Aunque incompleta, la Autopista Trans-Asia, concebida por los países de la cuenca del río Mekong y apoyada por el Banco Asiático de Desarrollo, ya demuestra sus beneficios económicos y su capacidad para transformar drásticamente esa parte del sudeste asiático.
La autopista es "un excelente lugar para invertir", afirmó Paul Turner, quien trabaja para el departamento del Mekong del Banco. En ocasión de un foro empresarial regional realizado en Ho Chi Minh, Turner dijo que el Corredor Económico Oriente-Occidente indicaba a los inversores que "el Mekong está abierto a los negocios".
Con fecha de finalización prevista en 2008, los corredores este-oeste, norte-sur y meridional conectarán diferentes partes de la Subregión del Gran Mekong que comprende Vietnam, Laos, Camboya, Tailandia y Birmania. El tramo oriente-occidente, de 1.500 kilómetros de extensión, unirá el central puerto vietnamita de Danang con el mar de Andamán, en Birmania.
En un próximo paso, el Banco Asiático de Desarrollo extenderá el Corredor Económico Oriente-Occidente a India. "Los tres corredores estarán terminados en 2008, aunque en cierto sentido nunca estarán del todo completos, dado que siempre habrá mejoras en curso y una expansión de la inversión", enfatizó Turner.
Los países del Gran Mekong esperan que las autopistas aumenten la conectividad física con otros países de la región, ayuden a incrementar su competitividad en el mercado global y también los sentimientos de una comunidad del Mekong pacífica y próspera.
"La infraestructura del transporte es crucial para facilitar el comercio y las inversiones que contribuirán al desarrollo económico y la reducción de la pobreza en la región", dijo Hoang Van Dung, vicepresidente de la Cámara de Comercio e Industria de Vietnam, que organizó la conferencia en la segunda semana de abril.
También señaló que se reducirán en buena medida los tiempos y costos del intercambio económico entre los países de Asia-Pacífico y el subcontinente indio.
India ya tiene una política de "mirar al oriente" por lo cual está invirtiendo en el desarrollo de la ciudad de Guwahati, capital del oriental estado de Asaam, para que pueda funcionar como un futuro centro comercial en una subregión que incluye a la meridional provincia china de Yunnan.
India, cuyo comercio anual con los 10 estados miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) ya alcanza 25.000 millones de dólares, espera duplicar esa cifra firmando un acuerdo de libre comercio con el bloque en enero de 2007.
Siete países de la Asean —Birmania, Camboya, Laos, Malasia, Vietnam, Singapur y Tailandia— serán fácilmente accesibles desde India una vez que el Corredor Económico Oriente-Occidente esté completo. Los otros —Brunei, Filipinas e Indonesia— se beneficiarán de modo indirecto.
"El desarrollo del Corredor Económico Oriente-Occidente es de una inmensa importancia para India", dijo a IPS el diplomático Rajiv Sikri. "India está ansiosa de revivir los vínculos terrestres en la región, que existieron durante siglos pero se clausuraron en la historia reciente".
El túnel Hai Van, que une el Corredor Económico Oriente-Occidente al puerto de Danang, ya fue construido, junto con la carretera que enlaza Vietnam y Laos.
Turner relató que, unos cinco años atrás, su viaje por ese trayecto, desde la central ciudad vietnamita de Hue hasta la occidental ciudad de Savannakhet, en Laos, fue difícil e insumió un día entero. Ahora, con las mejoras de infraestructura, pudo desayunar en Hue, almorzar en Savannakhet y cenar en la central ciudad tailandesa de Khon Khaen.
"Pocos años después, la infraestructura de carreteras no sólo ya está ampliamente en funcionamiento, sino que buena parte de las nuevas inversiones se hicieron a lo largo del corredor", aseguró.
Varias agencias de viajes en Vietnam, Laos y Tailandia ya aprovecharon la oportunidad para promocionar viajes cortos en autobús, que permiten a los turistas visitar importantes ciudades de los tres países.
Periódicos de Vietnam informaron que en un solo día ingresaron al país 500 turistas internacionales a través del Corredor Económico Oriente-Occidente.
La Zona Económica de la Frontera de Lao Bao, en Vietnam, sigue atrayendo inversores, y un Acuerdo de Transporte Transfronterizo fue implementado en la frontera entre Dansavanh (Laos) y Lao Bao (Vietnam). Las exportaciones de cobre desde la mina de Lao Sepon ya comenzaron, y el cobre es transportado a sus mercados usando el Corredor Económico Oriente-Occidente.
Hasta ahora, 60 empresas han invertido en la Zona Económica de la Frontera de Lao Bao, en la provincia vietnamita de Quang Tri, fronteriza con Laos.
"Ya vimos iniciarse significativas operaciones mineras y proyectos forestales. Se están creando puestos de trabajo y están surgiendo nuevas oportunidades productivas. La pobreza también se redujo a lo largo del Corredor Económico Oriente-Occidente", dijo Turner.
"Los beneficios son numerosos, pero recordemos que todavía es muy temprano", advirtió. "Estos beneficios tienen el potencial de impactar las vidas de los habitantes de la subregión del Gran Mekong en las generaciones venideras".
Desde que se inició el Programa de Cooperación Económica del Gran Mekong, en 1992, el Banco Asiático de Desarrollo brindó no sólo apoyo financiero, sino también asesoramiento técnico económico y social a los países de la zona.
"Pero la mejor contribución al corredor es la asociación. Hemos trabajado con los inversores y (los habitantes de) la subregión del Gran Mekong para reducir la pobreza de modo sostenible y crear una vida mejor" para quienes allí residen, afirmó Turner.
Los resultados de estos esfuerzos colectivos están allí para que todos los vean, según Turner, quien también admitió que "queda mucho por hacer" para convertir este proyecto en un verdadero corredor económico.
El trabajo para lograr un acuerdo de transporte transfronterizo que facilite el movimiento de mercaderías y personas a lo largo del Corredor Económico Oriente-Occidente comenzó hace poco y debe acelerarse. También hacen falta regulaciones más eficientes.
"Una de nuestras grandes preocupaciones es la ausencia de garantías adecuadas contra los posibles impactos sociales y ambientales negativos de una autopista internacional, como el tráfico de mujeres y niños y el comercio ilegal de fauna y flora", dijo Turner.