gobiernos municipales, pero sí darán una muestra inequívoca del sentir de los ciudadanos y un anticipo de lo que podrá ocurrir en las elecciones de 2008.

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