Entre este viernes y el domingo, Santiago congrega a 10 grupos revolucionarios sudamericanos, entre los cuales se cuentan las guerrillas más antiguas de la región y pequeñas organizaciones radicales de otros países. El objetivo es generar propuestas concretas de lucha en la región, explicaron sus responsables.
"Las organizaciones revolucionarias (asistentes al seminario) coincidimos en la necesidad de construir una sociedad socialista como alternativa (al capitalismo), ese es nuestro objetivo estratégico, y el despertar de América Latina es evidente para todos nosotros", dijo a IPS Fernando Gálvez, portavoz del chileno Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), organizador del seminario.
Gálvez, junto a algunos representantes de los grupos invitados, explicó en conferencia de prensa que "queremos un encuentro concluyente, resolutivo", en referencia al seminario "Proyecciones de la lucha revolucionaria en América Latina".
Entre los asistentes se destacan integrantes de las izquierdistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del Ejército de Liberación Nacional (ELN), las dos principales guerrillas en armas desde 1964 en ese país sudamericano, el Partido Comunista de Ecuador, el grupo Fogoneros, de Uruguay, el movimiento indígena boliviano Pachakuti, y los venezolanos Utopía, partido leninista en formación, y Fogata, del movimiento estudiantil.
Este viernes se llevó a cabo la inauguración del seminario en un céntrico cine con capacidad para 1.000 personas, abierto a todo público. El sábado, los activistas e intelectuales invitados realizarán diversas ponencias, sobre la realidad de cada país, y se analizará la situación del continente americano.
El domingo se efectuará una actividad privada, en la que participarán más de 60 organizaciones sociales, sindicales, estudiantiles y comunitarias de Chile, entre las que se cuentan grupos de origen mapuche, principal etnia del país.
La noticia de este encuentro se conoció en junio. De inmediato, la oposición derechista de Chile exigió al gobierno de Michelle Bachelet que no la autorizara. El diputado del conservador partido Unión Demócrata Independiente (UDI), Iván Moreira, la calificó de "reunión de terroristas".
Gálvez aclaró que nunca pidieron permiso a las autoridades. El Poder Ejecutivo respondió a la derecha que todas las personas tenían derecho a reunirse y expresarse libremente, aunque decidió redoblar la vigilancia en aeropuertos y fronteras para impedir que ingresara al país personas sobre las que pesara orden de arresto internacional.
El FPMR denunció seguimientos y espionaje telefónico por parte del gobierno. "Todas las delegaciones sufrieron el acoso injustificado del gobierno", dijo Gálvez
Además, el miércoles la policía devolvió a su país a uno de los invitados al seminario, el periodista argentino de 39 años Fernando Esteche, representante del radical Movimiento Popular Revolucionario Quebracho.
El gobierno chileno echó mano a un decreto del Ministerio del Interior, que prohíbe la entrada al país sin expresión de causa, pero la razón habría sido que Esteche está bajo proceso en su país, si bien tenía autorización para salir de Argentina. . Gálvez subrayó que Esteche visitó Chile hace dos meses y no tuvo ningún inconveniente. "Creemos que esta es una medida política y no jurídica", arguyó.
Los militantes criticaron tanto la actitud del gobierno chileno, de impedir la entrada a Esteche, como a los opositores de derecha, a los que el economista argentino Jorge Bernstein, convidado a exponer al encuentro, calificó de "neofascistas", que hacen "terrorismo ideológico contra gente que se reúne para discutir, para discutir cómo cambiar positivamente las cosas".
Consultados sobre la legitimidad de la lucha armada, los revolucionarios contestaron que no descartan ningún método de acción, aunque rechazaron que los tilden de terroristas. Estados Unidos y la Unión Europea han puesto a las FARC en su lista de organizaciones terroristas.
"Yo creo que si hay alguien que está haciendo acciones armadas en el mundo, y además diciendo que están contra el terrorismo, es Estados Unidos, el estado de Israel, Inglaterra (Gran Bretaña). Ellos están cometiendo atrocidades terribles en el mundo. Estados Unidos, según las últimas referencias, ha asesinado a más de 600.000 personas en Iraq", dijo Bernstein, invitado junto a otro intelectual argentino, Néstor Kohan. Gálvez también explicó que ser revolucionario no se circunscribe únicamente a las armas. "Para nosotros, lo revolucionario significa encabezar la lucha que da la gente por sus demandas más básicas: salud, vivienda, educación, trabajo y sueldos dignos. La gente empieza luchando por la educación, por mejores trabajos, pero termina cuestionando el modelo" capitalista, afirmó.
El FPMR nació como grupo armado en 1983, en plena dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), al alero del Partido Comunista de Chile, del que se escindió seis años después. Entre sus acciones más recordadas se encuentra el frustrado atentado contra Pinochet el 6 de septiembre de 1986, llamado Operación Siglo XX, en la cual murieron seis escoltas del entonces dictador.
"Tenemos diferencias radicales con el Partido Comunista, creemos que ellos han abandonado la lucha por el pueblo, en función de obtener unos cuantos cupos en el parlamento", indicó Gálvez, explicando la ausencia de esa colectividad en esta convocatoria.
En tanto, Guillermo Bermejo, representante del Movimiento de Todas las Voces de Perú, se refirió a la lucha que su organización mantiene en su país: la oposición al Tratado de Libre Comercio (TLC) firmado con Estados Unidos.
Bermejo dijo a IPS que el TLC "es una imposición que afectará a todos los productos de primera necesidad del Perú". También aseguró que Estados Unidos pretende instalar 14 bases militares y hacer desaparecer los cultivos de coca, que forman parte de la tradición andina. "La coca es una planta nutricional, que sirve para el charchado (masticado). En Perú somos cuatro millones los charchadores, es decir, existe un mercado importante".
Bermejó felicitó al FPMR por la organización del seminario. "Venimos con muchas expectativas. Sólo cuando las organizaciones revolucionarias nos juntemos y coordinemos una lucha de avanzada vamos a liberar a nuestras patrias, por los métodos que sean", agregó el peruano.
"Aquí el tema no es solamente si se agarra o no se agarra un fusil. Los revolucionarios somos más que los que levantamos un fusil. Somos los que tenemos la capacidad de organizar a la población para su liberación. El nivel de confrontación lo pone el imperialismo. Ellos son los que nos obligan a tomar la decisión de realizar una lucha democrática o por la vía armada", sintetizó.
"Se sienten nuevos aires en América Latina. Ciertos sectores reformistas comienzan a llegar al poder y sectores radicales que hasta hace algunos años estaban casi aplastados hoy comienzan a levantar sus banderas de lucha y revolución", indicó Bermejo, coincidiendo con Kohan, quien cree que el resurgimiento revolucionario se debe a que el modelo capitalista no resuelve las necesidades básicas de los pueblos.
Gálvez puso metas ambiciosas. "Nosotros creemos que en el largo plazo es posible (conformar) una mesa política, que aglutine a todas las fuerzas revolucionarias del continente", dijo a IPS, señalando que ésta debería expresarse en una "propuesta orgánica", que puede llamarse Coordinadora o Internacional.
Los organizadores esperan que al encuentro asistan unas 3.000 personas.