La afirmación de que el acceso al agua es un derecho humano quedó fuera de la declaración ministerial del IV Foro Mundial que finalizó este miércoles en México, cuando se celebra el día internacional de ese recurso.
Aunque todos los delegados dijeron estar de acuerdo con ese postulado, algunos argumentaron que no era factible incluirlo en el texto final, pues podía generar problemas jurídicos nacionales e internacionales.
Esta actitud fue criticada por activistas que encontraron en la negativa una "indicación clara" de que las compañías transnacionales y los países ricos no quieren ceder un ápice en su afán por "mercantilizar" los recursos hídricos.
El "agua es una garantía de vida" para todas las personas, fue la fórmula que encontraron los delegados de gobiernos presentes en el IV Foro para no reconocer rango de derecho humano al acceso a un recurso del que no disponen 1.100 millones de personas en el mundo.
Los delegados de los 148 países presentes aceptaron firmar la declaración (sin efectos obligatorios), en la que además prometieron trabajar para que el agua potable y el saneamiento lleguen a todos, luego de negociar la inclusión de un documento anexo, en el que algunos expresaron otras posiciones.
En ese apéndice, Cuba, Bolivia y Venezuela expresaron puntos de vista similares a los formulados por activistas. "El acceso al agua en calidad, cantidad y equidad constituyen un derecho humano fundamental", reza el documento.
Esos países, que tienen gobiernos de izquierda o progresistas, señalaron además una "profunda preocupación" sobre los posibles "impactos negativos que cualquier instrumento internacional como los tratados de libre comercio e inversiones pueden tener sobre los recursos hídricos".
También la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) declaró este miércoles en México que el acceso al agua es "un derecho fundamental de los seres humanos".
El director general de la Unesco, Koichiro Matsuura, señaló que al haberse adherido a diferentes convenios de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), los países miembros tienen "la obligación moral" de ver el agua como un derecho humano.
Según activistas que sesionaron en México en el alternativo Foro Internacional en Defensa del Agua, el disenso presente el IV Foro demostró que a su organizadores sólo les interesa hacer del agua un negocio.
"No esperábamos algo diferente o mejor, sabíamos que iba a ser así", dijo a IPS Claudia Campero, portavoz de la no gubernamental Coalición de las Organizaciones Mexicanas por el Derecho al Agua, responsable de coordinar los actos y reuniones paralelas al IV Foro.
La reunión en México fue convocada por el Consejo Mundial del Agua, una entidad no gubernamental fundada en 1996 y que integran unos 300 miembros de grupos académicos, empresariales, agencias financieras multilaterales y de desarrollo, expertos de la ONU y autoridades locales.
El Consejo fue creado, entre otros, por empresarios de multinacionales que manejan el agua en varios países, como la francesa Suez. Ese origen irrita a los activistas que ven representados en los foros mundiales del agua sólo los intereses de las transnacionales y de los países industriales.
Según la Declaración Conjunta de los Movimientos en Defensa del Agua, emitida por el foro alternativo y suscrita por unas 300 organizaciones no gubernamentales de 40 países, "el agua en todas sus formas es un bien común y su acceso es un derecho humano fundamental e inalienable".
"El agua no es mercancía. Por eso rechazamos todas las formas de privatización, inclusive la asociación pública-privada que ha mostrado su total fracaso en todo el planeta", apunta el texto.
El secretario de Ambiente de Argentina, Atilio Armando Sabino, consideró que la exclusión explícita del acceso al agua como derecho humano en la declaración ministerial no opacó el consenso logrado por los gobiernos.
Indicar que el agua es una "garantía de vida para todos los habitantes del mundo", demostró que existe en todos los gobiernos una preocupación sincera por el tema, sostuvo.
Era "algo dificultoso" expresar el derecho al agua en la declaratoria ministerial, porque hubiera comprometido a muchos países a modificar sus legislaciones nacionales y a los organismos internacionales a formular nuevas herramientas jurídicas, explicó el ministro, a pesar de que estos encuentros no emiten declaraciones obligatorias.
Según el documento, el agua y los servicios de saneamiento deben considerarse prioritarios en los procesos de desarrollo, y es necesario impulsar y dar seguimiento a la meta de disminuir la cantidad de personas que no disponen de ellos.
La comunidad internacional está comprometida a reducir a la mitad la proporción de personas sin agua potable segura antes de 2015, como parte de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, adoptados por los países de la ONU en 2000.
Para Eugenio Barrios, uno de los portavoces de la organización conservacionista WWF (antes conocida como Fondo Mundial para la Naturaleza), la cita de México fue "decepcionante".
"Esperábamos avances y que la declaración ministerial fuera mucho más contundente y propusiera medidas prácticas a favor del agua, pero no sucedió y lo lamentamos", dijo Barrios a IPS.
El WWF participó dentro del Foro con varias conferencias y reuniones con delegados.
La opción privatizadora de los servicios hídricos, que según varios activistas es el objetivo final del Foro, no estuvo en el centro de los debates, y se promovieron posiciones sobre el recurso como un bien público, dijo Barrios.
David Boys, portavoz de la federación sindical Internacional de Servicios Públicos, con sede en Francia, coincidió en esa opinión. "Aquí hasta el Banco Mundial reconoció que las privatizaciones del agua han fracasado, lo que fue algo novedoso frente a los anteriores foros", señaló a IPS.
Pero la declaración ministerial fue "muy débil", dijo Boys. Su organización reclama al Foro que no vuelva a convocar a ministros, pues el encuentro no es realizado por la ONU ni por gobiernos.
"La ONU es la que debería hacer las citas sobre el agua, no un ente privado", sostuvo el delegado de la Internacional de Servicios Públicos, a la que están afiliados unos 600 sindicatos estatales de 140 países.
El IV Foro contó con más de 13.000 delegados de empresas privadas, gobiernos, agencias de la ONU, y algunos activistas que pagaron la cuota de inscripción de entre 240 y 600 dólares.
Aunque no se trata de una reunión intergubernamental, se lo considera el principal ámbito de debate mundial sobre los recursos hídricos. El próximo encuentro se celebrará en Estambul en 2009.
La conclusión del IV Foro coincidió con el Día Internacional del Agua.
En un comunicado difundido en Nueva York, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, declaró que a pesar de su importancia, el agua continúa siendo desperdiciada y degradada en todo el mundo.
El funcionario recordó que unas 6.000 personas, la mayoría niños, mueren cada día por enfermedades relacionadas con el agua.
