La Comunidad Iberoamericana de Naciones contará con una voz propia y unificada en los organismos internacionales si se cumplen las previsiones de los organizadores de la próxima cumbre del bloque, que se celebrará los días 14 y 15 en la española ciudad de Salamanca.
En la reunión participarán los jefes de Estado y de gobierno de los 19 países latinoamericanos y tres de la península Ibérica de habla española y portuguesa, aunque se anunció que no asistirá el presidente de El Salvador, Elías Antonio Saca, debido a la tragedia en su país a causa de la tormenta tropical Stan, que también afectó otras naciones centroamericanas y al sur de México.
También existen dudas acerca de la presencia del mandatario cubano Fidel Castro, ausente en las últimas cuatro cumbres y quien, además, no suele confirmar su participación hasta último momento.
El presidente del gobierno del país anfitrión, José Luis Rodríguez Zapatero, dijo a IPS que uno de los objetivos principales de esta cumbre será institucionalizar la Comunidad Iberoamericana de Naciones, "siendo lo ideal que hable con una sola voz, no sólo en (la Organización de) las Naciones Unidas sino también en otros organismos internacionales".
Esperamos, adicionó, "que Salamanca sea el gran eco que necesita la voz de la Comunidad Iberoamericana para ser escuchada cada vez con más fuerza en el mundo".
Aclaró que eso no significaría que los países individualmente dejaran de tener su propia representación, pero sí que el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, pueda llevar temas comunes de los 22 países a los foros internacionales.
Iglesias, a su vez, manifestó a IPS que concuerda con esa idea y añadió que la Secretaría General a su cargo trabajará para que los acuerdos adoptados en las reuniones de mandatarios se transformen en hechos y que "la Cumbre de Salamanca marcará un antes y un después, a la vista de lo que los países demostraron durante las reuniones preparatorias de la misma".
Iberoamérica "deberá apalancarse en la globalización", pues "sin una inserción eficiente en la globalización será imposible encarar los desafíos económicos, sociales y políticos que enfrentamos en nuestros países", apuntó.
Por otro lado, en un encuentro con un grupo de periodistas, Zapatero señaló que hasta ahora los representantes de los países iberoamericanos se encontraban una vez al año, pero que a partir de Salamanca lo "harán todos los días".
En eso la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB) no sólo trabajará en la organización de las cumbres anuales y en la coordinación de los programas de cooperación, sino que también dirigirá proyectos económicos, políticos y sociales.
"Sobre eso, Iglesias es un símbolo", precisó Zapatero, refiriéndose a la trayectoria del contador de nacionalidad uruguaya, aunque nacido en España, quien ejerció la dirección de la Comisión Económica para América Latina (Cepal) y presidió el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) hasta el 30 de septiembre, cargo al que renunció para asumir la SEGIB al día siguiente.
En la XI Cumbre Iberoamericana, que se realizará en la occidental ciudad de Salamanca, se tratarán tres grandes temas, sin que eso signifique que no se puedan abordar otros, ya que en estas conferencias los mandatarios no se limitan a tratar solamente cuestiones predeterminadas, indicó el gobernante español.
Los tres asuntos centrales serán el fenómeno migratorio, la economía y la cooperación en la Comunidad Iberoamericana.
En la actualidad hay un millón de inmigrantes latinoamericanos en España. A ese respecto Zapatero manifestó: "queremos que este hecho, que beneficia a España, beneficie también a América Latina, no solamente con las remesas a sus países de quienes trabajan aquí sino también con nuevos instrumentos financieros".
En la cuestión de la economía, atribuyó un gran papel al foro empresarial que se reunirá en Salamanca, en las vísperas de la Cumbre, el que está seguro de que abrirá una etapa de nuevas inversiones y alianzas entre grupos de negocios españoles y latinoamericanos.
También abogó para que se establezcan líneas de cooperación, para que "el crecimiento económico se convierta en crecimiento social, en una fuerte disminución de las desigualdades y en el desarrollo de la equidad".
Zapatero, además, espera que se evalúen los procesos de integración latinoamericanos y su relación con la Unión Europea (UE), coordinando posturas comunes globales, en especial para los temas que se tratan en la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Asimismo, destacó que Madrid quiere "cuanto antes" que se logre el acuerdo de libre comercio que negocian la UE y el Mercado Común del Sur (Mercosur), conformado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, para lo cual el gobierno español colabora para que así ocurra.
"Queremos un comercio libre, al que se debe llegar de forma equilibrada" y para lo cual, "habrá sectores que necesitarán más apoyos" a efectos de enfrentar la nueva situación que llegará, puntualizó el jefe del gobierno español.
La cooperación tendrá puntos centrales en materias política, cultural y educativa, "sin que eso signifique no abordarla en otros sectores", agregó.
La política, además de procurar una agenda internacional común, "en especial en las Naciones Unidas", debe apuntar a la consolidación de los procesos democráticos y el fortalecimiento del estado de derecho en toda la Comunidad Iberoamericana.
En el plano cultural, destacó la necesidad de relanzar las dos lenguas que unen a esta Comunidad, el portugués y el español, y aprobar la Carta Cultural Iberoamericana, que será tratada en la Cumbre de Salamanca.
La cooperación educativa ya tiene en marcha procesos de canje de deuda externa por educación "y estamos procurando que el sistema se extienda al resto de los países de la UE", aclaró el mandatario anfitrión.
También se plantea la comunicación y relación entre los iberoamericanos que vienen a estudiar a España y de los jóvenes de este país que van a hacerlo en América Latina. Porque, sostuvo, "se trata de formar élites para el futuro inmediato en un proceso de ida y vuelta a través del (océano) Atlántico".
Otro punto que destacó es la construcción de un espacio jurídico iberoamericano y la lucha contra la corrupción, el terrorismo y los crímenes de Estado, porque "el combate contra la impunidad es una garantía de democracia".
En ese aspecto también remarcó que "la consolidación política en democracia y libertad tiene mucho que ver con la equidad social".
En opinión de Zapatero, "América Latina necesita un gran proyecto democrático y social". "El que haya gobernantes y líderes con visión progresista lo facilita, desde luego respetando las peculiaridades de cada país". "Lo que se requiere es una socialdemocracia, una democracia social", concluyó.