VIVIENDA: Tugurios y asentamientos se ayudan a sí mismos

Decenas de miles de casas, baños públicos y hasta estaciones de policía están siendo construidas en tugurios de India y en asentamientos irregulares de Sudáfrica, pero no como resultado de algún programa nacional ni del trabajo de una organización no gubernamental.

Se trata del esfuerzo de los propios residentes combinado con la colaboración de las autoridades locales. Esta es la forma en la que las ciudades pueden desarrollarse, sostuvo David Satterthwaite, experto en urbanización del Instituto Internacional para el Ambiente y el Desarrollo (IIED, por sus siglas en inglés), con sede en Londres.

El IIED es un centro de investigación en el campo del desarrollo sostenible, abocado en especial a África, América Latina y Asia.

Hace 30 años, expertos se reunieron en la sudoccidental ciudad canadiense de Vancouver para analizar los desafíos de la urbanización, en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Asentamientos Humanos.

Esta semana, delegados de todo el planeta se congregan otra vez en esa ciudad de Canadá para revisar lo que ha fallado desde entonces. Se trata de la tercera reunión del Foro Urbano Mundial desde su lanzamiento en 1998 por el Programa de Asentamientos Humanos de las Naciones Unidas (ONU-Hábitat).
[related_articles]
El encuentro, que comenzó el lunes y concluirá este viernes, tiene la consigna "Ciudades sostenibles: convirtiendo las ideas en acción", y atrae a más de 15.000 representantes de organizaciones no gubernamentales, instituciones académicas, gobiernos nacionales y locales.

"En 1976, los gobiernos se comprometieron formalmente a trabajar con los que viven en tugurios y asentamientos irregulares para mejorar su condición de vida y garantizar la provisión universal de agua y servicios sanitarios", indicó Satterthwaite a IPS en una entrevista por correo electrónico.

"Pero el número de personas que viven en asentamientos se ha más que triplicado desde entonces. En 2006, muchos más habitantes urbanos (y rurales) carecen de buenos suministros de agua y de servicios sanitarios que en 1976", añadió.

Satterthwaite dijo que el tiempo ha llegado para aceptar nuevas verdades y desacreditar viejos mitos.

"En 1976, la importancia de que los gobiernos trabajaran con sus 'ciudadanos ocupantes' era muy destacada pero poco practicada. Los líderes de los asentamientos irregulares estaban allí, pero la mayoría solo se refirieron a su lucha para evitar el desalojo y a ninguno se le permitió hablar en las sesiones oficiales", afirmó.

Este año se presenta en Vancouver una alternativa: las alianzas entre los gobiernos locales y los residentes de tugurios y asentamientos, añadió.

Satterthwaite dijo que no hay cifras precisas sobre el número de habitantes en esas zonas, "en parte porque cada gobierno tiene definiciones diferentes de lo que es un tugurio, dificultando las comparaciones internacionales".

"El número de habitantes urbanos con viviendas de pobre calidad y abarrotadas, con frecuencia sin acceso adecuado a agua ni a servicios sanitarios, es de alrededor de 900 millones en todo el mundo", indicó.

China e India son los países con mayor número de personas en esas condiciones. Hay mucho menos habitantes de asentamientos en los países ricos.

La meridional ciudad brasileña de Porto Alegre tiene una larga historia de innovadoras iniciativas oficiales que han reducido con éxito la proporción de personas con vivienda de pobre calidad.

En algunos países hay hoy una gran voluntad para escuchar a los líderes de los asentamientos irregulares, pero "se necesita más que eso: verdaderas asociaciones y trabajo conjunto", dijo Satterthwaite.

"La mayoría de los ejemplos de esto son gobiernos municipales trabajando con las federaciones de habitantes de tugurios y asentamientos, como el caso de Durban (Sudáfrica), Windhoek (Namibia) y muchas ciudades de Tailandia e India", indicó.

Éste es un problema nacional y local, "pero los foros internacionales le permiten a las federaciones de habitantes de asentamientos y a las autoridades de gobierno con las que trabajan informar el resultado de sus asociaciones en términos de casas construidas y adaptadas, problemas de tenencia de tierra solucionados y mejoras en el acceso al agua y a salubridad", agregó.

Satterthwaite señaló que las asociaciones entre residentes y gobiernos locales se hicieron posibles gracias a un cambio producido dentro de las federaciones de asentamientos irregulares.

"Tradicionalmente, se organizaban para hacer demandas concretas ante los gobiernos nacionales, como pedir viviendas, tierras, protección ante los desalojos, agua potable y servicios sanitarios. Esta nueva generación se dio cuenta de que nada de eso tenía resultado", explicó.

La mayoría de los gobiernos eran incapaces de satisfacer sus demandas, y por eso, "las federaciones cambiaron de enfoque. Se organizaron y empezaron a hacer sus propios proyectos, como construir casas y baños comunitarios. Luego pidieron a los gobiernos que colaboraran. La federación india de tugurios fue la primera en hacer es cambio", añadió.

Satterthwaite subrayó la importancia de que las agencias internacionales colaboren con estos proyectos locales.

"Las agencias de financiación internacional necesitan aprender a escuchar a los habitantes de los tugurios y a apoyar sus iniciativas. Eso no requiere, por lo general, grandes sumas de dinero", apuntó.

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe