BOLIVIA-ESPAÑA: Morales construye confianza

El presidente electo de Bolivia, Evo Morales, obtuvo pleno acuerdo del gobierno español y de organizaciones empresariales para que la cooperación y las inversiones procedentes de España se destinen a apoyar políticas contra la pobreza y la exclusión en esa nación sudamericana.

Morales, que asumirá la Presidencia de Bolivia el 22 de enero, inició este miércoles una visita a España reuniéndose con el presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

La agenda incluye encuentros con el rey Juan Carlos, empresarios, el secretario general de la Comunidad Iberoamericana, Enrique Iglesias, y dirigentes de las dos centrales sindicales mayoritarias, la Unión General de Trabajadores, socialista, y la Confederación General de Comisiones Obreras, comunista.

Una síntesis de los propósitos de Morales fue proporcionada por él mismo en rueda de prensa. El presidente electo dijo estar de acuerdo en que Bolivia se incorpore como miembro pleno al Mercado Común del Sur (Mercosur), permanezca dentro de la Comunidad Andina de Naciones y negocie un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos, siempre que éstos tratados impliquen comercio justo.

"Queremos soluciones para las mayorías y no para las transnacionales que invaden mercados y destruyen a las pequeñas y medianas empresas", señaló. En su opinión, eso no es obstáculo para garantizar la seguridad jurídica que reclaman las corporaciones, apoyadas por el gobierno español. "Pero la seguridad jurídica debe ir acompañada de la seguridad social", puntualizó.

Zapatero se mostró muy sensible a las preocupaciones sociales, dijo Morales a periodistas tras finalizar una reunión de dos horas, tres veces más larga de lo previsto. Como una prueba de esa sensibilidad, Madrid cancelará "una parte sustancial" de la deuda de Bolivia con España, de unos 120 millones de dólares, a cambio de gastos en educación, sostuvo el mandatario electo boliviano.

Este mecanismo, que ya se aplica con Ecuador, supone destinar los montos de pagos de deuda a programas de educación. Bolivia deberá destinar a esos planes el importe en moneda nacional de la deuda condonada por España, y ésta hará otra aportación para financiarlos.

España es uno de los principales donantes de Bolivia, el tercer receptor de ayuda española. En 2004, esa asistencia sumó 43 millones de euros, y en el año en curso ascenderá a 60 millones, informó Zapatero a Morales.

Bolivia es el país más pobre de América del Sur, pese a sus reservas gasíferas. Una de las principales banderas electorales de Morales, indígena aymara que obtuvo notoriedad como dirigente de los campesinos cultivadores de coca, es la recuperación del control nacional sobre las riquezas de hidrocarburos.

En la reunión a puertas cerradas con una veintena de empresarios españoles, celebrada alrededor de la mesa del almuerzo, Morales sentó a su derecha al presidente de la petrolera Repsol YPF, Antonio Brufau, y a su izquierda al director general de esa compañía para Argentina, Brasil y Bolivia, Enrique Locutura.

Fuentes de Repsol YPF señalaron a IPS que el ambiente y las posiciones manifestadas durante el almuerzo fueron "muy positivas". Fuentes de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) confirmaron esa apreciación y comentaron que "Morales emitió un mensaje tranquilizador", pues insistió "en la seguridad jurídica de las empresas, sobre todo de las españolas".

Bolivia necesita inversión extranjera, dijo Morales. No habló de expropiaciones ni de sanciones, y puso énfasis en que su país debía controlar sus recursos naturales. Las fuentes de la CEOE destacaron que "no hay prevención contra las empresas españolas ni otras extranjeras" y que Morales mostró "un cierto antiamericanismo y prevenciones contra la oligarquía, sea nacional o regional".

Morales dijo a la prensa que los ejecutivos de Repsol expresaron voluntad de elevar sus inversiones en Bolivia. Añadió que su gobierno ejercerá el derecho de propiedad del Estado, "sin confiscar ni expulsar, pero no tolerará que no paguen impuestos, sino que actúen como socios y teniendo presente siempre el objetivo de lograr un desarrollo económico y social justo".

El secretario español de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, sostuvo que España apoyaría la implantación de sistemas de regadío en Bolivia, con respaldo del Ministerio de Agricultura y de empresas públicas especializadas.

Sobre la situación y el futuro de las empresas españolas en Bolivia, Moraleda afirmó que "serán compatibles los intereses empresariales con los de Bolivia, pues estamos plenamente convencidos de que el clima de seguridad y futuro para los inversores será una realidad".

En esto coincidió el ministro de Industria, José Montilla, quien tras reunirse con el visitante admitió que en Bolivia se estaban produciendo cambios en las reglas de juego por decisión de su pueblo. Morales tiene claro el "importante papel que tienen las empresas extranjeras y españolas para el desarrollo empresarial y la creación de empleo", añadió.

Las relaciones entre los dos países "pueden ser mejoradas en todos los ámbitos y en especial en el económico y comercial", dijo Montilla. Morales no habló de nacionalizaciones ni expropiaciones, agregó.

En la breve reunión con el secretario general iberoamericano Enrique Iglesias, éste ofreció su apoyo para la lucha contra la pobreza, la gobernabilidad democrática y el fortalecimiento institucional.

Además, ambos revisaron la situación del Fondo Indígena, un programa de cooperación aprobado en la Segunda Cumbre Iberoamericana, celebrada en Madrid en 1992, cuya secretaría tiene sede en La Paz, y se manifestaron a favor de su reactivación.

Morales se reunirá antes de su partida con los líderes sindicales y dirigentes políticos de varios partidos. Pero no lo hará con el jefe de la principal fuerza opositora, el derechista Partido Popular. Mariano Rajoy rechazó un encuentro.

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