Detrás del conflicto diplomático entre los gobiernos de México y Venezuela, el continente americano exuda algunas de sus actuales divisiones.
Los puntos de vista de México y Venezuela, países que mantienen desde 1995 un acuerdo de libre comercio junto a Colombia, tiene rumbo de colisión, luego que el presidente Hugo Chávez calificó a su par Vicente Fox de "cachorro" de Estados Unidos y le advirtió que no se metiera con él, "porque saldrá espinao" (sic).
"Cuando uno se mete con un bravucón como Chávez, hay poco que hacer con la diplomacia. Pero todo esto tiene un fondo en los poderes regionales, en los intereses políticos diversos que se están jugando en América Latina", dijo a IPS el especialista en asuntos internacionales Rafael Fernández de Castro, del Instituto Tecnológico Autónomo de México.
Los problemas empezaron en la IV Cumbre de las Américas celebrada en Argentina el 4 y el 5 de este mes. Fox concurrió al encuentro enarbolando una encendida defensa del congelado proyecto del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), impulsado por Washington.
Fox llegó a sostener que las negociaciones por el ALCA debían retomarse sin los países del continente que lo rechazaban y, de regreso en México, criticó a su par argentino Néstor Kirchner por el manejo público que dio a esta diferencia.
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Mientras, Chávez arremetió contra el plan y lo declaró sepultado en un acto público con a activistas sociales con los que compartió escenario.
"Aunque en un presidente se escuchan feos los insultos contra otro, Chávez tiene razón en el fondo, pues Fox está trabajando a favor de los planes estratégicos de Estados Unidos y eso choca con personas y pueblos que tienen dignidad", señaló a IPS uno de los portavoces de la Alianza Social Continental, Héctor de la Cueva, de grupos altermundistas de la región.
"Aquí hay una división de aguas entre quienes estamos por la liberación y quienes se someten a Washington", sostuvo el activista.
El gobierno de México, campeón en acuerdos de libre comercio con más de 10, pidió a Chávez se retractara de sus señalamientos contra Fox y anunció el retiro de su embajador en Caracas.
Políticos y analistas locales recomendaron la ruptura de relaciones con Chávez. Pero portavoces oficiales señalan que no hay intenciones de llegar hasta ese punto, aunque se reducirán los vínculos bilaterales al mínimo indispensable.
Fox explicó que su país no podía aceptar las ofensas de Chávez, en un diferendo que a su entender era "más personal". Pero añadió su esperanza de un arreglo lo más pronto posible.
"Lo que más apena (en este conflicto con Venezuela) es cuando hay adjetivos y calificativos que no van en una relación seria", declaró el mandatario.
Las vínculos comerciales entre México y Venezuela pasaron de 1990 a 2004 de poco más de 276 millones a 1.520 millones de dólares. Para México, el intercambio con ese país sudamericano y petrolero representa menos de 0,5 de su comercio global anual.
Fernández de Castro estimó que, en el futuro, podría no haber más alternativa que el rompimiento de relaciones, pues "Chávez está envalentonado y capitaliza muy bien el 'antibushismo' que hay ahora en América Latina".
El analista se refería a los sentimientos contrarios a la política exterior del mandatario estadounidense George W. Bush, que están en alza en América Latina, a partir de la invasión a Iraa, en marzo de 2003, y de la "guerra contra el terrorismo".
En Argentina, la sociedad civil organizada en la III Cumbre de los Pueblos, en la cual Chávez puso su grano de arena, se movilizó contra la presencia de Bush en esa cita y contra el ALCA, un plan para crear una zona de libre comercio hemisférica que está paralizado desde hace casi dos años por la oposición de las naciones del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) y de Venezuela.
Según el ex canciller mexicano Jorge Castañeda, la rencilla entre Chávez y Fox se vincula a los intentos del primero por influir en los procesos políticos de México y de otros 10 países de América Latina en los que se celebrarán elecciones presidenciales y parlamentarias este año y el próximo.
La tesis de Castañeda está muy próxima al discurso de Washington, destinado a demonizar a Chávez.
El ex canciller señala que Chávez impulsa, con apoyo de Cuba, el crecimiento en la región de la izquierda que ya gobierna en Argentina, Brasil, Venezuela y Uruguay, aunque la existencia de gobiernos progresistas en esas naciones nada tenga que ver con Chávez o La Habana.
La analista internacional Estela Tello opinó que en el conflicto de México y Venezuela, Caracas estaba acompañada de La Habana, con la cual Fox ya había tenido tensiones, y probablemente de algún otro país gobernado por fuerzas de izquierda.
"En lo que no hay duda es que gran parte del sector social organizado sí apoya a Chávez en este problema con México, aunque insisto que no conjugamos con que se usen los insultos", dijo De la Cueva, de la Alianza Social Continental.
Fuentes oficiales dijeron a IPS que Washington expresó a México por diversas vías a su apoyo en el diferendo con Caracas.
"Los desacuerdos son naturales, pero qué lástima que éste no pueda resolverse con diplomacia, y eso pasa en gran parte porque Chávez se pasó de la raya al insultar a Fox", dijo a IPS el analista Jorge Chabat, del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).
Algunos diputados mexicanos acusaron al embajador venezolano en México, Vladimir Villegas, de inmiscuirse en la política local y de asistir a reuniones públicas organizadas por simpatizantes del izquierdista Partido de la Revolución Democrática, cuyo candidato presidencial, Andrés López Obrador, aparece como favorito en las encuestas para las elecciones del año próximo.
"Yo no sé hasta qué punto puede influir Chávez en la política de México. Pero este episodio con Fox sin duda generará algún ruido interno, no necesariamente a favor de la izquierda o contra el libre comercio", declaró Chabat.
Políticos de todos los signos, incluido López Obrador, defendieron a Fox en el conflicto diplomático.
Chabat recordó una encuesta realizada por el CIDE en 2004, según la cual 62 por ciento de los mexicanos consultados estaba favor del ALCA, proyecto al que los movimientos sociales de la región consideran una expresión acabada del neocolonialismo de Estados Unidos.
Este observador y Fernández de Castro indican errado considerar a Fox un "cachorro" de Estados Unidos por apoyar el ALCA o el libre comercio, asuntos alentados por los gobiernos de México desde los años 80.
Ambos recuerdan las muestras de independencia que dio México al oponerse a varias medidas de política exterior estadounidense, como la invasión a Iraq en 2003.
"Chávez insulta a Fox porque tiene público, pero además recordemos que con el mexicano son como el agua y el aceite", opinó Tello.
México y Venezuela estuvieron en bandos opuestos en el proceso de selección este año del secretario general de la Organización de Estados Americanos. Caracas apoyó al ganador, el chileno Miguel Insulza, y México postuló a su canciller Ernesto Derbez, a quien respaldaba Estados Unidos.
Además, Fox y Chávez tiene posturas políticamente opuestas. El mexicano pertenece a un partido conservador, mientras el venezolano se declara revolucionario y promueve un "socialismo del siglo XXI".