El entendimiento preliminar alcanzado por un bloque de 43 economías en desarrollo vislumbró la posibilidad de introducir una reducción arancelaria significativa en el comercio de bienes entre esas naciones del Sur.
"Me parece que se está diseñando una tendencia muy fuerte hacia una fórmula de cortes lineales arancelarios con un porcentaje que va a oscilar entre 15 y 30 por ciento", adelantó el jefe de la misión negociadora de Argentina, Alberto Dumont, quien presidió esta semana los debates del Acuerdo sobre el Sistema Global de Preferencias Comerciales entre países en desarrollo (SGPC).
Dumont admitió que ciertos miembros de SGPC "todavía tienen algunas dificultades con esa idea", pero otros aún están buscando "una salida técnica quizás más ambiciosa".
La representación del Mercado Común del Sur (Mercosur), que conforman en este caso Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, propiciaba por ejemplo que los cortes arancelarios llegaran por lo menos a 30 por ciento.
La gama de reducciones discutida oscilaba entre 15 y 50 por ciento, explicó Lakshmi Puri, directora de la división de comercio de la Conferencia de la Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad).
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Pero la definitiva magnitud de los cortes arancelarios que se concederán los integrantes del SGPC se confirmará durante la próxima reunión de este bloque, en abril venidero, precisó Dumont a IPS.
En las hasta ahora fallidas negociaciones de la Ronda de Doha, que se arrastran desde hace casi cinco años en la Organización Mundial del Comercio (OMC), se han barajado propuestas de cortes arancelarios, por ejemplo en el intercambio agrícola, que llegarían a 39 por ciento conforme a una interpretación del pliego presentado por la Unión Europea.
En el mismo rubro de acceso a mercados para productos agrícolas, Estados Unidos pretende disminuciones oscilantes entre 60 y 90 por ciento en los aranceles que aplican las naciones industrializadas.
Por su parte, el Grupo de los 20 (G-20), el bloque de naciones en desarrollo unidas por afinidades en el comercio agrícola, reclaman 54 por ciento de disminución de aranceles por parte de las naciones industrializadas y de sólo 36 por ciento en el caso de los países del Sur.
Pero Doha y el SGPC no se deben examinar como procesos interconectados, previno Puri a IPS.
El SGPC debe ser visto como algo complementario de Doha pero independiente de esa negociación multilateral, insistió.
El SGPC fue creado en 1988 en Belgrado, cuando era la capital de la hoy desaparecida Yugoslavia, y entró en vigor un año después, reservado a la participación exclusiva de los países en desarrollo miembros del Grupo de los 77, como se denomina al bloque que representa a las naciones del Sur en la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Los participantes originales del acuerdo fueron Argelia, Argentina, Bangladesh, Benin, Bolivia, Brasil, Camerún, Chile, Colombia, Corea del Norte, Corea del Sur, Cuba, Ecuador, Egipto, Filipinas, Ghana, Guinea, Guyana, India, Indonesia, Irán, Iraq, Libia y Malasia.
Entre los otros miembros fundadores figuraron Marruecos, México, Mozambique, Birmania, Nicaragua, Nigeria, Pakistán, Perú, Rumania, Singapur, Sri Lanka, Tailandia, Tanzania, Trinidad y Tobago, Túnez, Venezuela, Vietnam y Zimbabwe.
El acta original, que concibe al SGPC como uno de los principales instrumentos de la cooperación Sur-Sur, previó la posibilidad de que agrupaciones subregionales, regionales o interregionales de países en desarrollo participaran como miembros del acuerdo.
El primer grupo de esas características en incorporarse al acuerdo fue este año el Mercosur, que completó en octubre pasado el trámite de adhesión, que había iniciado en 2001. Venezuela no figuró entre los miembros del bloque sudamericano pues para esa época todavía no había alcanzado el rango de miembro pleno del Mercosur.
Mientras tanto, otros nueve países, Burkina Faso, Burundi, Haití, Madagascar, Mauritania, Ruanda, Surinam, Uganda y Uruguay, han iniciado en forma individual el proceso de adhesión al acuerdo, que requiere un largo procedimiento de negociación de concesiones con los países miembros.
Los compromisos concertados hasta ahora en el SGPC "no tienen casi valor económico o comercial", porque las concesiones originales que se intercambiaron en 1988 fueron muy limitadas, comentó un funcionario negociador que pidió reserva de su nombre.
La segunda rueda de negociaciones fracasó porque coincidió con la Ronda Uruguay (1986-1994) que entre otros frutos dio lugar a la creación de la OMC e incorporó la agricultura, los servicios y la propiedad intelectual, entre otros rubros, a las negociaciones multilaterales.
En junio de 2004, durante la conferencia de la Unctad celebrada en la ciudad brasileña de Sao Paulo, se lanzó la actual tercera ronda de negociaciones del SGPC.
Durante las sesiones sostenida esta semana en Ginebra se evidenció la existencia de "una fuerte visión conjunta de que esta negociación tiene que terminarse antes de fines de 2007", observó Dumont.
Hay una convergencia mucho mayor respecto al esquema que podríamos emplear para la negociación, sostuvo el diplomático. "Hemos acordado algunas cuestiones sobre las reglas que van a regir, lo que son dos progresos innegables", resumió.
La discusión fue franca y abierta, luego las posiciones están más claras, reafirmó el negociador argentino.
Mientras las negociaciones avanzan, las cifras del comercio internacional muestran que los intercambios Sur-Sur han crecido a ritmo acelerado en los últimos años.
Los países miembros del SGPC "constituyen una entidad que se debe tener en cuenta en el comercio internacional, pues ya ocupan un lugar cierto", comentó Puri.
Si se los considera en conjunto, en 2005 representaron 1,8 billones de dólares de exportaciones y 1,6 billones de importaciones.
La suma asciende a 3,4 billones en términos de presencia comercial en el mercado mundial, que se comparan con los 10 billones del comercio global. Por tanto, estos países del SGPC aportan más de un tercio de los intercambios mundiales, concluyó Puri.
En el área de las exportaciones, las naciones del SGPC participan con 17,5 por ciento del total mundial, mientras que se eleva a 48,7 por ciento su cuota dentro de las ventas de los países en desarrollo al mercado global.
Respecto de las importaciones, el bloque compra 16 por ciento del total mundial y la mitad exactamente de las adquisiciones que hacen los países en desarrollo al resto del mundo.
La funcionaria de Unctad observó que el SGPC incluye países que son muy dinámicos tanto en relación a su crecimiento económico como a su papel de protagonistas principales en los ámbitos regionales y también entre las economías emergentes del comercio internacional.
Por otro lado, el comercio entre los mismos países del SGPC, que se elevó a 813.000 millones de dólares en 2005, representa una quinta parte del total de su comercio mundial, mencionó.
Al analizar esas cifras, el secretario general de la Unctad, Supachai Panitchpakdi, dedujo que los países del SGPC han emergido como actores trascendentes del comercio mundial y disponen en consecuencia del peso suficiente para impulsar una iniciativa semejante de creación de comercio.