«Yo me ocultaba para morir, hoy me muestro para vivir». Con esta consigna asumieron su protagonismo para una campaña de prevención personas portadoras del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) en Brasil este viernes, en el Día Mundial de Lucha contra el Sida.
"Defendemos nuestra visibilidad para reclamar derechos", dijo a IPS Beatriz Pacheco, una abogada de 60 años que aparece en avisos de televisión destacando que una persona contaminada por el VIH, como ella lo es hace nueve años, puede tener una vida normal. También llama a todos a informarse para combatir prejuicios y discriminaciones.
Esa es la primera entre muchas campañas informativas promovidas por el Ministerio de Salud de Brasil en las que seropositivos son protagonistas de videos de 30 segundos en la televisión y carteles. El actor Cazu Barroz, de 34 años y conviviendo con el VIH hace 17 años, divide con Pacheco los mensajes audiovisuales.
"Queremos hablar con nuestra propia voz", es importante "no tener vergüenza, hacerse visible como ciudadanos con todos los derechos", señaló la abogada, que en su ciudad, la meridional Porto Alegre, actúa junto a empresas en defensa del empleo de los infectados con VIH, causante del virus de inmunodeficiencia adquirida (sida).
En Brasil no hay una ley específica para proteger seropositivos del despido discriminatorio y hay precedentes en la justicia de no considerar el VIH como una justa causa para esos casos. En su actuación, Pacheco promueve mesas de negociación con los empresarios, en la justicia laboral, para mantener empleados a los infectados.
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La amplia movilización y participación de las organizaciones no gubernamentales y de los propios infectados permite en Brasil trabajar en la prevención y en el tratamiento de la enfermedad, para lo cual el Estado distribuye de modo gratuito medicamentos antirretrovirales.
La Red Nacional de Personas Viviendo Con VIH/Sida (RNP+) se constituyó muchos años atrás, aunque realizó su primer encuentro nacional el año pasado, recordó una de sus participantes, Juçara Portugal Santiago, representante en Brasil de la Comunidad Internacional de Mujeres Viviendo con VIH/Sida (ICW).
La cantidad estimada de brasileños portadores de VIH se estabilizó en 600.000 en esta década, con 175.000 personas en tratamiento. Los nuevos casos de sida registrados el año pasado alcanzaron a 33.142, lo cual significa una merma de 51,5 por ciento respecto de 1996.
Pero la estabilización ocurrió en un nivel muy elevado, de 18 enfermos de sida por cada 100.000 habitantes, y con expansión en algunos segmentos, como las mujeres casadas y los hombres de más de 50 años, precisó a IPS Veriano Terto Junior, coordinador de la Asociación Brasileña Interdisciplinaria de Sida (ABIA).
Esta organización tuvo gran influencia en la definición del programa gubernamental de prevención y tratamiento de la epidemia.
Es "preocupante" que sigan muriendo 30 personas de sida y que surjan 87 nuevos casos cada día, pese al acceso universal a los medicamentos, destacó.
La "novedad" de poner seropositivos en la campaña televisiva es positiva para combatir el estigma, pues ese es aún el principal obstáculo para la eficacia de las acciones de prevención y tratamiento, reconoció Terto Junior.
El gobierno acogió el protagonismo de los portadores para atacar el prejuicio, pero se mantiene el riesgo de que la población siga encarando el VIH/sida como un problema "de los demás".
El programa brasileño, considerado ejemplar internacionalmente, enfrenta también la amenaza de una merma de la movilización social, como reflejo de cierta parálisis de las organizaciones de la sociedad civil y la caída de la atención ante la estabilización de la epidemia y la equivocada impresión de que "está bajo control", evaluó el experto.
Además, el programa gubernamental empieza a sufrir presiones presupuestarias, ante el elevado costo de los nuevos medicamentos, alertó. Este año el valor total de la distribución de medicamentos antirretrovirales alcanzará a 1.000 millones de reales (unos 470 millones de dólares).
La lucha contra la discriminación será más efectiva ahora que los portadores de VIH aparecen públicamente, "con sus rostros" y la afirmación de que pueden tener una "vida de calidad y activa" como los demás, comentó Portugal Santiago a IPS.
"Ser honesta con una misma", asumiendo su condición, contribuye a superar prejuicios que "todos tenemos, en un proceso interno", añadió.
"La solución es ampliar la información, para promover el conocimiento y luego la conciencia", para que el sida sea tratado con responsabilidad por todos, opinó.
La primera reacción de las personas a su aparición en la televisión fue de "sorpresa", por el coraje de aparecer en público y asumir la infección, y también por la disposición de una persona con VIH, observó Pacheco.
La discriminación y falta de información de la población en general, respeto del sida, se revelan en esas reacciones, según Portugal Santiago.
"Cuando digo que tengo VIH, las personas comentan que no parezco, porque soy gorda", ya que aún mantienen la visión inicial de la epidemia, con enfermos delgados y debilitados. "No creen que pueda ejercer actividades normales", acotó.
