Con disparos y por lo menos tres heridos del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), el Foro Social Brasileño fue inaugurado este jueves con una marcha por una calle céntrica de esta nororiental ciudad brasileña.
La marcha de dos horas, que reunió cerca de 5.000 personas, culminó en un acto en una plaza donde se produjo el incidente entre tres policías militares y activistas del MST. En la confusión hubo tres tiros, según testigos. Uno de los disparos hirió la mano de Jaime Amorim, uno de los coordinadores nacionales y principal dirigente del movimiento en el estado de Pernambuco, del que Recife es la capital.
Hubo lucha corporal y luego los disparos, una mujer fue herida en el hombro y en el labio superior y un hombre en la cabeza, informó a IPS Darci Frigo, coordinador de la organización no gubernamental Tierra de Derechos y uno de los organizadores de la manifestación, quien no pudo precisar si esas lesiones fueron provocadas por tiros o bastones.
Un portavoz de la Policía Militar divulgó que resultaron heridos un capitán y un soldado, de un golpe en la cabeza y por una caída provocada de una motocicleta. El conflicto se debió a que uniformados se introdujeron en medio de la multitud de manifestantes, persiguiendo a supuestos asaltantes, dijo.
Los activistas del MST lo interpretaron como un intento de represión y reaccionaron, generando la pelea.
Hubo pánico, y muchas personas corrieron. Los pedidos de calma de los dirigentes que hablaban por altoparlantes desde un camión lograron tranquilizar a la multitud, pero la dispersión de manifestantes puso fin prematuro al acto inaugural del Foro Social Brasileño (FSB).
La violencia contra una manifestación pacífica ilustra uno de los aspectos importantes del encuentro, la necesidad de "democratizar a la policía en Brasil y de redefinir su papel", especialmente de la Policía Militar, creada para reprimir movimientos sociales, destacó Frigo.
El FSB, que se compone de más de 300 actividades autogestionadas, es decir propuestas y realizadas por cerca de 500 organizaciones sociales, espera reunir a más de 15.000 personas hasta este domingo, y se define también como un Foro Mundial temático, para analizar lo que ocurrió en Brasil en los últimos años, especialmente las relaciones entre gobierno y sociedad civil.
El tema central, "Caminos para otro mundo posible, la experiencia brasileña", se divide en cuatro "áreas de diálogo", en las que se discutirán los sujetos políticos y sus relaciones, los proyectos de desarrollo alternativo al neoliberalismo, la resistencia antiimperialista y la democratización del Estado.
No se trata de evaluar al gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que frustró muchas esperanzas del movimiento social y de las organizaciones no gubernamentales (ONG) que se movilizan desde 2001 en multitudinarios foros mundiales, regionales, nacionales, locales y temáticos, buscando alternativas al neoliberalismo.
En este también llamado "Foro de Abril" no estarán muchas personalidades internacionales. Se destacarán los dirigentes políticos locales, como el alcalde de Recife, Joao Paulo Lima e Silva, del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), y dirigentes de colectividades de la izquierda brasileña.
La marcha inaugural apuntó la predominancia partidaria en la movilización, destacándose las banderas y los militantes del PT, del Partido Comunista de Brasil y del Socialista, además de la Central Única de Trabajadores (CUT) y el MST.
Niños y niñas, "sin tierritas" hijos de campesinos del MST, encabezaron la marcha portando banderas y carteles, como uno en que se leía "Fuera la OMC (Organización Mundial del Comercio), en defensa de la agricultura campesina".
Suelene, de tres años, fue probablemente la más joven de la marcha, acompañada de su bisabuela Abilia, de 66 años. "Estamos en el campamento de Pesqueira", no muy lejos de Recife, informó la mujer a IPS.
Pernambuco es el estado en que el MST y otros movimientos campesinos se mostraron más activos en los últimos meses, con decenas de ocupaciones de predios para presionar al gobierno a entregar tierras a miles de familias que viven en precarios campamentos a la espera de la prometida reforma agraria.
Las mujeres y el movimiento negro también tuvieron buena presencia en la marcha, reclamando el fin de la discriminación racial y de la violencia familiar.
"Pernambuco es una vergüenza nacional", decía un cartel. El estado es "campeón de la violencia de que son víctimas las mujeres", explicó una manifestante.