CUBA-COSTA RICA: La Habana contraataca

El gobierno interino de Cuba reaccionó en duros términos contra el presidente de Costa Rica, Óscar Arias, quien comparó al convaleciente Fidel Castro con el muerto dictador chileno Augusto Pinochet.

Este es el segundo incidente diplomático del año entre La Habana y San José.

El mandatario costarricense "está fuera de contexto y no encaja en los nuevos tiempos de la verdadera y definitiva integración latinoamericana", consideró la cancillería cubana en una declaración que califica a Arias de "vanidoso, mediocre y enfermo de protagonismo".

En declaraciones a una emisora de su país, el día 22, Arias consideró que no había diferencias entre Castro y Pinochet, muerto el 10 de diciembre y famoso por haber derrocado al presidente Salvador Allende el 11 de septiembre de 1973 y por haber gobernado Chile hasta 1990, con un saldo unos 3.000 muertos y desaparecidos, decenas de miles de torturados y unos 800.000 exilados. La cancillería cubana consideró la comparación "irrespetuosa y carente de un mínimo de ética".

Además, añadió que Arias —quien ya había gobernado su país entre 1986 y 1990 y recibió en 1987 el premio Nobel de la Paz por su papel en la pacificación de América Central— es un "vulgar mercenario" que "desentona como servil papagayo del imperialismo yanki (sic)".

También la comunidad chilena residente en Cuba rechazó las comparaciones entre Castro, apartado del poder desde julio por problemas de salud, y Pinochet. "Es inconcebible, no hay comparación posible", dijo a IPS Carlos Ayres, presidente de la Casa Memorial Salvador Allende, que aglutina a ciudadanos de Chile residentes en esta isla del Caribe.

En sus declaraciones, el presidente costarricense opinó que en América Latina "existe una manada de irresponsables, demagogos y charlatanes que juegan con las aspiraciones de la gente", lo que para el régimen cubano fue una "clara referencia a los nuevos liderazgos progresistas que emergen en el continente".

En agosto, el vicepresidente cubano Carlos Lage llamó mentiroso al gobernante de la nación centroamericana, por su versión sobre una frustrada cita de ambos en Bogotá, donde coincidieron por la investidura del mandatario colombiano Álvaro Uribe.

Cuba y Costa Rica mantienen relaciones sólo en el plano consular desde 1999. En una carta dirigida a Arias, y de la cual envió copias a la prensa extranjera acreditada en La Habana, Lage descartó algún interés de su gobierno en establecer vínculos diplomáticos plenos con San José. A diferencia de esa misiva, que no fue publicada en Cuba, la declaración de la cancillería ocupa espacio destacado en la prensa estatal cubana, que no ha divulgado información alguna sobre la visita médica, el pasado fin de semana, del cirujano español José Luis García Sabrido a Castro.

A su regreso a Madrid, García Sabrido, jefe de cirugía del hospital Gregorio Marañón de la capital de España, desmintió el martes, "absolutamente", que el gobernante cubano de 80 años padeciera cáncer, al contrario de lo afirmado por informes de inteligencia de Estados Unidos.

El gobierno cubano, que había declarado secreto de Estado la salud del presidente, fletó un avión para que el médico español examinara a Castro, tras lo cual García Sabrido emitió su informe.

Castro convalece desde julio pasado de una intervención quirúrgica intestinal. De momento, presenta el "cuadro clínico de un paciente que ha tenido problemas postoperatorios y que van en una resolución lenta pero progresiva", señaló García Sabrido.

Por primera vez en casi medio siglo en el poder, el líder cubano delegó sus principales funciones en Raúl Castro (75 años), su hermano menor y segundo al mando en la nomenclatura como primer vicepresidente y ministro de Defensa.

Lage y el ministro de Relaciones Exteriores, Felipe Pérez Roque, integran el grupo de siete funcionarios encargados de asuntos relacionados con la colaboración internacional, educación, salud y energía, que Castro atendía de manera personal.

Las tensiones con el gobierno de Arias cierran un año que la diplomacia cubana evaluó, sin embargo, como positivo.

En septiembre, Cuba asumió la presidencia del Movimiento de Países No Alineados y en noviembre obtuvo nuevamente apoyo mayoritario en las Naciones Unidas a su reclamo contra el bloqueo económico estadounidense (que Washington llama embargo) de más de cuatro décadas.

La Habana también considera entre los elementos positivos del año haber accedido, con el voto favorable de 135 países, al nuevo Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas.

El Consejo sustituyó a la desprestigiada Comisión de Derechos Humanos que durante seis semanas sesionaba cada año en Ginebra y que, según el gobierno cubano, devino en "tribunal inquisidor contra países del Sur".

En ese ámbito, Cuba rechazó de modo sistemático todas las resoluciones de censura a su historial de derechos humanos, aprobadas en Ginebra desde 1990 a 2005, con la única excepción de 1998, cuando no prosperó una moción presentada por Estados Unidos.

En 2005, Costa Rica votó junto a México, Guatemala y Honduras a favor de la resolución sobre Cuba aprobada por 21 votos, con 17 en contra y 15 abstenciones. El texto había sido presentado por Estados Unidos y patrocinado por la Unión Europea.

De acuerdo con fuentes oficiales, Cuba mantiene relaciones diplomáticas con 181 de los 192 Estados miembros de la ONU y con otros seis que no pertenecen al foro mundial, como Palestina, el Estado de la Ciudad del Vaticano y la Soberana Órden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta.

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