Mientras las multinacionales competían por exhibir lo más novedoso en tecnologías de la información y las comunicaciones durante la cumbre celebrada en Túnez hasta este viernes, los medios radiales alternativos se mantuvieron fieles a sus grabadoras y micrófonos de siempre.
"Cuando quisimos desarrollarnos, nos dijeron que para montar una radio en Internet necesitábamos un millón de dólares y una tecnología súper avanzada", contó a IPS María Suárez Toro, codirectora de Radio Internacional Feminista, una emisora que en sus inicios traspasaba las fronteras de Costa Rica gracias a sus transmisiones en onda corta.
Sin embargo, la solución no demoró. "Éramos las ingenieras y técnicas de nuestra radio en onda corta, así que decidimos usar toda nuestra tecnología antigua de la radio, con un cordón umbilical hacia la computadora", explicó.
De ese modo, el equipamiento que acompaña a Suárez en sus coberturas noticiosas incluye una mezcladora, una grabadora, un micrófono y una computadora que se conecta a Internet. Un estudio reciente probó que su audiencia se extendió a 145 países en los últimos cinco años.
"Los archivos de sonido que colocamos en Internet son bajados por las mujeres de radios comunitarias y los reproducen en sus emisoras. Otros profesionales toman nota de nuestras transmisiones en vivo, y somos fuente directa de los acontecimientos", afirmó.
La emisora difunde sus materiales en español e inglés, lo que a juicio de Suárez tiene la ventaja de "conectar" al sector femenino latinoamericano con mujeres de Asia, África, Europa, Estados Unidos y Canadá.
"Estamos haciendo apuesta a que en la expresión oral de las mujeres es donde está nuestra mayor fuerza. Somos amantes de la radio y decidimos inventar radio en Internet", añadió la profesional, activa defensora de la equidad de género.
Ese fue uno de los varios asuntos que acapararon la atención de la sociedad civil en la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información que transcurrió en Túnez desde el miércoles hasta este viernes, con la participación de más de 9.000 representantes de 597 organizaciones no gubernamentales.
La cifra convirtió a la sociedad civil en la más representada, después de gobiernos y empresariado. Se estima que, en total, asistieron unas 17.000 personas a la cita, convocada para achicar la diferencia de acceso a la informática y las telecomunicaciones entre ricos y pobres.
La reunión tuvo también un gran número de actividades a cargo de las organizaciones no gubernamentales y otros sectores de la sociedad civil, algunas de las cuales, paradójicamente, no pudieron realizarse por la censura ejercida por el país anfitrión.
Suárez dijo que transmitía en directo el desarrollo del seminario "Expresión bajo represión", a cargo de la organización holandesa Hivos, cuando autoridades tunecinas advirtieron que no estaba permitido distribuir propaganda dentro de la sala de sesiones.
"Mientras eso sucedía, nosotras con una maquinita estábamos difundiendo en vivo y desde allí mismo, hacia el mundo entero, el transcurso del taller", comentó.
El seminario de Hivos, que trabaja en proyectos de desarrollo, incluyó testimonios acerca del uso de "weblogs" (sitios donde se colocan noticias y comentarios sobre ciertos temas, también llamados bitácoras) y boletines electrónicos en Zimbabwe, Irán y China como alternativa para hacer llegar información a las personas a través de Internet.
"Cuando hablamos de comunicación alternativa y comunitaria, se trata de poder contar lo que pasa en la Cumbre con una mirada distinta a como lo hacen los grandes medios de comunicación y, además, contar lo que éstos no cuentan", dijo a IPS Inés Farina, de la agencia informativa Púlsar.
Esa agencia se define como "la voz de los que no tienen voz", explicó Farina. Es una iniciativa de la Asociación Mundial de Radios Comunitarias-América Latina y el Caribe (AMARC-ALC) para democratizar las comunicaciones mediante el contacto directo entre periodistas y fuentes de la sociedad civil.
Púlsar tiene oficinas permanentes en Uruguay, México, Brasil y Argentina y mantiene acuerdos con redes nacionales y regionales de noticias para acceder y difundir información de primera mano sobre lo que pasa en cada país. Distribuye sus servicios por correo electrónico y la web de manera gratuita.
"Lo único que pedimos es que nos citen", dijo Farina, quien añadió que Púlsar trató de cubrir las incidencias de la cita de Túnez con una mirada crítica, con perspectiva de lo que tiene que ver con la sociedad civil y la radio comunitaria, así como con las organizaciones no gubernamentales.
La periodista estimó que unas 400 radios comunitarias están asociadas en América Latina a AMARC-ALC, entre cuyos postulados figuran la democratización de la radiodifusión a través de acciones locales e internacionales y la promoción del movimiento de la radio comunitaria en el mundo.
Otros medios alternativos latinoamericanos acudieron a la Cumbre organizada por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) más que para informar, para conocer de cerca las posibilidades de las nuevas tecnologías y trabajar con estas herramientas.
"Nosotros estamos en proceso de convertirnos en un multimedia. Ya tenemos la publicación escrita y en 2006 comenzamos con la radial", señaló Rosalinda Hernández, coeditora del periódico feminista La Cuerda, que desde 1998 edita mensualmente unos 20.000 ejemplares en Guatemala.
Hernández dijo que La Cuerda tendría próximamente una versión en vídeo, lo cual le permitirá llegar a todos los rincones de ese país, donde la tasa de analfabetismo es muy alta.