Si las relaciones económicas de América Latina con China no experimentan un cambio estructural, la región no podrá alcanzar las metas de desarrollo del milenio, estimó una experta argentina en el Latin Economic Forum (Foro Económico Latino), celebrado esta semana en la sede de la ONU en Nueva York.
"Las relaciones existentes entre China y América Latina hoy representan una oportunidad histórica, ya que la demanda china de productos básicos y combustible experimenta un enorme crecimiento", dijo a IPS la profesora de estadística Graciela Chichilnisky, directora del Centro de Manejo de Riesgo de la estadounidense Universidad de Columbia.
"Por otro lado, hay una situación histórica que exige a estos países dejar de especializarse en la exportación de recursos naturales e ingresar en la economía del conocimiento", sostuvo la especialista, que moderó un panel sobre los Objetivos de Desarrollo de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) para el Milenio en el foro celebrado el miércoles y el jueves.
China es el país cuya necesidad de productos naturales más crece en el mundo. Ya es el mayor consumidor de cobre, estaño, zinc, platino, acero e hierro. En 2003, absorbió cerca de 40 por ciento del cemento producido en el mundo, 30 por ciento del carbón, otro tanto del acero y 25 por ciento del aluminio y del cobre.
América Latina es la región que más provee al gigante asiático de esos recursos.
Chile es el mayor productor y exportador de cobre del mundo, un rubro que representa cerca de 40 por ciento de sus exportaciones. Buena parte del cobre chileno se embarca a China, que es hoy su segundo comprador.
Otro ejemplo puede verse en la petrolera Venezuela, cuyos principales clientes son Estados Unidos y China.
El petróleo representa 85 por ciento de las exportaciones venezolanas y 15 por ciento de su producto interno bruto, y aporta 50 por ciento de los gastos del gobierno, según datos del banco internacional HSBC.
Las tensiones políticas entre Washington y Caracas han llevado a las autoridades venezolanas a revisar sus políticas de exportación de crudo.
Venezuela quiere elevar las ventas petroleras a China y reducir las que efectúa al mercado estadounidense, dijo en el foro el ministro consejero de asuntos económicos y comerciales de la embajada venezolana en Estados Unidos, José Sojo.
Pero este camino no llevará al desarrollo de la región, según Chichilnisky. "Exportar productos básicos es una mala base para el desarrollo. Es un tipo de política no sustentable", estimó.
"Hay dos regiones del mundo que no crecieron tras el fin de la Segunda Guerra Mundial: África y América Latina, las dos que se especializan en productos básicos. Eso no es coincidencia", dijo a IPS.
Por ese motivo, "América Latina está en un dilema esquizofrénico, una situación límite: la mejor oportunidad de exportar materias primas es equivalente a su peor situación", la de estar acabando con sus riquezas naturales por causa de las exportaciones, indicó..
"Estamos acabando con nuestro ambiente y, al hacerlo, liberamos mucho más dióxido de carbono a la atmósfera", ejemplificó con respecto a los gases que recalientan el clima.
En la reunión, organizada por representantes de empresas y organizaciones de la comunidad latinoamericana en Estados Unidos, diplomáticos de la región exhibieron evaluaciones positivas sobre el cumplimiento de los objetivos del milenio. Además del venezolano, embajadores de Argentina, Chile, Bolivia y República Dominicana tomaron parte del panel.
El embajador chileno ante la ONU, Heraldo Muñoz, afirmó que tres países de América Latina cumplirán las metas y que otros cinco tienen posibilidades de cumplirlas, si bien no dio los nombres de ninguna de esas naciones.
Esos ocho objetivos fueron establecidos en 2000 por la Asamblea General de la ONU. Entre ellos figuran garantizar la sustentabilidad ambiental y el acceso universal a la educación primaria, y reducir a la mitad, según las cifras de 1990, la proporción de pobres, hambrientos y personas sin agua potable para 2015.
Sólo Chile ha alcanzado el primero de los ocho objetivos: reducir a la mitad la proporción de personas en pobreza extrema.
América Latina y el Caribe es la región con mayor brecha entre ricos y pobres del mundo. En 2005 tenía 213 millones de personas en la pobreza, que equivalen a 40,6 por ciento de la población total, según la Comisión Económica para América Latina.
Muñoz señaló que "la cuestión clave para el desarrollo son las políticas sociales para la eliminación de la pobreza y para la inclusión de las mujeres en el mercado de trabajo".
El embajador dominicano Erasmo Lara-Pena afirmó la necesidad de inversiones externas "para que podamos dejar de exportar frutas y pasar a exportar jugos". Pero la situación no es tan simple. "No podemos atraer capital si por otro lado no tenemos tecnología ni personal calificado", afirmó.
En ese contexto, Chichilnisky estimó muy difícil lograr las metas, y consideró que las evaluaciones positivas expuestas en el foro eran esperables, por la participación de representantes oficiales de los países.
Pero, ¿cómo modificar el tipo de intercambio con una potencia como China?
Según la profesora, hay que establecer nuevas formas de relación. "Una solución es crear empresas pequeñas y medianas en la región y así generar empleo y respetar el ambiente".
"De esta forma, se puede construir una relación de cadena de producción con China, de intercambio de productos y de exportación-importación de tecnologías", finalizó.