En las tiendas de vídeos de México creció en estos días la demanda de la película «A Day Without a Mexican» (Traducida al español como «Un día sin mexicanos»), cuyo argumento inspiró las movilizaciones de inmigrantes para este 1 de Mayo en Estados Unidos.
En las tiendas consultadas por IPS no había copias del filme de 2004 que relata el caos provocado en Estados Unidos cuando desaparece súbitamente la comunidad de origen latinoamericano.
Sindicatos, organizaciones de activistas y legisladores mexicanos ofrecieron total apoyo a las movilizaciones de inmigrantes previstas para este lunes, Día Internacional de los Trabajadores, en reclamo de que el Poder Legislativo de Estados Unidos reconozca los derechos de los extranjeros que laboran en ese país.
"Un día sin latinos" es la consigna adoptada para las manifestaciones del 1 de Mayo.
Organizaciones de inmigrantes estadounidenses proponen no acudir a los lugares de trabajo y centros de enseñanza ni adquirir productos estadounidenses, y convocan a marchas y manifestaciones. En Estados Unidos, el 1 de Mayo no se conmemora el día de los trabajadores y es una jornada laborable.
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"Va a ser un día histórico para los Estados Unidos, pues los inmigrantes nos haremos sentir", y desde México llegará "una ola de solidaridad", dijo a IPS Raúl Murillo, de la no gubernamental Hermandad Mexicana Latinoamericana, con oficinas en varias ciudades estadounidenses y en la capital mexicana.
Los sindicatos de México, que como cada 1 de Mayo marcharán por las calles de la capital, dedicarán la movilización a los emigrantes en Estados Unidos y a protestar contra actos de injerencia del gobierno mexicano en la actividad sindical.
Aunque el gobierno de Vicente Fox señaló que no promovía ni participaría en la jornada de protesta en Estados Unidos, sus funcionarios siguieron de cerca los preparativos a través de reuniones con activistas y organizaciones de inmigrantes.
Además, autoridades mexicanas han sostenido en los últimos días conversaciones con legisladores y funcionarios estadounidenses con el fin de impulsar una reforma migratoria que se discute desde fines del año pasado.
El gobierno mexicano reclama desde hace años a su vecino una reforma integral en la materia.
De México proceden la gran mayoría de los inmigrantes que viven indocumentados en Estados Unidos, estimados en unos 12 millones.
Además, los mexicanos representan la mayor proporción de toda la población "latina" (por su origen latinoamericano) en ese país, que suma unos 40 millones.
En la película "A Day Without a Mexican", del director mexicano Sergio Arau, toda la población latina del estado sudoccidental de California desaparece un día sin explicación, y quedan sin realizarse múltiples actividades imprescindibles.
La cinta termina con imágenes de agentes policiales de Estados Unidos en recibiendo con abrazos a los inmigrantes la frontera con México, en lugar de detenerlos y deportarlos.
El gentilicio "mexicano" se usa en muchas ciudades de Estados Unidos para identificar a la población de ascendencia latinoamericana en general.
Varios senadores estadounidenses acordaron un proyecto que legalizaría a más de 10 millones de inmigrantes, evitaría criminalizarlos y habilitaría planes de ingreso temporal para unos 400.000 trabajadores extranjeros cada año.
Pero esa propuesta no obtuvo consenso en la cámara alta y es contraria a otra aprobada por la Cámara de Representantes en enero, que incluye la ampliación de un muro fronterizo y penas duras contra los indocumentados, sus empleadores y cualquier institución que les preste asistencia, inclusive entidades religiosas.
Los debates parlamentarios se iniciaron bajo la presión de multitudinarias e inéditas marchas, con millones de personas en las calles de varias ciudades del país.
El gobierno de George W. Bush, que afirma promover una reforma migratoria "humanitaria", dio señales contradictoras.
Desde el 19 de abril, la policía estadounidense lleva a cabo masivas redadas de inmigrantes en varias ciudades, y ya ha detenido a unos mil trabajadores indocumentados y a varios empleadores.
"Tanto empleadores como trabajadores deben saber que el statu quo (de tolerancia cero hacia el empleo de indocumentados) no ha cambiado", advirtió el secretario de Seguridad Interna de Estados Unidos, Michael Chertoff.
Julie Myers, directora del Servicio de Inmigración y Aduanas, sostuvo que "las comunidades de nuestra nación no pueden convertirse en una frontera salvaje donde extranjeros indocumentados y empleadores inescrupulosos subviertan las leyes".
Las organizaciones que defienden los derechos de los inmigrantes protestaron contra las redadas e informaron que muchos de quienes participaron en las marchas del mes de marzo han sufrido represalias de sus patrones.
Entre los organizadores de las movilizaciones han surgido diferencias. Unos sostienen que la huelga y el boicot programados podrían resultar contraproducentes para sus objetivos, mientras otros se mantienen firmes en el plan.
El portavoz de la Hermandad Mexicana Latinoamericana señaló que la diversidad de posiciones no alterará el impacto de la protesta. El 1 de Mayo quedará demostrada la gran fuerza de los inmigrantes, dijo Murillo.