Rusia provee cada vez más armamento militar a los países del Sur en desarrollo, a tal punto que los contratos de exportación del sector son hoy los mayores desde la era postsoviética, según expertos en materia de defensa.
Mientras busca el modo de vender armas a otros deudores más solventes pero igualmente ávidos, Rusia coloca sus mayores negocios en el área de defensa en el marco de la cooperación técnico-militar con países de Asia, África y América Latina.
Al mismo tiempo, usa esos contratos para cancelar deudas pendientes desde la disolución en 1991 de la Unión Soviética.
"Ofrecemos contratos competitivos, tanto para la venta de armas nuevas como para la restauración, puesta a punto y modernización de equipamiento militar diverso para sus socios de Asia y África", dijo a IPS Aleksander Uzhanov, portavoz de la agencia estatal exportadora Rosoboronexport.
"El esperado aumento de las exportaciones de equipo militar se debe, en gran medida, al cambio de política de los Ministerios de Defensa y Relaciones Exteriores hacia los países involucrados y dispuestos a cooperar con nuestro país en este asunto ", indicó.
Los exportadores rusos también procuran "fortalecer su posición en el mercado mundial de tecnología militar, en especial dadas las condiciones de competitividad aparecidas tras el fin de la Guerra Fría", Uzhanov.
Los objetivos de Rosoboronexport incluyen la firma de contratos de venta de armas y equipamiento a militar al extranjero y el respaldo a proyectos que aseguren proyectos de futuro.
Para fines de este año se espera un aumento significativo en las ganancias por exportaciones, las primeras tras el colapso de la Unión Soviética, añadió Uzhanov, sin dar cifras concretas.
Una fuente autorizada dijo a IPS que Rosoboronexport tiene una nueva cartera de pedidos, que este año superaron los 17.000 millones de dólares.
Entre las naciones africanas, Argelia, Etiopía y Sudáfrica son las que han sellado los mayores acuerdos militares con Rusia, que este año involucraron la mayor cantidad de sistemas de defensa aérea, aviones de combate, armas pequeñas y buques.
Además, se firmaron contratos para entregar armas y equipamiento militar ruso a Irán por un valor de más de 1.000 millones de dólares, mientras que la cantidad importada por India desde 1998 asciende a 9.000 millones, informó a IPS una fuente de la industria de defensa rusa.
"La exportación de armas en general sufre cambios estratégicos", dijo a IPS Ruslan Pukhov, director del Centro de Análisis Estratégicos y Tecnologías, un grupo de estudio con sede en Moscú.
Rusia, según indicó Pukhov, pretende disminuir la considerable influencia política de rivales tales como Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña.
Pukhov reveló que los aviones ocupan la mitad del actual mercado de equipamiento militar, los buques, 25 por ciento, las armas de defensa aérea, 15 por ciento, y las de infantería, el resto.
Ushanov también indicó que los países africanos muestran hoy más interés en el armamento ruso, mientras que China e India siguen siendo socios estratégicos. Rusia mantiene sus mercados en Indonesia, Malasia y Vietnam, y busca penetrar en América Latina, para lo que ya comenzó con Venezuela.
El presidente venezolano Hugo Chávez describió la cooperación de su país con Rusia como amplia y de largo plazo. Los dos países firmaron contratos por un valor de más de 3.000 millones de dólares.
El gobierno de George W. Bush evaluó que las armas rusas compradas por Venezuela exceden sus necesidades en materia de Defensa, lo cual, según Chávez, debe entenderse en el contexto del "absurdo papel de Estados Unidos como amo del mundo".
"¿Quién dijo que tiene el derecho de decidir el concepto de defensa de Venezuela? Sólo Venezuela puede hacerlo. Nos estamos deshaciendo del imperio estadounidense", advirtió.
El presidente ruso, Vladimir Putin, fomenta con firmeza la venta de equipamiento militar.
"La dura competencia en el mercado mundial de armas obliga a Rusia a ajustar en permanencia su política de cooperación militar y técnica con otros países", dijo Putin en una reunión de la Comisión para la Cooperación Técnica-Militar.
"En términos de su significado y posibilidades, el mercado mundial de armas se compara con segmentos importantes de la economía, como el energético y el de alimentos", indicó. "Aquí la competencia es muy dura."
Es muy pronto para hablar del final de la carrera armamentista, señaló Putin. "De hecho, se desarrolla. Es esencial avanzar en modernas formas de cooperación a un ritmo constante".