AMBIENTE-ARGENTINA: Kirchner desafía a Uruguay

Desde un escenario destinado a desfiles de carnaval en la oriental ciudad de Gualeguaychú, el presidente de Argentina, Néstor Kirchner, sumó este viernes el apoyo expreso casi unánime de los gobiernos provinciales en la controversia ambiental con Uruguay.

Kirchner se comprometió a seguir "una política de crecimiento económico con equidad, que incorpore la dimensión ambiental en todas las acciones de gobierno", al hablar en un acto multitudinario realizado en la localidad distante a unos 25 kilómetros de la costa uruguaya de un río limítrofe donde se levantan dos fábricas de celulosa, cuestionadas por Argentina.

La nueva estrategia, sobre la que pidió el compromiso de los gobernadores, debe elevar "los estándares actuales de cuidado del ambiente" en el país, arengó.

También destacó el mandatario el respaldo de las provincias a la presentación el jueves ante la Corte Internacional de Justicia, con sede en La Haya, de una denuncia contra Uruguay por autorizar la radicación de esas dos plantas sin autorización de Argentina, como lo indica un tratado bilateral al respecto, ni realizar un estudio de impacto ambiental, según aduce el escrito.

Argentina sostiene que al autorizar las obras, Uruguay violó el llamado Estatuto del Río Uruguay, suscrito por ambos países en 1975.
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Entre los contados gobernadores que no estuvieron presentes en esta ciudad de la provincia de Entre Ríos se destacó el caso de Alberto Rodríguez Saá, de San Luis, quien se manifestó en desacuerdo con Kirchner por haber llevado la controversia al tribunal de La Haya.

En cambio, el gobierno nacional contó con el apoyo de gobernadores de la oposición, como el de Mendoza, Julio Cobos, quien exhortó a sus pares a "seguir explotando los recursos naturales y a seguir produciendo papel, pero a hacerlo con responsabilidad".

La convocatoria popular fue de 40.000 a 75.000 personas, según las distintas fuentes, que colmaron el llamado "corsódromo", un amplio recinto rectangular flanqueado por gradas utilizado para los desfiles de comparsas en carnaval. Las banderas argentinas y los carteles con la consigna "no a las papeleras, sí a la vida" poblaron el lugar.

El presidente se trasladó con todo su gabinete ministerial para obtener el apoyo de la gran mayoría de los gobernadores, intendentes, legisladores y dirigentes sindicales de Argentina.

El contraataque uruguayo será el 25 de este mes, fiesta patria argentina, cuando el presidente Tabaré Vázquez reúna a su Consejo de Ministros en sesión abierta al público en Fray Bentos, la capital del occidental departamento de Río Negro y en cuya cercanía se construyen las dos plantas que producirán 1.500 toneladas al año de pasta de celulosa para fabricar papel.

Este viernes, 18 gobernadores y cuatro vicegobernadores (Argentina está divido en 25 distritos) firmaron el documento titulado "El desarrollo sostenible para consolidar una política de crecimiento con equidad".

En el texto se manifiesta el apoyo a la presentación judicial argentina en La Haya, el propósito de trabajar mancomunadamente para que el desarrollo sostenible sea una política de Estado, e incorpora la agenda ambiental a todos los niveles de gobierno.

También se propone fortalecer la institucionalidad ambiental, y optimizar el uso de recursos tales como el ordenamiento territorial, la evaluación de impacto ambiental, los sistemas de control y monitoreo, la educación ambiental y la participación ciudadana en las decisiones.

Esos compromisos podrían sonar como un mensaje celestial a los oídos de organizaciones que trabajan en temas ambientales. Pero las fuentes consultadas por IPS en ese sector prefirieron esperar hechos concretos, no sólo palabras.

Paula Brufman, coordinadora de campaña contra la contaminación de la agrupación Greenpeace Argentina, consideró que "hay una gran incoherencia en hacer declaraciones sobre la importancia del ambiente con gobernadores provinciales que de ambientalistas no tienen nada".

El gobierno de Kirchner, que cumple tres años de gestión, "nunca se preocupó por diseñar una política ambiental adecuada", sentenció ante IPS la activista. "Ojalá esto sirva para asumir ese compromiso, y que éste no sea un acto político más, pero para eso hay que esperar hechos concretos, no más palabras", añadió.

