La concertación entre países y organismos internacionales y el desarrollo del Sur son indispensables para que los flujos migratorios se encaucen, con la aplicación efectiva de principios y códigos de conducta de protección a los derechos humanos.
Esa es la principal conclusión de los trabajos de dos días en el Encuentro Iberoamericano sobre Migración y Desarrollo, finalizado este miércoles en Madrid y que fue convocado por la Secretaría General Iberoamericana (Segib), con el apoyo del gobierno de España, de un grupo de empresas y la Fundación Carolina.
Un tema fundamental para el desarrollo de los países del Sur es que se concrete el libre comercio internacional, pues de ese modo esos países pobres podrán exportar sus productos sin barreras arancelarias o de otro tipo al mundo industrializado, dijo a IPS el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias.
Acerca del trato a los inmigrantes, el director Nacional de Migraciones de Argentina, Ricardo Rodríguez, declaró a IPS que todos deben tener derecho a la salud y a la educación "incluso aquellos que se encuentran en situación migratoria irregular".
Además, añadió, "el Estado receptor debe garantizar el derecho a la reunificación familiar de los inmigrantes con sus padres, cónyuges e hijos, entendiendo que es un ámbito necesario e importante para todo inmigrante".
En el marco del Encuentro, Argentina y España fueron reconocidos como los dos países de la Comunidad Iberoamericana que más han avanzado en la legislación para garantizar los derechos de los inmigrantes.
Entre esas obligaciones está el de que los estados reconozcan los derechos ciudadanos de los inmigrantes, entre ellos el de votar en los países donde residan, según consta en el borrador de las conclusiones generales al que tuvo acceso IPS,
Rodríguez fue más allá aun y, destacando que esa es la posición de su país, destacó que los inmigrantes deben gozar entre otros del derecho a voto y que todos los países deben aprobar los acuerdos laborales impulsados por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Sobre las propuestas de la OIT se subrayó en el Encuentro que la resolución 169 de ese foro multilateral sobre los derechos migratorios de los pueblos indígenas no fue ratificada por ningún país del Norte así como tampoco lo han hecho muchos estados del Sur en desarrollo.
Un tema al que los reunidos prestaron especial atención fue el de las remesas de dinero enviadas hacia sus países de origen por los emigrantes. Sobre las características, las condiciones, el uso y los beneficios de las mismas, se agregó, hay poca información.
Pero una cosa quedó clara: los países del Norte seguirán necesitando trabajadores del Sur y desde esa región del mundo proseguirá el flujo migratorio y, en consecuencia, también las remesas de dinero. Ante ello se planteó que se debe continuar reduciendo el costo de las mismas y asegurar transparencia en los tipos de cambio.
También se analizó en el Encuentro Iberoamericano sobre Migración y Desarrollo la llamada "fuga de cerebros", entendiendo por tal la emigración de profesionales y científicos de los países en desarrollo, que cargan con el costo de esa preparación, y su desempeño en los países industrializados.
En esa materia, los participantes de la reunión recomendaron que se impulsen acciones para retenerlos en sus países de origen, pero sin imponer trabas jurídicas.
Otro tema considerado importante es el respeto a los derechos humanos. Para ello, señalaron los reunidos, debe prevalecer el compromiso ético y jurídico en pro de las personas y no en pro de las restricciones. Para lograrlo es preciso que todos los estados se comprometan en ello y que no se hable de inmigración ilegal o irregular porque eso es una forma de discriminación..
Asimismo hubo acuerdo en señalar que la política de desarrollo no consiste en sostener el flujo de las remesas de dinero sino en fortalecer la cooperación internacional y las relaciones comerciales libres y equitativas entre todos los países, tanto los emisores de emigrantes como los receptores de inmigrantes.
Otro punto subrayado fue que las migraciones no deben intensificar y promover la desigualdad, sino que los estados y otros organismos públicos y privados deben velar porque se respeten, entre otros, los derechos de género. Porque está comprobado que las mujeres inmigrantes son las más discriminados en los países de destino.
José Ángel Oropeza, consejero para la América de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), dijo a IPS que hay dos experiencias muy positivas en la regularización de la inmigración, que son las de Argentina y de España. "Más allá de que pueden y deben ser mejoradas, lo cierto es que han sido y son positivas", puntualizó.
Oropeza adicionó que el concepto de ciudadanía debe llegar a ser iberoamericano, "o sea común a todos los países miembros de la Comunidad Iberoamericana de Naciones".
La Comunidad está integrada por los 22 países de habla española y portuguesa de América Latina y el Caribe y la península Ibérica.
Los acuerdos logrados en este Encuentro serán redactados en los próximos días. A partir del lunes podrán ser vistos y comentados en el sitio www.iberoamerica.org y el texto final será remitidos a los Coordinadores Nacionales de los 22 países que participan en las Cumbres Iberoamericanas una vez que el texto sea aprobado por la Segib.
Esos coordinadores se reunirán el 4 de septiembre en Madrid y tienen como objetivo elaborar el documento final que será presentado a la XVI Cumbre Iberoamericana prevista para el 4 y 5 de noviembre en Montevideo.
El Encuentro, manifestó Iglesias en rueda de prensa, superó todas las expectativas, ya que hubo 670 participantes de 30 países, de 33 organismos internacionales y de 44 organizaciones no gubernamentales.
Una de estas organizaciones de la sociedad civil y co-patrocinadora del Encuentro, la Fundación Carolina, tiene en su patronato a 26 empresas españolas, la mayoría de las cuales son fuertes inversoras en América Latina.
Una de sus actividades es financiar las becas de 1.500 universitarios de América Latina por año para estudios de posgrado, a los que aplica "un filtro" como es el compromiso firme de regresar a su país a aplicar los conocimientos adquiridos.
"Es una forma, aunque hay otras también, de contribuir no sólo a formar profesionales sino también a evitar la fuga de cerebros", dijo a IPS la directora de la Fundación Carolina, Rosa Conde.
