Si el mundo no despierta ante el clamor de los asirios cristianos, este antiguo pueblo perseguido por las sucesivas autoridades de Iraq se extinguirá, advirtieron organizaciones de derechos humanos.
La comunidad asiria de Iraq, cuyo origen se remonta a la cuna de la civilización occidental en la Mesopotamia, es blanco cada vez más frecuente de ataques, aun tras la invasión encabezada por Estados Unidos que puso fin al régimen de Saddam Hussein (1979-2003).
"Hoy la situación es la peor que jamás hayamos vivido en Iraq", dijo Andy Darmoo, director de la campaña "Salven a los asirios", en diálogo con representantes de la prensa en la sede neoyorquina de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Esta campaña fue lanzada en enero de 2005 por el ex arzobispo de Canterbury, Lord Carey, uno de los religiosos anglicanos más respetados del mundo.
El europarlamentario del Partido Laborista británico Glyn Ford dijo que los asirios de Iraq suelen sufrir tortura, secuestro, extorsión, hostigamiento, ataques con explosivos contra iglesias, conversión religiosa forzada, restricción de derechos políticos y destrucción de propiedades.
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Y ésas son solo algunas de las violaciones deliberadas a los derechos humanos que siembran el caos en la vida de los cientos de miles de asirios que quedan en Iraq.
Las atrocidades son cada vez más frecuentes en el norte del país, donde se concentran los asirios, en especial en ciudades como Kirkuk y Mosul, pero también en Bagdad, dijo Darmoo.
"Los peligros que afrontamos ahora son aun mayores que hace pocos años", continuó. En el siglo XIII, las fuerzas de Mongolia lideradas por el príncipe Hulagu, nieto del conquistador Genghis Kahn, arrasaron con la antigua Mesopotamia —hoy Iraq—, en una acción que acabó con 800.000 vidas, recordó el activista.
Según varias fuentes, entre ocho y 12 por ciento de los 26 millones de iraquíes pertenecen a la fe cristiana. La mayoría profesan los credos asirio, caldeo, armenio y católico, en ese orden.
Los asirios iraquíes hablan siríaco clásico, idioma derivado del arameo, el que predominaba en Palestina en tiempos bíblicos. La mayoría pertenecen la Iglesia Uniate Caldea, la Iglesia Ortodoxa Siria, la Iglesia Católica Siria y la Iglesia Asiria del Este.
Se estimaba que los asirios en Iraq eran alrededor de un millón, pero antes del último ciclo de exilio. Miles de asirios buscaron refugio fuera del país.
Alrededor de la mitad de la comunidad asiria iraquí reside en el norte del país, principalmente en la llanura de Nínive y sus alrededores.
Después de la guerra del Golfo de 1991, se formó en el norte de Iraq un gobierno regiona kurdo protegido por la fuerza aérea de Gran Bretaña de los ataques del régimen de Saddam Hussein.
Entonces recrudeció la confiscación ilegal de tierras de asirios en territorio kurdo. El problema no ha cesado, dijo a IPS Shamiran Mako, experta del Consejo para la Investigación y el Desarrollo Asirios con sede en Canadá.
Mako dijo que, desde la "liberación" de Iraq, la opresión se ha vuelto más evidente.
"Funcionarios pertenecientes al Partido Democrático Kurdo tomaron medidas sistemáticas para marginar y eliminar a los asirios a través de políticas dictatoriales del gobierno regional kurdo", afirmó.
Allí, según Mako, el ritmo del éxodo asirio se duplicó. En el norte esto fue consecuencia directa de las medidas discriminatorias del gobierno regional kurdo, bajo el auspicio del Partido Democrático Kurdo y el segundo partido de la región, la Unión Patriótica de Kurdistán.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) informó el año pasado que 36 por ciento de los 700.000 iraquíes que se refugiaron en Siria entre octubre de 2003 y marzo de 2005 eran cristianos.
Pese al vasto número de refugiados asirios iraquíes que viven en condiciones terribles, Darmoo se mostró anonadado de que ninguna organización haya prestado ayuda aún.
"Pero esta vez no nos detendremos hasta que se reconozca nuestros derechos humanos", dijo a IPS.
La campaña "Salven a los asirios" llegó a ser objeto de análisis de los parlamentos de Gran Bretaña y la Unión Europea.
El Parlamento Europeo llamó en abril a la Comisión Europea, el Consejo de la Unión Europea y la comunidad internacional a actuar para poner fin a la terrible situación de los asirios en Iraq.
La vigencia de la constitución federalista de Iraq no significó una mejora de la situación de los asirios y miembros de otras minorías, a pesar de que fue uno de los argumentos para promover su aprobación en plebiscito, sostuvo Darmoo.
"La Constitución no significa nada a menos que nuestros derechos sean garantizados por la ONU y por las superpotencias", señaló el activista a IPS. "El gobierno iraquí no reconocerá nuestros derechos, así que la presión internacional debe ser impuesta."
Pero Mako, que el año pasado representó a los asirios en la undécima sesión del Grupo de Trabajo de la ONU sobre Minorías, dijo que el foro mundial "no hizo nada tangible".
"Los representantes de la ONU en el país no están atentos a la difícil situación de los asirios tras la caída de Saddam Hussein", dijo a IPS. "En cambio, se concentran en la opresión a los chiitas, los árabes sunitas y los kurdos".
Sin embargo, la ONU podría jugar un rol clave ofreciendo a los refugiados asirios que residen en países vecinos el derecho a regresar, "como lo hizo con los kurdos que llegaron de Irán y Turquía", razonó Mako.
Desde 2005, el Consejo para la Investigación y el Desarrollo Asirios procura registrar los abusos sufridos por asirios que viven en el corazón de Iraq septentrional, en Turquía sudoriental, en Iraq occidental y en Siria oriental, y a aquellos que están en la diáspora, por medio de su Proyecto de Documentación de Derechos Humanos Asirios.
"Con la actual limpieza étnica, la asimilación forzada y las migraciones, los cristianos asirios autóctonos serán erradicados completamente del nuevo 'Iraq democrático' en menos de 10 años", advirtió el primer documento del Proyecto.
"La kurdificación, arabización e islamización de Iraq dejaron a un antiguo pueblo a las puertas de la extinción", advirtió.
El documento aboga por el establecimiento de un territorio especial para la población asiria de Iraq, y llama al mundo a ayudar a asegurar el regreso de todos los refugiados de esa comunidad a su patria ancestral, en Iraq septentrional.
"A nosotros y a todas las otras etnias y religiones minoritarias de Iraq nos corresponden los mismos derechos humanos básicos que a los grupos étnico-religiosos más grandes", dijo a IPS Edison A. Ishaya, presidente de la Sociedad Académica Asiria, organización con sede en Estados Unidos y miembros en todo el mundo.
"Suplicamos al mundo, y especialmente a todos los hermanos y hermanas de todos los sectores de la sociedad iraquí, que nos concedan protección y nos reconozcan los derechos humanos básicos", expresó.
"Oramos para vivir en paz y continuar siendo una parte productiva y contribuyente de la sociedad iraquí, como siempre lo fuimos", concluyó Ishaya.
