ECONOMÍA: Francia templa el acero ante ofensiva india

El intento del magnate indio del acero Laxmi Mittal de comprar la gigantesca siderúrgica europea Arcelor choca con la fuerte resistencia francesa. Resulta difícil definir las causas, pero algunas voces apuntan al racismo y la xenofobia.

El grupo Ispat, encabezado por Mittal, conocido como "el chico maravilla" de la siderurgia, intentó en febrero comprar acciones de Arcelor en una operación que desde la compañía europea se percibió como hostil.

La compañía europea tiene su origen en la fusión de Usinor, de Francia, Arbed, de Luxemburgo, y Aceralia, de España.

Arcelor tiene muchos accionistas en toda Europa y la mayoría de sus 30.000 trabajadores son franceses. Eso no impidió que Ispat, en el primer lugar mundial entre los productores de acero, ofreciera 23.000 millones de dólares por Arcelor, en el segundo lugar.

La gerencia de Arcelor se resiste a la operación. El gobierno de Jacques Chirac no adoptó una posición oficial al respecto, pero políticos franceses manifestaron fuertes críticas.

El propio primer ministro francés Jacques Chirac negó el mes pasada, en visita a India, que haya racismo en la actitud del gobierno ante la operación comercial. Pero el ministro de Industria y Comercio de India, Kamal Nath, calificó la resistencia europea de "xenofobia".

Nath dijo, entrevistado por el diario británico The Financial Times, que en tiempos de globalización económica "los inversores no deben ser juzgados por el color de su piel, la nacionalidad ni el pasaporte".

Dentro del mismo sector siderúrgico surgen voces que desacreditan las acusaciones de racismo, como la de Mel Wilde, director de la británica Metalloyd, que factura unos 1.000 millones de dólares al año..

"La resistencia de los franceses no es racista de ningún modo", dijo Wilde a IPS. "Es, más bien, estratégica. Ellos quieren a Arcelor en manos francesas por razones de seguridad nacional, para asegurarse acero en caso de acontecimientos inesperados", como futuras necesidades militares, indicó.

"El gobierno francés necesita producir grandes cantidades de acero" para adelantarse a amenazas de seguridad y defensa, explicó Wilde. "El acero es utilizado en tanques, buques, tubos para armas, por ejemplo", añadió.

Pero detrás de la reticencia francesa a la adquisición hay más que preparativos para una guerra, como admitió el propio empresario británico. "Los franceses son muy nacionalistas y preferirían ver una compañía grande como ésta en manos francesas", dijo Wilde.

Muchos expertos en el negocio del acero creen que Ispat finalmente logrará comprar Arcelor. El valor de las acciones de la firma europea se elevó 36 por ciento desde que surgieron perspectivas de compra, alega el grupo indio.

"Lo que se cree, en general, es que Mittal adquirirá Arcelor, aunque nosotros pensamos que eso llevará mucho más tiempo de lo que él dijo", dijo a IPS Roger Manser, de la publicación especializada Steel Business Briefing.

"Mittal dijo confiar en que completará el acuerdo para fines del primer semestre del año. Nosotros pensamos que la aprobación del acuerdo llevará el año entero", pronosticó Manser.

La mayor parte de la resistencia de los gerentes de Arcelor a la compra procede de los gobiernos con los que opera esta empresa, dijo Manser. "Pienso que, al fin y al cabo, su defensa será muy fuerte", agregó.

Manser cree la nacionalidad de Mittal no influirá en el resultado de las negociaciones.

"No pienso que haya ninguna resistencia al hecho de que es indio", dijo. Pero hay serias preocupaciones en materia gerencial, agregó. Las dudas se refieren a "cómo podría organizar Mittal una empresa tan grande".

La empresa de Mittal tiene su sede en la ciudad holandesa de Rotterdam, pero él vive en Londres. Actualmente, su personal en ambas ciudades consta de apenas 200 personas.

La compañía está dedicada hoy a "asimilar nuevas adquisiciones en Ucrania y Estados Unidos", dijo Manser. "Al hacer una compra extra como la de Arcelor, sería muy difícil para Mittal manejarse con tan poco personal".

Hacerlo supondría para el grupo Ispat implementar fuertes cambios administrativos, señaló. "Mittal tendría que hacer una reestructura bastante fuerte y estudiar detenidamente cómo manejar los aspectos comerciales del negocio del acero", dijo.

"La fuerza de Mittal está en la producción. Todos reconocen su gran trabajo en la reducción de costos tras sus adquisiciones en Europa central y oriental, pero no se lo considera tan fuerte en sus operaciones de distribución y comerciales", consideró Manser.

Wilde dijo que los gerentes de Arcelor procurarán mantener a la empresa en manos europeas. Tras el intento de compra, "intentarán cualquier método para resistirse, dentro del derecho empresarial", pronosticó.

Pero la venta de Arcelor sería buena para la siderurgia, agregó. "Pienso que la industria del acero necesita una racionalización a nivel internacional, y que la venta ayudaría a estabilizar los precios", dijo.

Los precios del acero cayeron 35 por ciento el año pasado, y una consolidación del control de la producción en unas pocas manos ayudaría a apuntalar las cotizaciones, añadió.

"Los rusos y la mayoría de los productores de acero de los mercados emergentes se vieron muy afectados por la caída de precios", afirmó Wilde.

"El grupo Ispat no vende barato. Nunca vende por debajo del precio. Los rusos han estado siguiendo eso, y Ucrania y otros países del tercer mundo también. Pienso que van a notar los precios que Ispat está poniendo en el mercado y los van a seguir", agregó.

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