La Unión Europea (UE) negociará tratados bilaterales de libre comercio a falta de un acuerdo mundial en la Ronda de Doha de deliberaciones multilaterales, lo cual podría ser desastroso para los países pobres.
"La política europea debe ser clara: rechazo del proteccionismo en casa, defensa de los mercados abiertos en el extranjero", dijo este miércoles en Bruselas el comisario de Comercio de la UE, Peter Mandelson.
El llamado a poner fin al proteccionismo europeo desató una previsible inquietud dentro del continente. Pero el resto de la premisa encendió la alarma entre los defensores de la población de los países en desarrollo.
Una negociación sobre la apertura de mercados mediante acuerdos bilaterales implica para los países pequeños y económicamente retrasados medir fuerzas en una negociación con la UE. Pocos podrán resistirse a tan enorme presión.
Ayudaría a esos países, aunque sea un poco, que países en desarrollo de gran porte como India y Brasil asumieran una posición negociadora dura en las deliberaciones mundiales.
La principal razón por la cual la Ronda de Doha de negociaciones de la Organización Mundial del Comercio (OMC), cuya finalización está prevista para diciembre, no alcanzó un acuerdo es que Nueva Delhi y Brasilia se mantuvieron en sus posiciones y se pararon firmes en representación de los países más pobres.
El anuncio de la UE de este miércoles elude la postura negociadora de Brasil, India y otros países.
Al enfatizar que la Comisión Europea, rama ejecutiva de la UE, avanzará hacia la "apertura de los mercados extranjeros", Mandelson dejó en evidencia que el énfasis de la nueva política del bloque será la apertura de esos mismos mercados a los bienes y servicios europeos.
La UE no se limitará a negociar con países pequeños y vulnerables. En primer lugar, apuntará hacia los dos grandes mercados —China e India—, en los que Estados Unidos y Japón ya han avanzado en el ajuste de acuerdos bilaterales.
Estados Unidos también ha firmado tratados de libre comercio en los últimos años con cinco países de América Central y República Dominicana, Perú y Chile.
El de Europa "es un movimiento muy siniestro", dijo a IPS el director de campañas y políticas de la organización War on Want (Guerra a la Pobreza), John Hilary. "Es una política nacida del fracaso en la OMC, y por eso la UE trata de recoger a los países uno por uno."
El bloque ha firmado alianzas con sus antiguas colonias de África, el Caribe y el Pacífico (los países ACP). La apertura de esos mercados en desarrollo al exterior ha sido devastador para sus economías.
"Como demuestra la experiencia pasada, el borrador del futuro de la competitividad de la UE expondrá a los mercados industriales y de servicios en los países en desarrollo a la competencia directa con las grandes multinacionales, lo que causará inevitablemente bancarrotas y pérdida de empleos mientras las empresas locales luchan por sobrevivir", indicó War on Want en un comunicado.
La organización mencionó en ese sentido los ejemplos de Senegal, que perdió un tercio de sus empleos en la industria manufacturera por la apertura, y Ghana, con dos tercios de sus puestos de trabajo en ese mismo sector evaporados en cinco años de liberalización.
La UE piensa que está quedando detrás de Estados Unidos y Japón a causa del fracaso de la Ronda de Doha, lanzada en 2001 en la conferencia ministerial de la OMC en la capital de Qatar.
Entonces, ministros declararon que la ronda de negociaciones multilaterales comerciales tendría como prioridad el respaldo del desarrollo.
"Ahora nadie habla de Ronda de Desarrollo", dijo Hilary, en alusión al nombre con que la conferencia ministerial de la OMC denominó la instancia. "La UE quiere presionar por una liberalización dramática en beneficio de la comunidad empresarial europea."
La UE se ha embarcado en negociaciones por un acuerdo comercial con India, lo que sembró dudas en torno del liderazgo de ese país en el mundo en desarrollo.
Pero el bloque europeo aún habla de un eventual acuerdo comercial mundial. Pero dados los resultados, o su ausencia, pocos hacen más que hablar.
Por lo tanto, las menciones a acuerdos bilaterales se refieren a iniciativas paralelas a la Ronda de Doha.
"La Comisión Europea establecerá un nuevo programa de acuerdos de libre comercio bilaterales con aliados clave a construir, sobre la base de las reglas de la OMC, y en materias aún no maduras para la discusión multilateral, preparando el terreno para el próximo nivel de liberalización multilateral", indicó el órgano.
"El criterio económico clave para los nuevos acuerdos debería ser el potencial de mercado, en especial los mercados emergentes de Asia", agregó la Comisión.
"Una economía global cambiante necesita una nueva política comercial", dijo Mandelson. "Un mercado abierto no es sólo una rebaja de aranceles: es un mercado en que las empresas europeas reciban un trato justo, con libertad para competir y protección legal cuando lo hagan."
Ahora, planteado con tal franqueza, las nuevas negociaciones comerciales son sobre la apertura de nuevos mercados para las empresas europeas. (FIN/IPS/traen-mj/ss/rj/wd eu if dv wt pn md/06)