La candidata de la gobernante coalición de centroizquierda chilena, Michelle Bachelet, reiteró su confianza en triunfar sobre sus dos contrincantes de derecha en los comicios presidenciales de este domingo, pero admitió que necesitará la segunda vuelta del 15 de enero para llegar al gobierno.
"Estoy tranquila, estoy segura de que vamos a ganar el domingo próximo, que vamos a tener una mayoría ciudadana y que si hay que ir a segunda vuelta, bueno… vamos a ganar tres veces: en primera vuelta, en las parlamentarias y en segunda vuelta", declaró este viernes Bachelet a la radio santiaguina Cooperativa.
Unos 8,3 millones de chilenos mayores de 18 años están convocados a las urnas para elegir a la sucesora o al sucesor del presidente Ricardo Lagos entre cuatro candidatos, en elecciones simultáneas para la renovación de los 120 cargos de la Cámara de Diputados y de 20 de los 38 escaños del Senado.
Bachelet, una médica pediatra socialista de 54 años, ex ministra de Salud y de Defensa en el actual gobierno de Lagos (2000-2006), iniciará este domingo el camino que puede convertirla en la primera mujer en encabezar el Poder Ejecutivo en este país sudamericano, donde se instauró el voto femenino recién en 1949.
Las expectativas de la abanderada de la Concertación por la Democracia, la coalición que gobierna Chile desde el fin en marzo de 1990 de la dictadura del general Augusto Pinochet, están avaladas por sucesivas encuestas de intención de voto.
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El último sondeo, difundido el jueves por el Centro de Estudios de la Realidad Contemporánea (CERC), proyecta que Bachelet será votada por 41 por ciento de los ciudadanos que participen, seguida por el empresario derechista Sebastián Piñera, con 22 por ciento, y por el ex alcalde de Santiago Joaquín Lavín, también de derecha, con 19 por ciento.
La encuesta sitúa en el último lugar, con siete por ciento de las adhesiones, a Tomás Hirsch, candidato del Pacto Juntos Podemos Más, de los partidos Comunista y Humanista.
La investigación confirmó que, pese a su ventaja más o menos holgada sobre los dos candidatos de derecha, Bachelet tendrá que batirse en el balotaje del 15 de enero contra Piñera o Lavín, según cual de los dos resulte segundo este domingo, en lo que representa así la mayor incógnita para esta primera vuelta de los comicios presidenciales.
"Las encuestas siempre nos dan menos votos de los que tenemos", dijo a IPS el senador Hernán Larraín, de la Unión Demócrata Independiente (UDI), el partido de Lavín.
El parlamentario insistió en que hay un "empate técnico" entre Lavín y Piñera, no aclarado por la encuesta del CERC, que tiene un margen de error de 2,34 por ciento y donde se consigna además que siete por ciento del electorado aún está indeciso.
Piñera, un empresario liberal que irrumpió inesperadamente en la batalla presidencial en mayo, desahuciando el apoyo de su Partido Renovación Nacional (PRN) a Lavín, resaltó en cambio esta última encuesta como la ratificación de que será él quien dispute el triunfo final a Bachelet en el balotaje de enero.
Según el sondeo del CERC, en un escenario de segunda vuelta de Bachelet contra Piñera, la candidata oficialista obtendría 50 por ciento de los sufragios y el empresario derechista 35 por ciento. A su vez, la abandera de la coalición gobernante derrotaría por 56 contra 27 por ciento a Lavín, si éste fuera su rival en enero.
Lavín, un político conservador identificado con el ex dictador Pinochet, fue candidato del derechista pacto Alianza por Chile en las anteriores elecciones presidenciales, del 11 de diciembre de 1999, cuando logró 47,51 por ciento de los votos, en un "empate técnico" con Lagos, que obtuvo 47,95 por ciento.
En esa ocasión, y por primera vez desde que la Constitución de 1980 introdujo la segunda ronda comicial, ese mecanismo se puso en marcha en enero de 2000, cuando Lagos aumentó su votación a 51,32 por ciento, mientras Lavín creció sólo al 48,68 por ciento.
En esta ocasión Hirsch, quien no tiene ninguna opción de pasar a la segunda vuelta de acuerdo a las encuestas, será sin embargo un protagonista decisivo, ya que el respaldo de siete por ciento que le atribuye el CERC será otro factor determinante para que Bachelet no se alce con la mayoría absoluta.
"No me cabe duda de que vamos a tener la votación más alta que ha logrado la izquierda desde hace más de 35 años, solamente superada por lo que fue la campaña de Salvador Allende (quien triunfó en las elecciones presidenciales de 1970 con 40 por ciento de los votos)", dijo el abanderado del pacto Juntos Podemos Más.
Hirsch, un militante del pequeño Partido Humanista, aseguró a IPS que la convocatoria de su candidatura está disminuida en las encuestas y confía en llegar a un respaldo efectivo en torno a 10 por ciento, una marca jamás alcanzada por un candidato alternativo a las dos grandes coaliciones de derecha y centroizquierda desde las presidenciales de 1989.
Desde las cero horas de este viernes (03:00 GMT) comenzó a regir en todo Chile la prohibición de hacer propaganda electoral, mientras las Fuerzas Armadas, de acuerdo a los procedimientos habituales, asumían el resguardo de los 1.500 locales de votación en este país de 15,6 millones de habitantes.
Obreros de los municipios iniciaron el retiro de los carteles y pancartas que literalmente tapizaron las calles y avenidas durante esta campaña presidencial, donde el postulante que más dinero gastó en propaganda fue Piñera, un exitoso empresario, dueño de la línea aérea Lan-Chile, del canal televisivo Chilevisión y de otras grandes empresas.
El viceministro del Interior, Jorge Correa, informó que 20.000 efectivos del Ejército, la Fuerza Aérea, la Armada y la policía de Carabineros velarán por el orden durante los comicios, resguardando especialmente los recintos de votación donde funcionarán en total 32.957 mesas receptoras de sufragios.
El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) pidió este viernes a las autoridades electorales y del gobierno que adopten medidas para garantizar el libre ejercicio del sufragio a la población de transgéneros y trasvestidos.
"Esta preocupación es muy explicable, por cuanto en años anteriores varias representantes de nuestro sector han tenido problemas en las mesas de votación porque su estética no coincide con el nombre legal (de su cédula de identidad)", dijo a IPS Karim Avaria, activista transgénero del Movilh.
Los transgéneros que adoptan la decisión de vestir ropas de mujer deben votar en las mesas de hombres, de acuerdo a la legislación chilena, que diferencia por sexos los locales de votación.
Las personas transgénero y travestis son así objeto de burlas e incluso han sido impedidas de votar, "lo cual afecta evidentemente que ejerzamos el derecho que tiene todo ciudadano o ciudadana", señaló Avaria.
"Ya conseguimos en 2001 que el Registro Civil permitiera a nuestro sector sacar su carné de identidad sin modificar su estética, pero aún falta mucho por hacer en distintas áreas, y una de ellas se relaciona con los procesos electorales", apuntó la activista.