Tras el acto y a través de un comunicado, Greenpeace fue más dura aún al calificar de "papelón" el discurso de Kirchner, porque, entre otras críticas, "ni siquiera prometido un plazo" para poner en marcha un plan que evite la contaminación generada por las plantas de celulosa instaladas hace años en Argentina, muchas de las cuales funcionan con tecnología vetusta.

El discurso del mandatario argentino "es por lo menos poco sincero" y está "muy por debajo de las expectativas", ya que no ofrece ningún lineamiento concreto sobre política ambiental para el país ni propone soluciones concretos para las actuales y las futuras plantas de celulosa, sostuvo el director ejecutivo de Greenpeace, Martín Prieto.

Esta organización ambientalista también cuestionó la presentación de Argentina ante la Corte de La Haya, pues entiende que debería ser "la última etapa del conflicto", ya que "hay instancias de discusión que no se han explorado debidamente".

Por su parte, el presidente de la Avocación de Vecinos de La Boca, Alfredo Alberti, dijo a IPS que consideraba "excelente" que Kirchner y los gobiernos provinciales asuman esta responsabilidad en una causa destinada a prevenir la eventual contaminación. Pero advirtió que hay problemas anteriores y más graves aún sin respuesta.

La Cuenca Matanza Riachuelo, en el sur de Buenos Aires, es la más contaminada del país, precisó. "Se trata de ríos agónicos", añadió Alberti, en consonancia con lo señalado ya por la Auditoria General de la Nación y la Defensoría del Pueblo de la Nación..

"Invitamos a Kirchner a navegar este río con todo su gabinete", desafió Alberti. "Después de esa nefasta travesía, nos gustaría que también convoque a todo su gabinete a trabajar para colocar una bisagra en esta historia", abundó.

Para Alberti, el diferendo con Uruguay por las fábricas de celulosa marcó un hito en el aumento de la conciencia ambiental. "Ojalá sirva para trabajar en todos estos temas", deseó.

Tras la lectura del documento de compromiso, Kirchner detalló en el acto de este viernes el estado de situación de la disputa con Uruguay. Se manifestó "dispuesto a seguir ayudando a encontrar el camino de la preservación del ambiente en unidad", pero también señaló puntos que considera débiles de la posición de Montevideo.

"Uruguay autorizó la instalación de las plantas en Fray Bentos, sobre el río Uruguay, sin haber satisfecho nuestras preocupaciones por el impacto que esos proyectos tienen sobre el río limítrofe, el ambiente y la población de ambas orillas", afirmó.

Los vecinos de Gualeguaychú temen que las fábricas de celulosa contaminen el aire y el agua y afecten la calidad de las aguas del río compartido. Por eso realizan protestas multitudinarias y, en especial, el bloqueo de la ruta de acceso al puente General San Martín que une ambos países, concretado de modo intermitente desde fines del año pasado.

"No estamos hablando de afectar la soberanía de ningún país", remarcó Kirchner al criticar las obras en territorio uruguayo.

"Nadie puede reclamar soberanía para el uso de un recurso que no es totalmente propio", dijo, y se refirió a los artículos del tratado bilateral sobre el río Uruguay que prevén la realización de consultas a las partes cuando se trata de proyectos de gran magnitud.

El presidente admitió la existencia de fábricas de celulosa que contaminan el río Uruguay del lado argentino, como critica Montevideo. "Debemos mejorar esa tecnología", pero están en distintas localizaciones y entre todas producen la mitad de lo que fabricarán las dos firmas en Uruguay, justificó.

Finalmente, Kirchner colocó la disputa en el marco de la lucha Norte-Sur y exhortó a los países latinoamericanos a "interpelar con serenidad, pero con firmeza" al mundo industrializado para que cesen de trasladar "inversiones sucias" a países más pobres a cambio de promesas de empleo.

"El mundo es uno solo. La única opción es respetar el ambiente en todos lados. Los latinoamericanos, que valoramos la vida, debemos hacernos cargo de la lucha por evitar que los países centrales nos parcelen en función de sus intereses, aprovechando nuestras carencias y evadiendo sus responsabilidades", expresó.

"El Norte debe escuchar al Sur. No puede ser que los países en desarrollo reclamemos y nadie nos escuche. Los que tienen los recursos financieros y tecnológicos no pueden seguir incumpliendo sus compromisos. Deben abandonar el doble estándar", subrayó Kirchner.

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