– Representantes de los 370 millones de indígenas del mundo exigen que la Asamblea General de la ONU reconozca el derecho de los pueblos nativos a la autodeterminación.
El pedido fue formulado el miércoles, cuando agencias de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) e instituciones de la sociedad civil de todo el mundo realizaban diversas actividades para celebrar el Día Internacional de las Poblaciones Indígenas.
La demanda de reconocimiento del principio de autodeterminación es lo más sustancial de la propuesta Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, elaborada por el Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas.
Ya aprobada por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra tras ser debatida durante más de un decenio, la declaración ahora espera el aval de la Asamblea General, de 191 miembros, que iniciará el mes próximo una nueva sesión en Nueva York.
Si es adoptada por la Asamblea General, la Declaración podría ser un paso importante hacia la eliminación de violaciones a los derechos humanos sufridas por indígenas en todo el mundo.
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"No es perfecta, pero es un comienzo importante", dijo Wilton Littlechild, dirigente de la nación cree en Canadá y miembro del Foro, ante un selecto grupo reunido el miércoles en la sede de la ONU en Nueva York.
Consciente de que la Declaración no es de cumplimiento obligatorio para los gobiernos, Littlechild esperaba que el documento sirva de presión para que los gobiernos observen principios universales como la justicia, la democracia, el respeto por los derechos humanos y la igualdad.
El documento exige a los gobiernos respetar el derecho de los pueblos indígenas a la autodeterminación y el principio de "consentimiento previo informado" respecto de proyectos de explotación de sus territorios ancestrales.
Una vasta mayoría de los países expresaron su apoyo a la declaración, pero otros continúan rechazándola.
Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda, por ejemplo, manifestaron su oposición a la demanda de autodeterminación y consentimiento informado, con el argumento de que esos principios violan valores democráticos y el derecho a la propiedad individual.
Es probable que Estados Unidos y sus aliados procuren cambios en el texto, pero, según observadores, el esfuerzo será en vano, pues carecen de apoyo suficiente para eso. De todos modos, los dirigentes indígenas todavía no cantan victoria todavía.
"Llamo a todos los estados miembro a adoptar la Declaración sin ningún cambio", dijo Littlechild, quien desde hace casi 30 años lucha por el reconocimiento internacional de los derechos indígenas. "Es muy importante para nosotros."
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, y otros altos funcionarios que representan a varias agencias del foro mundial parecen estar de acuerdo con Littlechild.
"Sólo respetando la diversidad cultural y el derecho de los pueblos indígenas a la autodeterminación nuestro trabajo juntos puede ser verdaderamente llamado sociedad", dijo Annan en ocasión del Día Internacional de las Poblaciones Indígenas.
"Es un movimiento para reconocer el desafío crítico que afrontan", agregó. "Queda mucho por hacer para protegerlos de violaciones masivas de derechos humanos, para aliviar la pobreza que enfrentan y para salvaguardarlos contra muchas discriminaciones que, por ejemplo, fuerzan a muchas niñas indígenas a desertar de la escuela."
La Declaración urge a los países del mundo industrializado a tener en cuenta las preocupaciones de comunidades indígenas que viven en sus territorios en la implementación de los ocho Objetivos de Desarrollo de la ONU para el Milenio.
Entre estos objetivos, aprobados por líderes mundiales en Nueva York en 2000, figuran reducir a la mitad para 2015 (respecto de 1990) la proporción de personas que viven en la indigencia y padecen hambre, así como lograr la educación primaria universal, promover la igualdad de género y reducir la mortalidad infantil en dos tercios y la materna en tres cuartos.
Y también, combatir la propagación del sida, la malaria y otras enfermedades, asegurar la sustentabilidad ambiental y crear una sociedad global para el desarrollo entre el Norte y el Sur.
Annan dijo que las "perspectivas, experiencias y cosmovisión" de los indígenas tienen "un rol crucial en los esfuerzos por lograr los Objetivos de Desarrollo".
El Día Internacional de las Poblaciones Indígenas se celebró por primera vez el 9 de agosto de 1994, al comienzo del Primer Decenio de las Poblaciones Indígenas del Mundo. En diciembre de 2004, la Asamblea General proclamó el Segundo Decenio, de 2005 a 2015.
El primer objetivo del programa del Segundo Decenio aspira a promover "la no discriminación y la inclusión de los pueblos indígenas", según funcionarios de la ONU.
"Este objetivo no fue alcanzado", dijo Victoria Tauli-Corpuz, presidenta del Foro Permanente. "El racismo sistemático y la discriminación todavía afectan a muchos indígenas no solamente en los países en desarrollo, sino también en los países más ricos y poderosos."
Juan Somavia, director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), coincidió con Tauli-Corpuz. Según investigaciones de la OIT, los aborígenes son mucho más vulnerables al trabajo forzado, el tráfico y la discriminación en materia laboral que el resto de la población.
"Su tierra y medio de vida está bajo amenaza en todas partes", dijo. "Donde sea que vivan, son los grupos más desaventajados y excluidos."
Somavia esperaba que la Declaración complementara las obligaciones legales asociadas a la ratificación de los estados del Convenio sobre Poblaciones Indígenas y Tribales de la OIT, de 1989.
Expertos en biodiversidad de la ONU estiman que actualmente las poblaciones indígenas del mundo hablan alrededor de 6.000 idiomas, pero la gran mayoría de ellos, como las culturas a las que representan, corren el riesgo de desaparecer.
Según algunas estimaciones científicas, aproximadamente 97 por ciento de la población habla cuatro por ciento de los idiomas del mundo.
Por el contrario, casi 96 por ciento de los idiomas son hablados por apenas tres por ciento de la población, y la mayoría de estas lenguas son indígenas. Y 10 por ciento son hablados por menos de 100 personas.
"Estas cifras dan testimonio de la increíble diversidad lingüística y cultural de la humanidad", dijo Ahmed Djoghlaf, secretario ejecutivo de la Convención de la ONU sobre Biodiversidad, quien cree que la pérdida de esa diversidad no puede ser separada de la pérdida de diversidad biológica.