La lucha por la igualdad de género y la libertad religiosa no se debe abandonar ni considerarla un obstáculo para promover la Alianza de Civilizaciones, «indispensable para la paz mundial», según Trinidad Jiménez, secretaria de relaciones internacionales del partido de gobierno en España.
La Alianza fue propuesta en septiembre de 2004 por el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, en su primera intervención ante la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas.
Después la ONU designó un grupo de alto nivel para llevarla adelante, presidido por Federico Mayor Zaragoza, ex director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, La Ciencia y la Cultura.
El objetivo, explicó entonces Zapatero, líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), es aproximar "el llamado mundo occidental y en este momento histórico, al ámbito de países árabes y musulmanes" para "profundizar en la relación política, cultural y educativa" y "combatir el terrorismo internacional".
En esa aproximación, uno de los problemas que se notan tanto dentro de Europa como en países donde la religión islámica es mayoritaria, es la condición y el trato de las mujeres.
En algún país europeo, como Francia, las estudiantes no pueden asistir a los institutos públicos con un pañuelo en la cabeza y en otros, como España, sí pueden hacerlo.
Jiménez, quien es también concejal en el Ayuntamiento de Madrid, dijo a IPS que esa Alianza se debe basar en el encuentro y el respeto a la diversidad. Pero, continuó, ese respeto no puede ser excusa para amparar la violación de derechos humanos, "que son unos principios universales".
En ese sentido, señaló que en los países europeos, incluida España, esos derechos se deben respetar a toda hora y en especial cuando se combate contra el terrorismo, "que no se puede ni se debe atribuir a ninguna religión, aunque haya minorías que quieran utilizarlas para esos fines".
Por otro lado, entiende que en países con mayoría musulmana, o donde el Islam es una religión oficial, las mujeres también tienen derecho a la igualdad de género y que, sin inmiscuirse unos estados dentro de las atribuciones de otros, también deben ser apoyadas para lograrlo.
Sobre la Alianza de Civilizaciones y en medio de la polémica mundial desatada por las caricaturas del profeta Mahoma representadas como terroristas y publicadas en un diario danés, Zapatero recibió el jueves un apoyo expreso del Consejo de Embajadores Árabes en España.
El Consejo está integrado por los representantes diplomáticos de Líbano, Mauritania, Siria, Egipto, Arabia Saudita, Marruecos, Libia, Iraq, Qatar, Emiratos Árabes Unidos, Túnez, Jordania, Argelia, Palestina, Yemen, Sudán y Kuwait.
Al finalizar una reunión a puertas cerradas con la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, los embajadores expresaron su apoyo a la Alianza de Civilizaciones y su satisfacción por el artículo publicado por Zapatero junto con su homólogo de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, referente al conflicto originado por las caricaturas y en el que ellos apelaron a la concordia.
Los representantes del mundo árabe propusieron elaborar un código de conducta que evite "nuevos ataques o insultos contra las creencias de los demás", al tiempo que afirmaron estar comprometidos con la libertad de expresión.
Dos días antes, Zapatero recibió en el Palacio de la Moncloa (sede del gobierno) a miembros de la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas, de la Unión de Comunidades Islámicas de España, y de la comunidad islámica en la región de Cataluña. en el nordeste, cita en la cual también coincidieron en rechazar los insultos a otras religiones, defender la libertad de expresión y apoyar la Alianza.
Sobre la posibilidad de proponer una norma internacional de condena a la blasfemia, como se entienden son las caricaturas, Jiménez no se mostró partidaria de hacerlo. Entiende que, "si la ONU no ha sido capaz de adoptar una definición de terrorismo compartida por todos sus miembros, no es posible plantear en ese organismo y otros internacionales la legislación sobre blasfemia".
En el mundo islámico hay voces que reclaman el derecho a que las mujeres decidan si utilizan o no el velo o el pañuelo..
Houda Lemkhir, secretaria general de la Asociación de Estudiantes Marroquíes en Granada, España, sostuvo que "entender a la mujer musulmana es en gran parte encontrar salidas a la crisis en el mundo islámico, empezando por explicar conceptos que ella misma glorifica, en lugar de cuestionarlos".
Citando al Corán, Lemkhir señala que las mujeres del profeta Mahoma empezaron a usar un chal (convertido siglos después en velo o pañuelo) para dar a saber que eran de la casa del mismo.
"Luego empezaron a llevarlo todas las mujeres libres para diferenciarse de las esclavasà y éstas empezaron a llevarlo para no sufrir discriminación ninguna dentro de la estructura social", destacó.
Posteriormente vinieron muchos otros cambios, pero Lemkhir espera que pronto haya otros más importantes. Ese será "el día en que habrá mujeres ulemas (estudiosos del Islam) y teólogas en el seno de las constituciones religiosas islámicas con criterio de decisión y derecho a elevar la voz con un 'no estoy de acuerdo con su opinión'".
También será "el día en que la mujer no se sienta obligada a ponerse el velo para satisfacer a una sociedad de argumentos cuestionables ni quitárselo para no sentirse discriminada dentro de una sociedad que se niega a entender que taparse el pelo puede ser una elección y una decisión conciente y adulta", añadió.
Lemkhir concluyó afirmando que "sólo ese día la mujer musulmana saldrá adelante orgullosa de ser como es y de poder elegir dejar de serlo".