El parlamento español aprobó este viernes una moción que insta al gobierno a promover, tanto en la Unión Europea (UE) como en la próxima conferencia ministerial de la OMC, políticas agrarias, de empleo y de comercio que favorezcan al mundo en desarrollo.
En la sexta conferencia de la OMC (Organización Mundial del Comercio), que se realizará del 13 al 18 de este mes en Hong Kong, estará representado el gobierno socialista de España, pero la voz cantante en las negociaciones la tendrá la Comisión Europea, el órgano ejecutivo de la Unión Europea que actuará como representante de los 25 países que integran el bloque.
Los diputados subrayaron "la estrecha vinculación que existe entre el comercio internacional y la lucha contra la pobreza, como lo prueba el hecho de que aumentando tan sólo en uno por ciento las exportaciones de África, Asia y América Latina, 128 millones de personas dejarían de ser pobres".
Además, añadieron que "este mismo incremento en África subsahariana haría que esa región pudiera alcanzar por sí sola los Objetivos de Desarrollo del Milenio", entre ellos el de abatir a la mitad la pobreza extrema y el hambre para 2015 según los indicadores de 1990.
Los subsidios que la UE, Estados Unidos, Japón y otros países industrializados otorgan a sus productores agropecuarios inciden de manera sustancial en la competitividad del mundo en desarrollo.
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El sacerdote católico Ángel García, presidente de una de las organizaciones no gubernamentales más fuertes en su cooperación con el Sur como es Edad Dorada Mensajeros de la Paz", consideró una buena noticia ese pronunciamiento por unanimidad de la Comisión de Cooperación al Desarrollo, que por reglamento toma carácter de resolución del parlamento español.
Ahora "hay que plantearse que el gobierno español la aplique, haga las gestiones correspondientes dentro de la UE y en Hong Kong mantenga una posición de firmeza para aprobar medidas que permitan el desarrollo de los países del Tercer Mundo", añadió García, más conocido como Padre Ángel.
En la moción parlamentaria se recomienda promover "en el seno de la Unión Europea una reforma de las políticas agrarias que, sin arriesgar la protección del medio rural español, garantice mayores oportunidades para los campesinos del mundo en desarrollo".
A la pregunta de, si es posible lograr la reforma en esas condiciones, el Padre Ángel contesta afirmativamente: "Sí, claro está que se puede, pero diferenciando lo que es proteger a los campesinos españoles de lo que es seguir beneficiando a grandes terratenientes y empresas transnacionales".
Al respecto, organizaciones de la sociedad civil precisan que en 2003 sólo 15 por ciento de las grandes empresas agrícolas francesas absorbieron 60 por ciento de los subsidios de la UE dirigidos a ese país, mientras que los pequeños agricultores apenas lograron acceder a 17 por ciento.
El diplomático Ángel Vázquez, de la Dirección de Comunicación del Ministerio de Asuntos Exteriores de España, aclaró ante IPS que el pedido parlamentario carece de valor jurídico al no tener fuerza de ley, aunque, afirmó, sí lo tiene políticamente.
"Por supuesto que el gobierno (del socialista José Luis Rodríguez Zapatero) lo tendrá en cuenta y será la filosofía que inspire su actuación, pero la propia negociación que llevará la UE obligará a buscar equilibrios, como en todas las negociaciones", agregó.
La UE, que junto a Estados Unidos y Japón distribuyen a sus productores más de 250.000 millones de dólares por año, ya adelantó que no mejorará antes de Hong Kong su oferta de reducción sin antes los países en desarrollo no ofrecen contrapartidas de apertura en productos industriales y servicios.
El bloqueo de esta discusión tras la firme posición del Grupo de los 20 países en desarrollo, coordinados hoy por Brasil e India, llevó al fracaso a la quinta conferencia de la OMC realizada en septiembre de 2003 en México, donde se pretendía dar fin a la Ronda de Doha de negociaciones multilaterales, lanzada en 2001 en la capital de Qatar y destinada a liberalizar el comercio mundial.
Vázquez recordó que las competencias en temas agrarios, en lo referente a precios, normas aduaneras, ayudas y negociaciones han sido traspasadas por los 25 países miembros de la UE a la Comisión Europea. Entre esos países hay diferentes posiciones, como ocurre con Gran Bretaña, que defiende la disminución de las ayudas al sector agropecuario, mientras Francia y España se oponen.
Una señal de la posición de la Comisión Europea la dio su presidente, el portugués José Manuel Durão Barroso, al analizar este viernes en un artículo publicado en el diario español El País, las perspectivas financieras de la UE.
Allí enumera una larga lista de factores y de sectores en los que tiene que emplear "un presupuesto moderno y equitativo" y en relación a los países del Sur consigna una sola mención: que la UE "proporciona medicinas a los enfermos de sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) en las regiones más pobres del mundo". Pero ni una palabra sobre la cooperación al desarrollo.
El documento aprobado por el parlamento comienza solicitándole al gobierno de Zapatero que "promueva y apoye un acuerdo comercial que genere mayores oportunidades de empleo y comercio en todos los países en desarrollo, avanzados y menos avanzados, y permita a los países menos adelantados beneficiarse del aumento de las oportunidades y avances del bienestar que genera el sistema multilateral del comercio, tal y como se reconoció en la Declaración Ministerial de Doha".
En este sentido, la iniciativa aboga porque España trabaje para "lograr un acuerdo de este tipo en agricultura, el acceso a mercados para productos no agrarios y los servicios, garantizando en este último caso servicios básicos públicos para la población, tales como educación, salud y acceso a remedios más esenciales para luchar contra enfermedades tan graves como el sida o la malaria, y la provisión de agua potable".
Puntualiza que "España debe promover en el seno de la Unión Europea una reforma de las políticas agrarias que, sin arriesgar la protección del medio rural español, garantice mayores oportunidades para los campesinos del mundo en desarrollo".
También que se debe llegar en el marco del bloque europeo a "acuerdos en materia comercial que sirvan a los países más pobres y no sólo a las grandes potencias agrícolas".
Finalmente, se pide que el gobierno "apoye y promueva la inclusión y participación en la conferencia (de Hong Kong) de representantes de la sociedad civil y agentes sociales, así como del parlamento español, de acuerdo con las normas y los mecanismos que al efecto están establecidos por dicha Cumbre".
Los parlamentarios pusieron énfasis en destacar la influencia que tiene la OMC "en la vida de millones de personas en el mundo, sobre todo aquéllas que viven en los países más pobres, determinando aspectos cotidianos como la comercialización de alimentos o el acceso a medicamentos".