Crece el apoyo en Estados Unidos al líder minero mexicano a quien el gobierno de Vicente Fox se niega a reconocer como secretario general de su sindicato.
El gobierno de México reiteró el miércoles su negativa a aceptar la ratificación de Napoleón Gómez Urrutia, a pesar de su reelección el domingo pasado por la asamblea nacional del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Similares, celebrada en Coahuila.
"No se confundan, no hay vuelta atrás. El secretario general del sindicato de mineros es Elías Morales", dijo el secretario (ministro) de Trabajo Francisco Salazar. La cartera, aseguró, no había recibido de la asamblea la notificación oficial de la designación.
También mencionó las acusaciones de corrupción contra Gómez Urrutia por parte de otros dirigentes del sindicato minero, que tiene 250.000 afiliados en todo México.
Portavoces del gobierno aseguraron que sí recibieron un comunicado del sindicato, según el cual Gómez Urrutia fue separado de su cargo el 17 de febrero.
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La Secretaría de Trabajo incidió en la designación de las autoridades del sindicato, según dirigentes mexicanos que calificaron de inaceptable injerencia en las actividades del sindicato.
Gómez Urrutia recibió ahora apoyo desde el exterior, en especial de la principal central sindical de Estados Unidos, la Federación Estadounidense del Trabajo-Congreso de Organizaciones Sindicales (AFL-CIO), así como del Sindicato Unido de Trabajadores del Acero de ese país.
"Pedimos que el gobierno de Vicente Fox restablezca al líder elegido democráticamente por el sindicato de mineros. Es un atropello a la democracia que el gobierno retire de su cargo al líder del sindicato", dijo el dirigente Jim English en una protesta en la nororiental ciudad estadounidense de Filadelfia.
"Napoleón Gómez es un gran defensor de los derechos de los trabajadores en México. Los patrones le tienen miedo y no quieren que nada ponga en peligro su interminable cantera de mano de obra barata en México. Debemos cuestionar el rol del gobierno mexicano al suprimir el ascenso social de sus trabajadores", advirtió.
"No podemos permitir que el gobierno de México retire de sus funciones al líder democráticamente electo", agregó Linda Chávez-Thompson, vicepresidenta de la AFL-CIO, en la concentración de Filadelfia.
"Napoleón Gómez es un hermano y le daremos todo el apoyo y ayuda que podamos hasta que finalmente se haga justicia en México", sostuvo.
Chavez-Thompson y unos 300 de trabajadores de Filadelfia, representando a unos 15 sindicatos, realizaron una marcha hacia el consulado de México. Allí entregaron una carta del presidente de USWA, Leo Gerard, a Fox, para exigir la restitución de Gómez Urrutia y la remoción del líder nombrado por el gobierno mexicano.
USWA, que representa a 1,2 millones de trabajadores pertenecientes a 1.800 sindicatos de Estados Unidos y Canadá, amenazó con realizar un boicot turístico a México.
También anunció que utilizará "todos los recursos disponibles, incluida la presentación de quejas formales ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el Acuerdo de Cooperación Laboral de América del Norte (ACLAN)", que controla el respeto de la autonomía sindical.
"En las próximas tres semanas organizaremos protestas en varias partes de Estados Unidos y Canadá y haremos piquetes en todos los consulados mexicanos", dijo Gerald Fernández, de USWA. Las protestas se convocarán en Indiana, Michigan, Minnesota, Carolina del Norte y Utah.
El gobierno no reconoce como su interlocutor a Gómez Urrutia desde que un grupo escindido del sindicato, liderado por Elías Morales, lo acusó de "grave" corrupción.
El grupo de Morales y algunos fiscales acusan a Gómez Urrutia de haber utilizado en su provecho 55 millones de dólares de un fondo de compensación para trabajadores que perdieron el empleo tras la privatización de una mina en Sonora, que se vendió en 1989 al gigante minero Grupo México.
Al parecer, solo 10 millones de dólares fueron entregados a los trabajadores. Sin embargo, no se han hecho públicas las pruebas de esas denuncias.
Gómez Urrutia ha declinado hacer declaraciones sobre el asunto, a pesar de que la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), federación de sindicatos que también lo apoya, le urgió explicar ante la justicia el destino de los 55 millones de dólares.
Durante el período en que fue secretario general del sindicato minero, Gómez Urrutia ganó importantes batallas contra las compañías del sector, incluido un aumento salarial de 12 por ciento y mejores condiciones de trabajo.
Además, se opuso a la reforma de las leyes laborales presentadas por la administración de Fox. Calificó de "homicidio industrial" la trágica muerte de 65 trabajadores en una mina de Pasta de Conchos, Coahuila, el 19 de febrero, y reclamó una investigación completa y el castigo de los responsables.
Miembros del comité ejecutivo del sindicato de mineros dijeron que presentaron documentos a los fiscales y a la Cámara de Diputados que prueban que Gómez Urrutia no cometió fraude.
El portavoz del sindicato, Juan Luis Zúñiga, dijo que acusarán al secretario de Trabajo, Francisco Javier Salazar, al portavoz presidencial Rubén Aguilar y a Morales de difamación contra Gómez Urrutia. El secretario de Justicia sigue el caso de cerca.
Graduado de derecho en la estadounidense Universidad de Oxford, Gómez Urrutia asumió la conducción del sindicato minero en 2002, luego de la muerte de su padre, Napoleón Gómez Sada, quien ocupó ese cargo durante 40 años consecutivos.
Gómez Sada exhibía una férrea lealtad al Partido Revolucionario Institucional (PRI), que gobernó México durante 71 años (1929-2000).
"Esto es una clara provocación contra el trabajo y la democracia", dijo el sindicalista minero Juan Luis Zúñiga Velázquez. "No quieren que nadie defienda la autonomía de los sindicalistas o trabajadores."
Una huelga minera paralizó todo el sector el 1 de marzo. A principios de este mes, 20.000 mineros y miembros de otros sindicatos realizaron un acto en la capital mexicana para manifestar su apoyo a Gómez Urrutia.
"Es una situación potencialmente explosiva, en el buen sentido" dijo al diario Miami Herald el experto Dan La Botz, director de Estudios latinoamericanos de la Universidad de Ohio en Miami y autor de varios libros sobre los sindicatos mexicanos.
"Hay muchas cosas que deben cambiar en México y los mineros se están haciendo cargo, lo que podría resultar beneficioso para muchos trabajadores", pronosticó.
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