ÁFRICA CENTRAL: Crimen y muerte en la triple frontera

El tráfico de armas de fuego, de vehículos y de órganos humanos, así como el robo en carreteras y otros asaltos, empeoran en la triple frontera entre Camerún, Chad y República Centroafricana, con un cuantioso saldo en vidas.

"La inseguridad es consecuencia de la creación de bandas por parte de ex insurgentes, los ataques de ladrones de carreteras y las represalias de las fuerzas de seguridad", dijo a IPS el profesor Jean Paul Manga, de la Universidad de Yaoundé, capital de Camerún.

Pese a las medidas tomadas por cada país para asegurar sus respectivas fronteras, la delincuencia persiste, según un policía camerunés consultado por IPS que solicitó reserva de su identidad.

Para combatir a las bandas de delincuentes, los gobiernos de República Centroafricana, Camerún y Chad formaron en diciembre la denominada "iniciativa tripartita", por la cual autorizaron a los tres ejércitos a actuar contra las bandas armadas.

"Pero hasta ahora ningún ejército inició una acción transfronteriza a gran escala para combatir a los matones armados que siembran el terror en nuestras fronteras ", señaló Paul Zemdjio, coordinador de la organización no gubernamental camerunesa Oportunidades Iguales para Todos.
[related_articles]
"A fines de diciembre de 2005, Camerún y República Centroafricana crearon una comisión conjunta" al margen de la iniciativa tripartita para atender en concreto la extensa frontera entre los dos países. "Pero, ¿para qué sirvió?", se preguntó.

"Los resultados no fueron efectivos porque la violencia y las extorsiones aumentaron desde entonces", agregó la abogada de Yaoundé, Marthe Belinga, quien señaló la formación de una banda armada que habría realizado tropelías en dos aldeas de Camerún nororiental a inicios de agosto.

Los ladrones de carretera, a menudo ex combatientes de República Centroafricana o de Chad, han cometido asesinatos y violaciones en la triple frontera.

Fuentes de la policía de Camerún aseguraron que algunos de los ladrones son ex rebeldes de República Centroafricana que ayudaron al actual presidente, François Bozizé, a derrocar a Ange-Félix Patassé en el golpe militar en 2003.

República Centroafricana lanzó una operación en el pueblo fronterizo de Bouar el 14 de julio de 2005, en la cual las fuerzas de seguridad mataron a 36 ladrones que habían sembrado el terror cerca de Camerún durante varios meses.

El ejército liberó entonces a 20 niños y niñas cameruneses que eran rehenes de los bandoleros, según la policía.

El ejército de Camerún también mató a tiros a tres ladrones de carretera y capturó a otros cinco el 28 de julio de este año, luego que un ataque de los delincuentes contra Mbaiboum, poblado cercano a la frontera con Chad y República Centroafricana.

La oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados en Yaoundé dijo a IPS que unas 20.000 personas huyeron de sus aldeas en Camerún nororiental, la región septentrional de la República Centroafricana y Chad sudoccidental entre abril de 2005 y julio de 2006.

El motivo de la huida fueron los reiterados ataques de ladrones de carretera y otras bandas armadas.

La policía dijo haber registrado 15 muertes y "numerosas" tomas de rehenes a manos de ladrones que operaban en las rutas de la triple frontera entre 2005 y 2006.

Manga afirmó que la inseguridad provocó la huidade muchos aldeanos, que buscaron refugio a campo abierto y en ciudades.

"Llegué a Yaoundé a fines de junio de 2006, tras escapar del caos en Djohong", dijo a IPS Michelle Amama, de 31 años. Esa aldea se encuentra 600 kilómetros al noreste de la capital camerunesa.

"Los delincuentes llegaron a nuestra aldea con armas, violaron a mujeres y niñas y robaron dinero. Luego se fueron con los niños y algunas de las mujeres", declaró Amama, conteniendo las lágrimas. "Me escondí en el bosque y varias semanas después terminé en Betare-Oya (Camerún oriental). Desde allí me dirigí a Yaoundé".

Los delincuentes a los que se refiere Amama son ex soldados de Chad o de República Centroafricana que se radicaron en los bosques con sus armas tras una tregua en la lucha entre los dos países, explicó a IPS un diplomático francés en Yaoundé que pidió no ser identificado.

En abril y mayo de este año, "República Centroafricana fue afectada por fuertes tensiones entre Chad y Sudán, que se acusaban entre sí de apoyar a rebeldes" que operaban contra los respectivos gobiernos, dijo a IPS Marie-Angele Nguebou, comisaria de policía de Yaoundé.

"Así que aquí cunde la desconfianza y la suspicacia, lo que llevó a la proliferación de pandillas armadas y de armas de fuego en una región que los ejércitos nacionales son incapaces de controlar efectivamente, debido a la falta de personal y logística", señaló.

Según fuentes militares en Yaoundé, las fuerzas armadas pueden combatir efectivamente la inseguridad. Pero carecen de equipos de comunicación, vehículos apropiados y aparatos de vigilancia satelital para ubicar movimientos de las pandillas en el monte.

A algunos analistas también les preocupa la capacidad de los tres países para contener a los bandoleros.

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe