POLÍTICA-BRASIL: Lula recupera popularidad

La reelección del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, sumergida durante ocho meses en la incertidumbre por los escándalos de corrupción del oficialismo, se reavivó con las últimas encuestas que apuntan una recuperación de la popularidad del gobierno.

Lula volvió a los índices de aprobación anteriores al escándalo que estalló a fines de mayo, indica la encuesta divulgada este martes por la Confederación Nacional del Transporte y el Instituto Sensus, que acompañan regularmente los grados de satisfacción de la población con el gobierno y la vida del país.

La aprobación del desempeño personal del presidente ascendió a 53,3 por ciento de los entrevistados entre el 6 y el 9 de febrero en todo el país. En la encuesta anterior, de noviembre, el índice fue de 46,7 por ciento.

Su gobierno obtuvo una evaluación "positiva" de 37,5 por ciento, contra 31,1 por ciento en noviembre, mientras la "negativa" bajó de 29 a 21,4 por ciento.

En consecuencia, Lula vuelve a liderar con holgura la disputa en las intenciones de voto para los comicios presidenciales de este año. Su más fuerte oponente, el alcalde de Sao Paulo, José Serra, que le ganaba por 41,5 a 37,6 por ciento de los votos según la encuesta anterior, ahora pierde por una desventaja de diez puntos porcentuales, 37,6 a 47,6 por ciento.

Los resultados "traducen la recuperación de Lula en los últimos dos meses, ya que en todo el año pasado, hasta noviembre, se vio declinar su popularidad", señaló a IPS Marcos Figueiredo, profesor de posgrado en ciencia política del Instituto Universitario de Investigación de Río de Janeiro.

"No se puede asegurar que esta tendencia se mantendrá de forma sostenida", es posible que refleje solo una coyuntura favorable en la que no aparecieron nuevas denuncias de corrupción, y además Lula obtuvo "fuerte presencia en el noticiero, divulgando los buenos resultados en economía y políticas sociales", evaluó.

La encuesta, hecha por el Instituto Sensus para la organización empresarial de transportes, apunta un dato que favorece al gobierno. "La solución de problemas sociales" es el primer "criterio de voto" para una mayoría de 31,8 por ciento de los entrevistados, superando la "moralidad pública" que obtuvo 30,1 por ciento de las respuestas.

Hace siete meses, cuando estaba en auge la crisis de corrupción involucrando a dirigentes del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) y a sus aliados, la moralidad ocupaba el primer lugar, con 32,2 por ciento, seis puntos por encima de las cuestiones sociales.

En el área social, Lula y su gobierno tienen muchas realizaciones que presentar, reconoció Figueiredo. Además de la "beca-familia", una ayuda financiera a 8,7 millones de familias que oscila entre 15 y 95 reales (6,80 y 43,20 dólares) según la cantidad de hijos en edad escolar, la administración creó o amplió varios programas que benefician a las poblaciones más pobres.

El "crédito consignado", de préstamos para jubilados o asalariados a bajos intereses y amortización gradual en cuotas mensuales, elevó el consumo de millones de familias de bajos ingresos, destacó Figueiredo.

Además se está favoreciendo el acceso de estudiantes pobres a la universidad, con un sistema de becas y crédito, y el parlamento debe aprobar pronto un sistema de cuotas para los sectores pobres, negros e indígenas en la enseñanza superior pública.

En el área económica, se crean empleos formales de bajos sueldos y el gobierno está concediendo aumentos importantes al salario mínimo, que en mayo se elevará a 350 reales (159 dólares), con un aumento real de más de diez por ciento, que tendrá un impacto positivo para 14 millones de jubilados y varios millones de trabajadores, como las empleadas domésticas.

"Lula nunca dejó de ser un fuerte candidato para las elecciones presidenciales de octubre", incluso durante la crisis del semestre pasado, evaluó Figueiredo. Pero su recuperación actual sorprende a muchos que esperaban un desgaste irreversible ante las denuncias investigadas por el Congreso legislativo, la fiscalía y la Policía Federal sobre sobornos del PT a parlamentarios aliados para asegurar su apoyo.

Ahora las dificultades para definir candidatos presidenciales pasa a la oposición, observó el analista. La popularidad de Lula afecta principalmente a los socialdemócratas, que aparecían como los principales beneficiados del escándalo.

Un triunfo menos probable en octubre puede agravar la división del Partido de la Socialdemocracia entre las candidaturas de Serra y del actual gobernador del estado de Sao Paulo, Geraldo Alckmin.

En la encuesta divulgada este martes, el gobernador marca un abrumador retroceso frente a Lula, de 17,4 a 42,2 por ciento. Serra está en mejor posición, pero le será difícil renunciar a dos años y medio más de alcaldía por una incierta disputa electoral y el riesgo de repetir su derrota de 2002 ante el mismo postulante, el ex obrero metalúrgico que ahora es presidente.

La encuesta apunta una mejor evaluación popular del gobierno en la gestión económica y en varios rubros sociales, como la salud, la educación, el combate a la pobreza y a la violencia.

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