TERRORISMO-GRAN BRETAÑA: Bumerán de la política exterior

Líderes de la comunidad musulmana en Gran Bretaña acusan al gobierno del primer ministro Tony Blair de tener un doble discurso en su política exterior, estimulando así a muchos jóvenes a enrolarse en grupos terroristas.

Blair y sus ministros rechazan las afirmaciones de que la participación británica en las guerras de Afganistán e Iraq hayan motivado los atentados terroristas del 7 de julio del año pasado en Londres, o el supuesto complot de un grupo de extremistas para hacer estallar aviones comerciales en vuelo hacia Estados Unidos, descubierto a inicios de este mes.

El gobierno por lo general esgrime el argumento de que el terrorismo ya existía antes de las invasiones a Afganistán e Iraq, y subraya que ninguna intervención bélica británica provocó, por ejemplo, los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Washington y Nueva York.

Pero líderes musulmanes insisten en que el caos en que se encuentra hoy Iraq y la pasividad mostrada por Occidente ante los constantes bombardeos de Israel contra infraestructura civil en Líbano este mes alimentaron el odio entre los jóvenes islámicos de Gran Bretaña.

"En todo el mundo ves a musulmanes sometidos bajo diferentes tipos de opresión, como en Irán, en Afganistán, en (la república separatista rusa de) Chechenia o en (la provincia de) Cachemira (disputada por Pakistán e India). Los islámicos están cada vez más desilusionados con la política internacional", dijo a IPS Mushtaq Lasharie, concejal del gobernante Partido Laborista en el municipio londinense de Kensington.
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Los musulmanes comienzan a reaccionar con dureza ante el "doble discurso" del mundo occidental, señaló.

Los líderes de Occidente "predican que el Islam debe adoptar la democracia, pero, cuando ésta llega, no la aceptan", añadió.

"Si los palestinos eligieron al Hamas (Movimiento de Resistencia Islámica), deben aceptarlo como un gobierno legítimo. Si los libaneses eligieron ministros (del movimiento islamista chiita Hezbolá), deben aceptarlos como parte de un gobierno legítimo. Si los iraníes eligieron presidente a Mahmoud Ahmadinejad con 78 por ciento de los votos, deben reconocerlo como democrático", subrayó.

Lasharie sostuvo que la creciente percepción de un doble discurso en Occidente es el factor fundamental que lleva a los jóvenes musulmanes británicos a optar por la violencia.

"Creo que la mayoría de ellos reaccionan ante la situación internacional. Cuando muestran (por televisión) a un niño recién nacido asesinado por bombardeos de aviones israelíes que salieron de Estados Unidos a través de espacio aéreo británico, los musulmanes en este país se sienten indignados y frustrados", indicó.

"Ellos se preguntan si deben alzar su voz matando también a personas inocentes en el mundo occidental. Esto no está bien, pero es la única forma que queda para protestar contra Occidente", agregó.

El periodista Ahmed Versi, editor del periódico The Muslim News in Britain, destinado en especial a jóvenes islámicos, señaló que la indignación en esa comunidad se debe a "lo que está pasando internacionalmente".

"Hace poco hemos visto a miles de musulmanes asesinados en Líbano. Esto lleva a pensar que a nadie le importa más el Islam. Por eso quieren vengarse", sostuvo.

La polémica aumentó en Gran Bretaña luego de que parlamentarios musulmanes enviaran una carta a Blair criticando su política exterior.

Los legisladores de origen pakistaní Sadiq Khan, Shahid Malik y Mohammed Sarwar, de la Cámara de los Comunes, y Lord Patel, Lord Ahmed y la baronesa Pla Uddin, de la Cámara de los Lores, fueron los autores de la misiva.

"Es nuestra visión que las actuales políticas del gobierno británico ponen en cada vez mayor riesgo a los civiles, tanto en el Reino Unido como en el exterior", señalaron.

"El debacle de Iraq y ahora la falta de acción para lograr un inmediato cese de los ataques contra civiles en Medio Oriente no sólo incrementan los riesgos en esa región, sino que además constituyen los principales argumentos de los extremistas para amenazarnos a todos", alertaron.

El gobierno de Blair respondió otra vez negando las acusaciones.

"Los extremistas dentro de la comunidad musulmana lograron convencer a toda la colectividad de que esta guerra contra el terrorismo es en realidad una guerra contra los musulmanes y el Islam", dijo a IPS Ghiyasuddin Siddiqui, líder del grupo independiente Muslim Parliament.

"Y cuando el presidente (estadounidense George W.) Bush dice que esta guerra es contra los 'islámicos fascistas', convence a las personas inocentes y comunes de que quizás sí hay cierta conspiración contra el Islam", indicó.

"Estas personas, sin embargo, no ven la imagen total, la real. No se dan cuenta de que, en realidad, lo que está detrás de esta guerra contra el terrorismo es una guerra por el control de mercados y recursos para beneficiar a las firmas multinacionales y a los neoconservadores (de Washington), que desean determinar el futuro de la humanidad", añadió.

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