La versión española del grupo Latin Kings, originado en Estados Unidos de la mano de inmigrantes latinoamericanos, afronta un proceso de legalización e integración, por un lado, y por otro es perseguido por la policía y la justicia.
La presentación formal de Latin Kings (Reyes Latinos) como organización legal en Cataluña, una de las 17 comunidades autónomas que integran España, fue interpretada por analistas como el comienzo de un proceso similar en el resto del país, con el objetivo gubernamental de alejar a sus integrantes de la violencia.
Fuentes policiales dijeron a IPS que en Cataluña existen unos 200 miembros de los Latin Kings y en Madrid más de 700, pero aclararon que son cifras estimativas ya que no existe un registro formal.
A fines de 2005 en Madrid, el entonces delegado del gobierno central, Constantino Méndez, anunció la presentación de un proyecto para integrar a esos grupos. Aunque la iniciativa fue asumida por la actual delegada, Soledad Mestre, ésta no prosperó porque su concreción le corresponde al gobierno autónomo, que está en manos del centroderechista Partido Popular, nada proclive a ello.
Un portavoz del gobierno madrileño manifestó a IPS que "esas bandas son ilegales y mientras sean ilegales merecen ser reprimidas". Al preguntársele si existe la perspectiva de legalizarlas, contestó que "eso ni siquiera fue planteado".
Esa ilegalidad ha sido confirmada por acciones del fiscal jefe de los Tribunales de Madrid, Manuel Moix, quien en marzo logró que los jueces enviaran a prisión a nueve de 16 cabecillas de esas pandillas, acusados de asociación ilícita.
Con esas detenciones, la cantidad de miembros de Latin Kings presos desde principios de 2005 a la fecha suman más de 70, algunos de ellos con imputaciones de violación y agresiones con armas blancas.
El gobierno español del socialista José Luis Rodríguez Zapatero se manifestó en diversas oportunidades en dos sentidos, que considera complementarios. Por un lado se propone llevar ante los tribunales a quienes cometan delitos, sean de esas bandas o de otras, y al mismo tiempo pugna por integrarlos a la sociedad, para que dejen la violencia.
Los Latin Kings, nacidos como pandilla juvenil en los años 60 en Estados Unidos, constituyen hoy uno de los grupos más fuertes de ese país, con presencia en 34 de sus 51 distritos y unos 25.000 integrantes.
Creado por jóvenes puertorriqueños y mexicanos para protegerse de los ataques de otras comunidades, fue cambiando al cabo de los años mientras se involucraba en asesinatos y operaciones de narcotráfico.
En la actualidad se autodenominan (Almighty Latin King and Queen Nation (ALKQN, por sus siglas en inglés de la Todopoderosa Nación de los Reyes y Reinas Latinos), identificándose con coronas de cinco puntas y vestimentas amarillo y negro.
Según un artículo publicado en la especializada revista Foreign Policy por Andrew Papachristos, experto de la estadounidense Universidad de Chicago, la llegada a España de estas bandas se originó en las deportaciones masivas de Estados Unidos de inmigrantes con antecedentes penales.
Aunque, aclaró, en España y en el resto de Europa esas bandas no se comportan criminalmente como en Estados Unidos.
Los Latin Kings se enfrentan en España a otras pandillas de similares características, como las Ñetas.
En Cataluña, la presentación se realizó basándose en la legalización dispuesta en julio por el gobierno autónomo, un tripartito encabezado por el Partido Socialista, sección catalana del Partido Socialista Obrero Español, Izquierda Unida (coalición basada en el Partido Comunista) y Esquerra Republicana de Cataluña (partido independentista de izquierda).
Los Latin Kings de Cataluña, denominados ahora "Organización Cultural de Reyes y Reinas Latinos de Cataluña", se presentaron en un acto público realizado el 14 de este mes en Barcelona.
En esa oportunidad su presidenta, la ecuatoriana Melody Jaramillo, conocida como "Queen Melody", afirmó que el reconocimiento legal de la organización será útil para favorecer la adaptación de los inmigrantes latinoamericanos en Cataluña y lograr que tengan igualdad de oportunidades, como los demás jóvenes.
Los estatutos de la organización establecen que la misma tiene como objetivo fomentar las relaciones interculturales, la educación en valores y la formación de los jóvenes inmigrantes, todo ello sin ánimo de lucro.
Al respecto, Queen Melody anticipó que en los próximos meses comenzarán a realizarse talleres de formación, competiciones deportivas, grabaciones de discos, realización de documentales y ayuda a indigentes, para lo cual cuentan con la colaboración de centros cívicos y esperan obtener también ayuda financiera del propio gobierno catalán.
En el mismo acto se agradeció el apoyo recibido del Ayuntamiento de Barcelona, del Instituto de Derechos Humanos, de la Universidad de Barcelona y del párroco católico Joan Cabot.
Reina Melody comentó que su organización tiene una buena relación, amistosa, con las Ñetas de Cataluña y la seguirán teniendo sea que éstos sean legalizados o no pues, subrayó, "somos como una familia, como hermanos".
Tanto unos como otros "hemos sido criminalizados" y "lucharemos por integrarnos y ser aceptados plenamente, sin prejuicios", apuntó.
Ambas pandillas están constituidas también en España por jóvenes inmigrantes, si bien no se excluye que pueda haber algún español, hijo a su vez de extranjeros.
Los violentos en Latin Kings son minoritarios, aseguro "Oskito", quien prefirió resguardar su identidad. Llegó a Madrid hace cuatro años proveniente de Guatemala y no niega pertenecer al grupo, aunque tampoco lo afirma.
"Pero, ¿qué podemos hacer si nos atacan otros, sino defendernos?", adicionó, antes de decir que aspira "a ser tratado como un joven más, como cualquier otro que viva por aquí".
Al señalársele que en Cataluña han sido legalizados y que eso podría ocurrir también en la Comunidad de Madrid, dijo no estar nada seguro de ello, porque "aquí gobierna la derecha y la derecha no quiere inmigrantes, sean pacíficos o no, trabajadores o no".
Los Latin Kings comenzaron a sonar fuerte en España en 2003, cuando la policía investigó varios asesinatos y llegó a la conclusión de que eran el resultado de peleas con los Ñetas.
Las autoridades descubrieron también que tenían una organización similar a sus homólogos estadounidenses, pero con una gran diferencia: no tenían una estructura organizada para la violencia ni estaban vinculados al narcotráfico.
Oskito relató también que ellos se reúnen en parques, comienzan poniéndose de pie, forman un círculo y se saludan todos presentándose con sus motes. A continuación los Reyes y Reinas les preguntan por su salud, si tienen algún problema, si han comido y si tienen donde dormir. Todo ello para ayudarlos en el caso de que lo necesiten. La edad de los integrantes del grupo va de los 15 a los 25 años, "hay muy pocos que tengan más", precisó.
A la pregunta de si es verdad la acusación de que cometen delitos como el robo, replicó: "No estamos organizados para eso ( ), aunque ello no signifique que tengamos que aguantar la miseria y a veces nos busquemos la vida como podamos". Una búsqueda que, según la policía, incluye la rapiña.
Méndez, al presentar el año pasado su plan, recordó que en estas bandas siempre se está frente a jóvenes y "entendemos que un menor exige de nuestra sociedad una tutela específica", por lo que cree que se debe actuar contra los líderes que incitan a la violencia y arbitrar medidas sociales para su integración.