PERIODISMO-IRAQ: La cobertura más peligrosa desde 1945

Informar sobre la violencia en Iraq es la tarea más peligrosa para un periodista desde la segunda guerra mundial (1939-1945), señaló la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF), e indicó que 24 trabajadores de prensa murieron en esa nación en lo que va de este año.

Desde enero murieron 51 periodistas en todo el mundo, y 107 fueron encarcelados. Pero, por lejos, el país más peligroso sigue siendo Iraq, señaló RSF en su cuarta Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa, divulgada esta semana.

Iraq ocupa el puesto 157 en la lista de 167 naciones.

Se trata del "conflicto más mortal para los medios de prensa desde la segunda guerra mundial, ya que en pocos meses mató a más periodistas que durante toda la guerra de Vietnam (1964-1975)", indicó la organización.

RSF ubicó una vez más en el último lugar a Corea del Norte, precedido por Eritrea y Turkmenistán.
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La organización considera a estos países los "agujeros negros de la información", en los que la prensa independiente y no gubernamental no existe.

En estas naciones "los periodistas de los medios de comunicación oficiales no hacen otra cosa que reproducir la propaganda del Estado. Cualquier desviación se reprime severamente. Una palabra de más, un nombre mal ortografiado, un comentario que se desvíe de la línea oficial pueden llevar a un periodista a la cárcel, o atraer sobre él la furia del poder", dice el informe.

"Acoso, presiones psicológicas, intimidaciones y vigilancia permanente, todo está admitido", añade.

Sin embargo, las democracias occidentales también tuvieron un mal desempeño, según RSF.

Estados Unidos cayó 20 escalones para ubicarse en el puesto 44 debido en parte al caso de la periodista Judith Miller, del diario The New York Times, quien pasó 85 días en prisión por negarse a revelar sus fuentes a la justicia, que investiga la filtración a la prensa de la identidad de la agente de inteligencia Valerie Plame.

Por su parte, Francia cayó del lugar 20 al 30 respecto de la clasificación anterior. "Registros de locales de medios de comunicación, arrestos de periodistas y la creación de nuevos delitos de prensa son, entre otras cosas, el motivo de su nueva posición", explicó la organización.

En algunos países, los periodistas corren serio riesgo de vida, como en Uzbekistán, ubicado en el puesto 155, donde se destacó el caso de Galim Bukharbaeva, corresponsal del Institute for War and Peace Reporting (Instituto de Información sobre la Guerra y la Paz), con sede en Londres.

Bukharbaeva es una de los cuatro ganadores del Premio Internacional de Libertad de Prensa 2005 por haber arriesgado su vida al cubrir la masacre de cientos de manifestantes a manos de las tropas del gobierno hace seis meses, en la ciudad uzbeka de Andijan.

También recibieron el premio, cuya ceremonia de entrega será el 22 de noviembre a cargo del Comité para la Protección de Periodistas (CPJ por sus siglas en inglés), el brasileño Lucio Flavio Pinto, el chino Shi Tao y la zimbabwense Beatrice Mtetwa.

Pinto es editor de la publicación bimensual brasileña Jornal Pessoal, que realizó varios informes sobre el tráfico de drogas, la devastación del ambiente y la corrupción política y empresarial en la Amazonia. El periodista fue atacado y amenazado de muerte, y además soporta varias denuncias civiles y penales destinadas a silenciarlo.

Por su parte, Tao es un periodista independiente que escribe para diversas publicaciones en Internet, y es editor del periódico chino de negocios Dangdai Shang Bao. Sus ensayos sobre reforma política, publicados fuera de su país, provocaron la ira de las autoridades chinas, que lo sentenciaron a 10 años de prisión por "filtrar secretos del Estado al exterior".

Por último, Mtetwa es una abogada que defiende a varios medios de comunicación en su país. Pese a haber sido detenida y golpeada por realizar su trabajo, sigue ejerciendo la defensa de periodistas.

"Estas personas fueron atacadas de varias maneras por poderosos que quieren ocultar sus acciones. Pero ante los graves peligros mostraron extraordinaria valentía y dedicación para defender la libertad de información", dijo la directora ejecutiva del CPJ, Anne Cooper.

RSF rechaza el argumento de que la libertad de prensa necesita muchos años de independencia y democracia para consolidarse. Nueve países que obtuvieron su independencia en los últimos 15 años están en los primeros 60 lugares de la clasificación.

"Cuando hay verdadera voluntad política, no importa cuán joven o frágil sea el país, el respeto por los derechos humanos y la libertad de prensa son posibles sin que hagan peligrar al régimen", dijo a IPS la representante de la organización en Washington, Lucie Morillon.

Por ejemplo, Eslovenia está en el puesto nueve, Namibia en el 27 y Timor Oriental, el país más joven del mundo, en el 58.

El informe de RSF también niega que exista un vínculo entre desarrollo económico y democracia.

"La pobreza no puede ser más una excusa para violar los derechos humanos. El caso de Benín, en el puesto 25, por encima de Estados Unidos y Francia, demuestra que un país puede respetar la libertad de prensa aun cuando tenga un muy pequeño ingreso por habitante", dijo Morillon.

Países muy pobres como Malí (puesto 37), Mozambique (49) y Níger (57) son casos similares.

La primera clasificación mundial de RSF fue presentada en 2002. Para su elaboración se realizan 50 preguntas a 130 corresponsales, investigadores y activistas por los derechos humanos de todo el mundo. Algunos países fueron excluidos de la lista por falta de información.

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