Durante la visita del presidente boliviano Evo Morales a Buenos Aires, su par argentino Néstor Kirchner se comprometió a pagar un precio 56 por ciento superior al actual por el gas natural importado desde Bolivia. Los mandatarios firmaron además acuerdos migratorios y de inversiones.
El nuevo convenio pone fin a la crisis surgida en enero, luego de la asunción de Morales a la Presidencia de Bolivia. Argentina importaba gas pagando el favorable precio de dos dólares por millón de BTU (unidad térmica británica). Pero la nueva administración lo elevó a 3,3 dólares y anunció su intención de efectuar otro ajuste para colocarlo en 5,5 dólares.
Bolivia argumentaba que el acuerdo firmado entre Kirchner y el ex mandatario boliviano Carlos Mesa, que establecía un precio "solidario" del hidrocarburo, debía ser revisado a la vista del fuerte incremento del fluido en el mercado internacional, en torno a los 10 dólares por millón de BTU.
Tras una larga y por momentos ríspida negociación ministerial, Argentina y Bolivia suscribieron este jueves un nuevo acuerdo por el cual la primera pagará a la segunda cinco dólares por unidad desde el 15 de julio hasta el 31 de diciembre de este año. A partir de esa fecha se renegociarán los valores.
El acuerdo con Argentina es el segundo paso importante de Morales en materia energética luego del anuncio de la nacionalización de los hidrocarburos el 1 de mayo. Esa decisión provocó un cimbronazo en la región, por la dependencia brasileña y argentina del gas boliviano. El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva convocó a una cumbre de urgencia.
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Lula, Morales, Kirchner y el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, se reunieron el 4 de mayo en el nororiental Puerto Iguazú, Argentina, y tras una larga discusión coincidieron en la necesidad de "preservar y garantizar el abastecimiento de gas favoreciendo un desarrollo equilibrado entre países productores y consumidores".
Brasil adquiere entre 24 y 30 millones de metros cúbicos diarios de gas boliviano y aún debe negociar un nuevo valor para sus compras.
Bolivia proyecta con Argentina un aumento del volumen de las transacciones. Este país adquiere más de siete millones de metros cúbicos de gas por día, pero el acuerdo prevé incrementar las compras en 20 millones de metros cúbicos diarios una vez que finalice la construcción de un nuevo gasoducto en el noroeste argentino.
Actualmente, las compras de gas a Bolivia representan cinco por ciento del consumo local de ese combustible y están en el máximo de la capacidad local de transporte. Pero con las obras que se proyectan de ambos lados de la frontera, 25 por ciento del mercado argentino del fluido se podrá abastecer de gas boliviano.
El convenio tendría repercusiones también en Chile, que adquiere gas natural argentino cuyo precio podría elevarse si el gobierno de Kirchner decide trasladar parte del aumento negociado con Bolivia. De momento, Buenos Aires ha asegurado que no habrá cambios en los valores del mercado interno.
La visita de Morales comenzó este jueves en la mañana con una breve reunión de los mandatarios en la Casa Rosada, sede de gobierno De allí se trasladaron a Hurlingham, un distrito de la provincia de Buenos Aires, al oeste de la capital, en la que encabezaron un acto popular.
En ese escenario, con gran asistencia de residentes bolivianos, Kirchner declaró que a su gobierno "no le interesa el crecimiento económico para unos pocos, sino para todos los argentinos" y explicó ante Morales que ese mismo deseo tenía el resto de América Latina.
"Por eso, amigo presidente de Bolivia, lo recibimos aquí con los brazos abiertos, para construir entre todos una patria grande como la que soñaron nuestros héroes", dijo Kirchner poco antes de poner su firma a los acuerdos.
A su turno, Morales agradeció "el esfuerzo" de Argentina de aceptar el aumento del precio del gas y aseguró que este convenio implicaba "un enorme alivio" para Bolivia, un país que es la segunda potencia gasífera sudamericana después de Venezuela, pero en el que 95 por ciento de la población no tiene acceso a gas por cañería.
El mandatario boliviano se manifestó dispuesto a "aumentar los volúmenes de exportaciones de gas" a otros países y para ello prometió que seguiría negociando con los gobiernos de la región, aunque remarcó su voluntad de mantener el control de los hidrocarburos.
"En Bolivia recuperamos los hidrocarburos. Los recursos naturales no pueden ser privatizados. Buscamos socios, no patrones ni dueños para nuestros recursos", subrayó Morales.
Además del entendimiento sobre el gas, los presidentes firmaron un acuerdo de regularización migratoria que facilita los trámites de residencia a más de 1,5 millones de bolivianos que viven en este país, y otro sobre integración e infraestructura en la zona de frontera.
Merced a estos convenios, empresas de Argentina aumentarán sus inversiones en Bolivia para la industrialización del gas destinado a la exportación, y se anticipó un proyecto para construir una planta separadora de gases y otra de equipos de gas natural comprimido para automóviles.