Productores del campo en Venezuela comenzaron a examinar el pactado ingreso de su país al Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) con el sentimiento encontrado de estar ante oportunidades pero también amenazas.
"En maquinaria y equipo agrícola, y para la colocación de pescado o arroz, Brasil y Argentina brindan una buena oportunidad a Venezuela", ejemplificó a IPS el presidente de la Confederación Nacional de Asociaciones de Productores Agropecuarios (Fedeagro), Gustavo Moreno, "pero difícilmente podrán beneficiarse quienes aquí siembran maíz amarillo", comentó.
En otra esquina, los grandes consumidores de maíz, como los ganaderos dedicados al engorde de vacunos "nos veríamos beneficiados con cereales más baratos, que permitirían completar la ceba con el animal más joven y obtener un mejor producto", observó a IPS el criador Jorge Ordóñez.
Los cuatro países fundadores del Mercado Común del Sur aceptaron en diciembre negociar la adhesión plena de Venezuela a ese bloque, en el entendido de que demoraría algunos años traducir esa decisión política en normas comerciales.
Las negociaciones deben comenzar el próximo 15 de mayo.
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El Mercosur se caracteriza por su gran producción agroindustrial (carnes, granos y lácteos), mientras Venezuela, una potencia petrolera, depende de importaciones de alimentos.
Venezuela puso a la orden del Mercosur su potencial energético, aceleró la firma de proyectos conjuntos —como el gasoducto que iría desde el Caribe hasta el Río de la Plata— e insistió en una integración de mayor acento social que comercial.
En el foro Integración de Venezuela al Mercosur, Oportunidades y Amenazas del Sector Agroalimentario, organizado por Fedeagro los días 5 y 6 de abril, el ministro venezolano de Integración y Comercio Exterior, Gustavo Márquez, aseguró que "estamos privilegiando la construcción de un comercio sudamericano, pero que no desplace a la producción nacional".
Aseguró que "en las negociaciones, Venezuela no podrá salirse de las previsiones de su Constitución", que ordena garantizar la seguridad alimentaria con privilegio para la producción nacional.
Además, en dichas negociaciones, "que serán un proceso global y no sectorial, (Venezuela) demandará trato especial y diferenciado, que no afecte la economía del país y concuerde con lo que reclamamos a los países industrializados", dijo Márquez.
El ministro comentó luego a IPS que "hay asimetrías estructurales. Desconocer el poderío de Brasil, la octava economía del mundo, o las enormes ventajas de Argentina, sería tapar el sol con un dedo. Para eso firmamos el Acuerdo de Complementación Económica, que establece la necesidad de tiempo para adaptarnos a los cambios".
Moreno coincidió en que "cuando vayamos a negociar con el Mercosur, Venezuela no debe llevar solamente la chequera de compras, sino también el talonario de facturas, es decir, aprovechar su fortaleza en materia energética pare beneficiarse en otros rubros, por ejemplo arroz, cacao, café o plátanos (bananos)".
El ministro utilizó el ejemplo de los cafetaleros colombianos que tienen miles de unidades de producción, pero se unen para exportar bajo una sola marca, "Café de Colombia", y exhortó a los productores del campo venezolano a hacer otro tanto.
En el sector lácteo, tradicionalmente confrontado con la importación de quesos de Uruguay, "existe una gran incertidumbre", dijo a IPS el dirigente gremial Rodrigo Agudo "porque sólo los excedentes del Mercosur triplican la demanda venezolana".
"Si no se contemplan franjas de precios, vamos hacia un neoliberalismo tan salvaje como el del ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas, impulsada por Washington), pues en el Mercosur actúan trasnacionales como (las compañías de alimentos) Serenísima o Nestlé, que se beneficiarán con nuestra apertura", sostuvo Agudo.
Genaro Méndez, presidente de la Federación de Ganaderos, señaló que "producir un litro de leche a puerta de corral en un país del Mercosur cuesta 18 centavos de dólar, y en Venezuela 35. Actualmente no podemos competir".
El criador Ordóñez señaló que los productores de carne de vacuno se pueden sentir más tranquilos "porque resistimos, a pesar de la importación de 36.000 toneladas del producto en 2004 y 2005, gracias al aumento del consumo, hasta 18 kilos por persona al año". Venezuela tiene 26,5 millones de habitantes, según el oficial Instituto de Estadísticas.
"Además, podemos mejorar el producto con cereales más baratos y vender más si se mantiene en ascenso el poder adquisitivo de los venezolanos, pero dependemos de las políticas macroeconómicas. Ya mejoraríamos con una ligera devaluación del bolívar", la moneda nacional, aseveró Ordóñez.
Moreno recalcó que "aunque la adhesión al Mercosur prácticamente no se debatió en Venezuela, queremos concurrir y participar, pero necesitamos más información sobre las líneas de negociación, más que los enunciados generales de la Constitución".