Las diferencias políticas, religiosas, culturales y de todo tipo existentes en el Movimiento de Países No Alineados (NOAL), que ya agrupa a casi dos tercios de los miembros de la ONU, deberán ceder su lugar a la concertación para tener una incidencia real en la arena internacional.
Este mensaje, reiterado una y otra vez desde el comienzo el lunes de los trabajos de la XIV Cumbre del NOAL, está detrás de todos los documentos aprobados por consenso por los jefes de Estado y de gobierno de 56 países y los 90 cancilleres, entre otros altos funcionarios de los 118 estados miembro del bloque presentes en La Habana.
"El hecho de que haya primado en esta cumbre un espíritu de entendimiento y que hayamos sido capaces de llegar a consensos claros, incluso en los temas más complejos, es una demostración de que hemos decidido dar prioridad a lo que nos une", aseguró el presidente en funciones de la cita, el ministro de Defensa de Cuba, Raúl Castro.
En ausencia de su hermano Fidel Castro, convaleciente de una operación quirúrgica desde fines de julio, el ministro clausuró la cumbre ya entrada la madrugada cubana este domingo, varias horas después de lo previsto en el programa original.
Los gobernantes, jefes de delegaciones y representantes regionales que participaron en el maratón de discursos, iniciado la mañana del viernes, insistieron en el creciente papel del Movimiento para hacer valer las posiciones y derechos del Sur en desarrollo en la coyuntura actual.
El NOAL, nacido oficialmente en 1961 en Belgrado, sumó dos nuevo integrantes esta semana, Haití y San Cristóbal-Nevis, lo cual lleva a casi dos tercios de los estados miembro de la ONU (Organización de las Naciones Unidas).
La necesidad de un bloque "revitalizado", fiel a los principios originales, pero modernizado y adaptado a los nuevos tiempos que vive la humanidad, quedó resumida en la declaración sobre los propósitos y principios y el papel del Movimiento de Países No Alineados en la coyuntura internacional actual.
También conocida por los pasillos de la cumbre como la Declaración de La Habana, el texto advierte que "los países en desarrollo serán marginados si no son capaces de definir sus prioridades, compartir sus preocupaciones y diseñar con eficacia sus propias acciones para garantizar que sus intereses sean tomados debidamente en cuenta".
"Nuestra unidad y solidaridad sólo tendrán relevancia si el MNOAL continúa desempeñando un papel activo, importante y constructivo en las relaciones internacionales, con el objetivo de lograr el establecimiento de un orden mundial más justo y equitativo", añade.
Entre los "propósitos" de la "nueva era" del movimiento" aparecen la promoción del multilateralismo frente a las pretensiones hegemónicas, el respeto de los derechos humanos, incluido el derecho al desarrollo, el enfrentamiento a la doctrina de la guerra preventiva y a la clasificación de "los países como buenos o malos", sobre la base de criterios unilaterales.
Al rechazar el terrorismo "en todas sus formas y manifestaciones", los países del NOAL añadieron que éste "no se debe equiparar con la lucha legítima de los pueblos bajo dominación colonial y ocupación extranjera por su libre determinación y liberación nacional".
El movimiento reconoce que "no se puede, ni se debe, vincular el terrorismo con religión, nacionalidad, civilización o grupo étnico", ni tampoco con el derecho de los pueblos a luchar contra el colonialismo, la ocupación foránea y sus reivindicaciones nacionales, afirmó el canciller cubano Felipe Pérez Roque en conferencia de prensa el sábado.
También rechazó el "doble rasero" que rodea el tratamiento del tema del terrorismo y amenaza a varios países miembros del NOAL. "¿Por qué está Cuba en la lista de países terroristas que publica Estados Unidos? Porque defiende su soberanía, se respondió. ¿Y por qué no está Israel? Porque es aliado de Estados Unidos", añadió Pérez Roque.
Justo la "dureza" en el tratamiento a la política exterior de Washington parecía ser uno de los "detalles" conflictivos de los proyectos de documentos presentados a la XIV Cumbre del NOAL, pero según la cancillería cubana no hubo una sola mención al país norteamericano que fuera cambiada durante el proceso de negociación.
Tampoco hubo "batallas campales", ni siquiera en los temas más controversiales, aseguró Pérez Roque.
Los desacuerdos iniciales parecen haberse centrado en la condena a Israel por los ataques a Líbano, la solidaridad con Palestina gobernada por Hamas, que no reconoce la existencia de Israel, y la disputa entre Argelia y Marruecos (ambos miembros del NOAL) sobre el territorio del Sahara Occidental.
El Sahara Occidental fue mencionado por Pérez Roque como objeto de las negociaciones "más intensas y delicadas" para llegar a un consenso entre los dos países. Argelia apoya la soberanía de la República Árabe Saharaui Democrática en ese territorio, ex enclave español que Marruecos intenta anexar.
Lo que algunos presentaron como una dura controversia, sin embargo, resultó no serlo: el respaldo al derecho de Irán, y de todos los países, a desarrollar su energía nuclear con fines pacíficos, incluido el dominio de todo el ciclo del combustible (el enriquecimiento del uranio). La Cumbre terminó con la aprobación de una declaración especial "sobre la cuestión nuclear de la República Islámica del Irán" y otra sobre Palestina, un texto sobre la metodología del movimiento y el documento final de unas 100 páginas que analiza en detalle temas globales, regionales y nacionales.
También expresó su solidaridad con Bolivia y Venezuela frente a los intentos de "fuerzas externas" de quebrar sus procesos democráticos a través de la desestabilización política. En el caso de Cuba, manifestó el rechazo al endurecimiento de la política de Estados Unidos contra el gobierno de Castro.
"Es verdad que muchas veces el Movimiento se ha fraccionado, se ha dividido", reconoció Pérez Roque.
Según el canciller, La Habana intentará en los próximos tres años que le toca presidir el bloque concertar las posiciones y pasar de las fases declaratorias a acciones bien definidas en favor de sus miembros. Cuba estará al frente del movimiento hasta la próxima cumbre prevista para 2009 en Egipto.