SERBIA: Estado asume control de empresa telefónica

El gobierno de Serbia asumió el control de la mayor empresa privada de telefonía celular, Mobtel, tras descubrir que había firmado en forma secreta un acuerdo «perjudicial para los intereses nacionales» con la compañía Mobikos, propiedad de un empresario albanokosovar.

"La licencia de Mobtel para la telefonía celular fue revocada luego de que se constató un contrato ilegal con Mobikos, de Pec, propiedad de Ekrem Luka", a quien le permitió realizar servicios de telecomunicaciones en la sureña provincia autónoma de Kosovo, anunció el gobierno en un comunicado.

Mobikos es una empresa con sede central en la localidad de Pec, 120 kilómetros al sur de Pristina, la capital kosovar.

La provincia, con una población mayoritariamente albanesa, es administrada desde 1999 en forma conjunta por la Organización de las Naciones Unidas y un gobierno local, pero Serbia aún la reclama como propia.

El acuerdo entre Mobtel y Mobikos, suscrito en 2003, dañó los intereses económicos de Serbia y permitió que Luka lograra enormes ganancias, señaló Belgrado.

Gran parte de Mobtel era propiedad de la familia Karic, originaria de Pec, pero radicada en Serbia desde los años 80. Los Karic se volvieron millonarios bajo el régimen de Slobodan Milosevic (1991-2001)

"Luka desvió todas las ganancias a Kosovo, violando gravemente la carta orgánica de Mobtel, ya que el Estado tiene la propiedad de 49 por ciento de la compañía", dijo a periodistas el ministro de Inversiones en Capitales, Velimir Ilic.

Bajo un acuerdo de sociedad entre Mobtel y Mobikos, una gran parte de las ganancias debieron ir a Serbia, pero eso no ocurrió, añadió.

"La seguridad nacional de Serbia fue también puesta en peligro, además de los intereses financieros. Mobikos pudo haber controlado las comunicaciones de toda Serbia", afirmó.

Luka, un empresario albanakosovar, ha sido en varias ocasiones acusado por las autoridades serbias de financiar a líderes separatistas.

Mobtel fue la primera operadora de telefonía celular en Serbia. Hoy tiene más de dos millones de clientes en una población de 7,5 millones de habitantes. La empresa rival es la estatal Telecom Serbia, con 1,5 millones de clientes.

La familia Karic, que fundó la compañía con el Estado en 1994, vendió su parte de 51 por ciento de las acciones a un consorcio austríaco meses atrás, pero sin informar al gobierno serbio.

Cuando salió a la luz que los Karic recibieron más de 400 millones de dólares por la venta, muchos exhortaron al gobierno a reclamar una buena parte de las ganancias de las compañía telefónica que, según varias auditorías, habían sido desviadas a varias empresas de la poderosa familia.

Fuentes del gobierno dijeron a IPS que el consorcio austríaco se comprometió a pagar esas deudas con el Estado, pero en varias cuotas. Los empresarios austriacos consideraron más rentable adelantar las ganancias del negocio.

El consorcio, encabezado por el empresario austríaco Martins Schlaff, estuvo involucrado en una operación similar en Bulgaria. En 2002, compró la empresa de telefonía celular búlgara Mobiltel y luego la vendió a una compañía austriaca en 2005, con una ganancia neta de 950 millones de dólares.

Pero las negociaciones entre el consorcio y el gobierno serbio, con las que se esperaba acordar el pago de la primera cuota de 15 millones de dólares para el 30 de diciembre, fracasaron.

"Era obvio que era mucho para ellos, casi 500.000 millones de dólares en total, a pesar de que las operaciones de telefonía celular son las más rentables en los Balcanes", dijo una fuente del gobierno.

Expertos señalan que el desorden en las cuentas del Estado serbio deriva de la turbulencia de los años 90, un periodo marcado por la guerra y en el que sólo los cercanos a la familia Milosevic podían hacer buenos negocios.

"Éste es un ejemplo de las actividades irregulares que aún prevalecen en Serbia, cinco años después de que Milosevic fuera sacado del poder. Los magnates de esa era siguen haciendo sus negocios como quieren, sin que les importe ninguna regla", dijo a IPS la analista Misa Brkic.

Bogoljub Karic, jefe de la poderosa familia, tiene claras ambiciones políticas y ve a la medida contra Mobtel como un "castigo organizado" contra él.

Karic, de 51 años, fundó el Movimiento Poder de Serbia (PSS) y se postuló sin éxito en las elecciones presidenciales de 2004.

Sin embargo, las últimas encuestas de opinión pública indican que el PSS se convirtió en el tercer partido más popular, con 17,2 por ciento de apoyo, detrás del ultranacionalista Partido Radical Serbio y del Partido Democrático.

El PSS no logró superar el umbral de cinco por ciento de los votos en los comicios parlamentarios de 2003, pero le fue suficiente para obtener cinco bancas.

"Esto es sólo el comienzo de una campaña política contra mí", dijo el polémico empresario y político en una declaración divulgada en el canal de televisión BK, uno de los más populares en Serbia.

"Es el regreso a un proceso de confiscación de la propiedad privada, en tiempos que el gobierno finge favorecer la privatización y la economía de mercado", añadió.

Mientras, el Ministerio de Comunicaciones e Infraestructura de Austria advirtió en una declaración que, "si el gobierno de Serbia se mantiene firme en su decisión de revocar la licencia, enviaría una señal fatal a otros inversores austríacos e internacionales".

El consorcio austríaco anunció que presentará una apelación ante la Corte Suprema de Serbia. (

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe