Cuando los delegados de las monarquías europeas, entre septiembre de 1814 y junio de 1815, discutieron en esta ciudad el nuevo trazado del mapa de poder regional tras el fin de la hegemonía francesa por la derrota en las guerras napoleónicas, los resultados de las negociaciones no fueron evidentes de inmediato.
El estancamiento en esos debates de Viena, entonces capital del imperio austro-húngaro, llevó al diplomático Charles Joseph, también conocido como el duque de Ligne, a declarar: "El Congreso no avanza; baila".
Este sábado, tras el cierre en la víspera de la IV Cumbre América Latina y el Caribe-Unión Europea (UE), que se realizó en la hoy capital de Austria, el canciller (primer ministro) anfitrión, Wolfgang Schüssel, parafraseó al duque de Ligne, al decir que el logro más importante de la reunión fue que "todos pudieron hablar con todos."
En este sentido, el encuentro de los jefes de Estado y de gobierno de los 25 países miembro de la UE y los 33 latinoamericanos y caribeños quizás no obtuvo avances, pero propició el diálogo.
En efecto, las delegaciones gubernamentales participaron en unas 300 reuniones bilaterales, ya sea entre ambas regiones o entre los propios latinoamericanos.
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Entre las últimas se destacó la sostenida por los presidentes Evo Morales, de Bolivia, y Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil, que contribuyó a reducir las tensiones entre ambas naciones provocadas por la nacionalización de los hidrocarburos ordenada por La Paz el 1 de este mes y que afecta principalmente a la compañía estatal Petrobras.
Bolivia, que tiene la segunda mayor reserva de gas de América del Sur después de Venezuela, y Brasil, con su petrolera como la principal operadora en el país del altiplano andino, son "grandes aliados como países, como presidentes, como gobierno", se encargó de aclarar Morales.
"En este marco, jamás van a poder hacernos enfrentar", aseguró el gobernante izquierdista de Bolivia, en conferencia de prensa tras la reunión con su par brasileño, afín ideológicamente.
Fuentes cercanas a Morales dijeron a IPS que la semana próxima se lanzarán las negociaciones directas con sus vecinos para fijar precios de venta del gas natural exportado por Bolivia, que tiene como principales clientes precisamente a Brasil y luego a Argentina.
Por su parte, el canciller brasileño, Celso Amorim, quien en la víspera se había manifestado "indignado" por expresiones de Morales sobre la legalidad o no en que actúa Petrobras, afirmó tras la reunión de ambos gobernantes, que los dos países van "a superar la página de los malentendidos".
La atención que atrajo la participación de Morales en la cumbre constituye también otro logro, pues manifiesta que Europa toma conciencia de los cambios sociales, económicos y geopolíticos que implican para América Latina la llegada al gobierno de Bolivia de un indígena, el primero en este país donde 60 por ciento de sus 9, 2 millones de habitantes se declara descendiente de algún pueblo originario.
La población indígena, mayoritaria en varios países de la región, continúa siendo la principal víctima de la pobreza y marginación provocadas originalmente por la conquista europea, hace más de 500 años.
Schüssel, quien se reunió este sábado con la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, enfatizó que en la Cumbre "han habido contactos muy intensos entre los miembros de la Comunidad Andina de Naciones (CAN)", que había llegado a Viena dividida por las contradictorias posiciones de sus gobiernos sobre los tratados de libre comercio con Estados Unidos.
Venezuela y de Bolivia discrepan radicalmente con los tratados con Washington firmados por Colombia y Perú y el que negocia Ecuador, todos integrantes de la CAN, por entender que son incompatibles con la integración latinoamericana.
Como otro resultado favorable de la reunión de Viena, el jefe de gobierno austriaco mencionó "la obligación que la UE se ha autoimpuesto de duplicar el comercio con América Latina en un plazo de cinco años". Sugirió que este aumento del intercambio podría crear hasta 100 millones de empleos a ambos lados del océano Atlántico.
"Estos puestos de trabajo beneficiarían a jóvenes", apuntó Schüssel.
Aunque la cumbre cerró oficialmente el viernes, este sábado se sucedieron reuniones bilaterales entre la UE con Chile y México, así como lo hicieron representantes de todas las regiones de América Latina y el Caribe.
Tanto Bachelet como su homólogo mexicano, Vicente Fox, enfatizaron en estos encuentros bilaterales que los acuerdos de asociación con la UE, vigentes desde 2000 con México y desde 2003 con Chile, han contribuido a aumentar el intercambio comercial con Europa, propiciando una mayor dinámica en sus respectivas economías nacionales. Bachelet declaró durante que el tratado con el bloque europeo "ha beneficiado ampliamente a los chilenos y chilenas".
Las exportaciones de Chile a la UE se han incrementado en 115 por ciento desde entonces, mientras que la inversión europea en ese país sudamericano ha superado los 5.000 millones de dólares, que representan aproximadamente 60 por ciento de los capitales externos llegados de modo directo en el mismo lapso, detalló.
El comercio entre Chile y la UE asciende en la actualidad a más de 10.000 millones de dólares, lo cual hace que este bloque sea su socio más importante fuera de América Latina, recordaron ambas partes.
Resultados similares del acuerdo de asociación México-UE fueron anunciados tras la reunión bilateral de este sábado.
"Durante los cinco años de aplicación del tratado, México y la UE han pasado a ser socios comerciales preferenciales, fuertes y estratégicos, tanto en América Latina como a nivel internacional", aseguraron ambas delegaciones en una declaración conjunta publicada también en esta jornada.
Estos dos acuerdos servirán como ejemplo de los que comenzará a negociar la UE con América Central y el que está en proceso con la CAN.
Respecto de la región del Caribe, la UE saludó la creación de un mercado único a partir de enero en la región, "que constituye el primer componente (de integración) del mercado y la economía" en esa zona.
Además, la UE anunció que está considerando crear un Fondo de Desarrollo Regional, así como la inclusión en el programa de cooperación internacional destinado al Caribe, de apoyos específicos para el desarrollo del mercado único caribeño.
La UE anunció también la creación de un instrumento de asistencia para atender los efectos de las catástrofes de origen natural que soporta de modo constante el Caribe, como las provocadas por los huracanes, así como de renovar sus esfuerzos a fin de permitir un mejor acceso a su mercado de productos agrícolas de esa región, como azúcar y banano.
