COMUNIDAD ANDINA: Chile puede llenar el vacío de Venezuela

El secretario general de la Comunidad Andina de Naciones (CAN), Allan Wagner, estima que los efectos negativos del retiro de Venezuela deben ser interpretados como una botella medio llena, y pugnar por completarla. El retorno de Chile podría ayudar a llenarla.

Así, explicó Wagner a IPS, debe verse lo que está ocurriendo en la CAN, cuyos demás miembros son Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú y a la que retornará Chile. La presidenta chilena Michelle Bachelet podría efectuar el anuncio el 28 de este mes, cuando asista en Lima a la asunción del mandatario electo peruano Alan García.

En Lima también tiene su sede la Secretaría General a cargo de Wagner, quien finalizó este miércoles una visita de dos días a España, en la cual suscribió un acuerdo con la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) y presentó el programa Araucaria.

El retiro de Venezuela "no es un divorcio sino una separación, para converger en la Comunidad Sudamericana" de Naciones, a la que se sumaron desde 2004 todos los países de América del Sur. No debemos olvidar, añadió, que el retiro efectivo de ese país se producirá en cinco años, tal como lo establece el reglamento de la CAN.

Simultáneamente, Venezuela tendrá que resolver cómo compagina su salida en cinco años de la CAN con la conformación de la Comunidad Sudamericana, en la que están todos los países de los dos bloques existentes en América del Sur, la CAN y el Mercosur.

Venezuela es desde esta semana miembro pleno del Mercosur (Mercado Común del Sur, fundado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay).

El martes, Wagner dictó una conferencia en la Casa de América, Madrid, en la que anunció que propondría a la Cumbre Iberoamericana convocada para el 4 y 5 de noviembre en Montevideo, el apoyo de los mandatarios de los 22 países representados en la misma al perfeccionamiento del modelo de desarrollo, la modernización de los sistemas políticos y el impulso a la integración.

Wagner firmó también un memorando de entendimiento con la AECI, con cuatro años de duración prorrogables por acuerdo de las partes, en el que se definieron áreas de trabajo de interés común para las cuales la CAN recibirá una aportación anual de dos millones de euros (2,5 millones de dólares).

Esas áreas son la gobernabilidad democrática, el fortalecimiento institucional, el apoyo a los sectores turístico, cultural y educativo, el desarrollo territorial y fronterizo y el ambiente.

De acuerdo a ese entendimiento, la AECI y la CAN actuarán también en el marco del programa Araucaria XXI, orientado a garantizar la sostenibilidad ambiental de América Latina, y que fue presentado el martes por la ministra de Medio Ambiente de España, Cristina Narbona, la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Leire Patín, y el propio Wagner.

Pajín destacó que esa garantía se procurará a través de la conservación y uso sustentable del capital natural latinoamericano para mejorar la calidad de vida de las generaciones presentes y asegurar el de las futuras, en el marco de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).

Uno de los ODM —adoptados por la comunidad internacional en 2000 como plataforma para reducir la desigualdad y la pobreza en todo el mundo— propone un modelo de desarrollo compatible con la preservación de los recursos naturales.

El programa Araucaria de la AECI se originó en 1997, en línea con el Convenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica, para la conservación y el desarrollo sostenible en la región. Desde entonces se registraron 11 proyectos integrales en 10 países, más de 30 sectoriales, y 40 cursos de formación especializada en Colombia, Bolivia y Guatemala.

Renovado bajo el nombre Araucaria XXI, participan en él ministerios, municipios, organizaciones no gubernamentales, multilaterales e internacionales y bloques, entre ellos la CAN, el Mercosur y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe. Nuevos proyectos se desarrollarán en República Dominicana, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, Honduras, Bolivia, Ecuador, Argentina, Paraguay y Brasil.

La CAN, subrayó Wagner, es un epicentro de biodiversidad por la riqueza biológica de sus países. Pero eso está en peligro por el proceso de cambio climático, alertó.

"Si no se adoptan medidas y se cambia el rumbo, en unos 15 años se derretirán todos los glaciares de la Cordillera de Los Andes que estén por debajo de los 5.000 metros de altura, lo que afectaría notoriamente al abastecimiento de agua", estimó.

En el terreno económico, en América Latina fracasó el modelo surgido del Consenso de Washington, que fue impulsado en los años 90 por el Fondo Monetario Internacional, dijo Wagner. Eso llevo a que la región sea hoy la más desigual del mundo.

Se registra un crecimiento del producto interno bruto superior al cuatro por ciento anual, pero eso "no se refleja en el nivel de vida de la población". No solo en lo económico, "sino que también hay exclusión cultural, la que en especial afecta a los pueblos indígenas", dijo.

El apoyo a la democratización no implica que los gobiernos de la CAN no sean democráticos, pues aun cuando hay crisis en las que caen gobiernos, la situación se resuelve dentro de marcos legales y aplicando las normas constitucionales de cada país, indicó.

Wagner puso énfasis en lo positivo de la asunción del gobierno de Evo Morales en Bolivia. "Es la primera vez en la historia que llegan indígenas al poder, en elecciones libres y democráticas. Estoy seguro de que la reforma constitucional abrirá un proceso fundamental para que las comunidades indígenas no sean solamente reconocidas sino incorporadas a la sociedad efectivamente y con todos sus derechos".

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