– En la primera mitad de este año, la escena política de Sudáfrica tuvo como principal atracción el juicio al ex vicepresidente Jacob Zuma, acusado de violación. Ahora se abre el telón para un nuevo proceso contra él, pero por cargos de corrupción.
El lunes, el juez Herbert Msimang pospuso el nuevo juicio para el 5 de septiembre, ante una solicitud de los fiscales para analizar con más tiempo los argumentos de la defensa, que exige la anulación del caso.
La petición de la defensa fue presentada, a su vez, luego de que la fiscalía propuso demorar el proceso hasta febrero de 2007.
El ex vicepresidente, que fue absuelto de los anteriores cargos de violación, afirma que una postergación hasta el año próximo violaría su derecho a un juicio rápido, subrayando que las acusaciones de corrupción ya han causado un grave daño a su vida personal y a su imagen política.
Las denuncias contra Zuma de haber cobrado comisiones ilegales en operaciones de compra de armas a la firma francesa Thales datan de hace mucho tiempo. Sin embargo, el Directorio de Fiscales Públicos se había negado hasta ahora a presentar cargos, afirmando que el caso no era suficientemente convincente.
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La situación cambio drásticamente el año pasado, luego de que el ex asesor financiero de Zuma, Schabir Shaik, fue hallado culpable de varios cargos, entre ellos pedir coimas en nombre del ex vicepresidente a la empresa francesa, que antes el escándalo se llamaba Thomson CSF.
La jueza Hillary Squires concluyó que los dos hombres habían mantenido una "relación generalmente corrupta" y que Shaik también le había pagado a Zuma una importante cantidad de dinero para que lo ayudara en otros intereses empresariales.
El veredicto de este tribunal derivó en la salida de Zuma de la vicepresidencia y en el inicio de un nuevo proceso.
Zuma arguyó que todo se trataba de una conspiración para impedir que se convirtiera en el nuevo jefe de Estado cuando termine el primer período del actual mandatario, Thabo Mbeki, en 2009.
Antes de los juicios por violación y corrupción, el ex vicepresidente era visto como el sucesor natural Mbeki.
El caso reveló divisiones dentro del gobernante Congreso Nacional Africano (ANC) y en otros sectores de la sociedad, donde Zuma es considerado el campeón de los pobres.
Los partidarios del ex vicepresidente lo respaldaron con fuerza durante su juicio por violación, realizado en la Suprema Corte de Johannesburgo. Miles de ellos también ya rodean la sede del tribunal en la sudoriental ciudad de Pietermaritzburg donde se realizará su juicio por corrupción.
"El ANC procura presentar un frente unido. Pero las grietas dentro del movimiento ya se evidencian", dijo a IPS Santana Mahoko, investigador de la Universidad de Sudáfrica, en Pretoria.
La crisis también expuso tensiones entre el ANC y sus aliados, el Congreso de Sindicatos Sudafricanos (Cosatu) y el Partido Comunista Sudafricano.
"Siempre hemos dicho que la fiscalía no tiene un caso. El hecho de que insistan en demorarlo sugiere que no tienen nada", dijo a IPS el portavoz del Cosatu, Patrick Craven.
"Deberían desecharlo. No tienen suficiente evidencia para proceder", añadió.
David Monyae, experto en relaciones internacionales y conferencista de la Universidad de Witwatersrand, en Johannesburgo, dijo estar preocupado por la demora del juicio.
"La forma en que están las cosas ahora, parece que el Estado no tiene un caso. Es muy vergonzoso", dijo a IPS.
Sin embargo, una victoria de Zuma no lo restauraría de inmediato en la carrera por la presidencia, añadió.
"Si Zuma sale limpio, sus posibilidades son muy altas, pero eso no significa que le será fácil. Tendrá que hacer mucha presión. Si es hallado culpable, será su muerte política", indicó.
Mahoko cree que la carga del juicio por violación podría estorbar cualquier esfuerzo de Zuma por asumir un papel de liderazgo, aun a pesar de que fue absuelto en mayo.
Una mujer portadora de VIH (virus de inmunodeficiencia adquirida, causante del sida), cercana a la familia de Zuma, lo acusó de haberla violado. El ex vicepresidente admitió haber mantenido relaciones sexuales con ella, pero en forma consensual.
Ante el tribunal, Zuma declaró que no usó condón durante la relación a pesar de que la mujer era portadora, pero que se duchó luego para minimizar las posibilidades de contraer sida (síndrome de inmunodeficiencia humana).
La declaración del ex vicepresidente fue criticada por los activistas contra el sida, quienes señalaron que podría difundir ideas equivocadas sobre las formas de evitar el contagio.
"Aun si Zuma sale limpio de este nuevo juicio, la idea de que estuvo con una mujer portadora de VIH permanecerá en la mente de millones de sudafricanos", dijo Mahoko.