COMERCIO: UE se planta ante zapatos asiáticos baratos

La Unión Europea (UE) está al borde de una guerra del calzado con Asia, pues considera restringir las importaciones de zapatos procedentes de China y Vietnam.

La Comisión Europea, órgano ejecutivo de la UE, afirma tener evidencias de que firmas chinas y vietnamitas estuvieron subsidiando ilegalmente —mediante "dumping"— el calzado vendido en Europa el año pasado.

El dumping es la venta de un producto en mercados externos a precio menor al del mercado donde es producido, y a menudo por debajo de sus costos de producción.

La Comisión alega que los gobiernos de China y Vietnam apoyaron a sus productores de calzado mediante exención de impuestos, préstamos blandos y otras medidas distorsionadoras del comercio.

"Hay evidencia convincente de una seria intervención estatal en el sector del calzado de cuero en estos dos países", dijo el lunes el portavoz de comercio de la Comisión, Peter Power.

"Esta intervención adopta la forma de financiación barata, renta de la tierra ajena al mercado mercado, cese de impuestos y una valoración de bienes inapropiada. Hay evidencia de dumping y de daños", agregó.

Bruselas abrió la investigación sobre zapatos con capellada de cuero en julio, bajo presión de fabricantes europeos preocupados por un enorme salto en las importaciones chinas y vietnamitas al bloque.

La importación de zapatos chinos en Europa creció 320 por ciento entre abril de 2004 y marzo de 2005, con 95 millones de pares vendidos. En el mismo periodo, las importaciones vietnamitas aumentaron 700 por ciento, con 120 millones de pares.

Si la UE decide seguir adelante con las medidas anti-dumping, éstas podrían ser aplicadas a partir del 7 de abril y durante seis meses. Desde entonces podrían mantenerse por los próximos cinco años.

Las medidas podrían ser aranceles a las importaciones de los dos países para proteger a la industria europea del calzado, pero la Comisión estima prematuro adelantar las propuestas del comisario de Comercio, Peter Mandelson.

Países de Europa meridional y centro-oriental, que tienen una importante producción nacional calzado, como España, Italia y Hungría, están presionando por medidas.

Pero la industria está dividida entre las entidades que representan a los fabricantes nacionales, que hablan de la amenaza a la industria europea, y las de importadores y vendedores minoristas, para las cuales los aranceles amenazarán a los consumidores y comerciantes y a la competitividad de la UE.

Algunos vendedores señalan que las medidas anti-dumping aumentarán drásticamente el precio del calzado dentro del bloque.

La Federación de la Industria Europea de Mercaderías Deportivas (FESI por sus siglas en inglés) dice estar "seriamente preocupada" por el impacto sobre los consumidores. Estos terminarán pagando las medidas anti-dumping, mientras los precios del calzado aumentarán 25 por ciento, con un "efecto negativo" en las compras.

La organización empresarial se mostró complacida de que las propuestas de la Comisión se limiten al calzado con capellada de cuero.

La Confederación Europea de la Industria del Calzado (CEC), que representa a las principales federaciones nacionales de este sector de la UE y de países de Europa central y oriental, considera importante enfatizar "el interés general de la Comunidad por la adopción de medidas anti-dumping apropiadas".

También alega que las medidas son del interés de la UE y que "no crearán efectos negativos" como un aumento de precios, reducción de empleos o menor capacidad de elección para el consumidor.

"A partir de los argumentos de quienes se oponen a las medidas anti-dumping, está claro que su aspiración es crear un escenario fatalista para los consumidores, el empleo y la Comunidad como un todo, causado por medidas que favorecieran sólo a una industria muerta e incapaz de anticipar los desafíos de una economía global", dijo el martes a IPS el director administrativo de la CEC, Roeland Smets.

"La CEC renuncia a esa falsa imagen, así como a los impactos negativos, y enfatiza la necesidad de ubicar los hechos en su contexto y perspectiva reales", dijo.

La CEC urge a la UE a imponer aranceles elevados a China y Vietnam para frenar el flujo de calzado barato.

"La Comisión Europea está intentando complacer a todas las partes involucradas en la discusión, pero debe establecer sus prioridades para apoyar a la industria", agregó.

Una acción de la UE creará tensiones similares a las de la batalla comercial del año pasado por las exportaciones textiles chinas baratas, conocida como la "guerra de los sostenes". En esa ocasión, enormes cantidades de ropa interior fueron bloqueadas durante semanas en puertos europeos, mientras los vendedores minoristas voceaban sus enormes pérdidas.

Cualquier arancel al calzado debe ser acordado por los 25 estados del bloque, lo que podría alcanzarse en la reunión del Consejo de Asuntos Generales, que se celebrará en Bruselas el 27 de febrero.

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