BIRMANIA: Asean pide acción al Consejo de Seguridad

La Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) procura que el Consejo de Seguridad de la ONU emplace a la dictadura de Birmania a iniciar una reforma democrática, so pena de sanciones económicas o una intervención militar.

"La ONU (Organización de las Naciones Unidas), la Unión Europea, Estados Unidos y otros actores clave tienen que presionar juntos para establecer un diálogo con el gobierno militar birmano", afirmó el presidente del Cónclave Interparlamentario de la Asean sobre Birmania, el malasio Zaid Ibrahim.

"Birmania debe cumplir con las mínimas pautas de una reforma democrática, como liberar a los prisioneros políticos, incluyendo a (la líder opositora y Nobel de la Paz) Aung San Suu Kyi, y dialogar con los partidos políticos", dijo el senador tailandés Jon Ungphakorn.

Otros cambios que reclama la Asean son una nueva constitución democrática, el respeto a los derechos de las minorías y la revisión del propio papel de los militares.

En caso de que ese diálogo fracasara, el grupo urge al Consejo de Seguridad que establezca sanciones económicas contra Rangún o una intervención militar.
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Los militares gobiernan Birmania desde 1962. En 1990, la Liga Nacional para la Democracia, de Suu Kyi, ganó las elecciones, pero los generales se negaron a entregar el poder y ella permaneció desde entonces casi continuamente en detención domiciliaria.

Suu Kyi es hija Aung San, héroe de la lucha por la independencia del poder colonial británico en los años 40, y asesinado en 1947.

La intención de la Asean cuenta con el vital apoyo de Estados Unidos —uno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad y con poder de veto— que en junio intentó presionar a Rangún para liberar a Suu Kyi y a otros 1.3000 presos políticos. Pero China y Rusia bloquearon la iniciativa.

Los otros miembros permanentes del máximo órgano de seguridad de la ONU son Francia y Gran Bretaña.

"Estados Unidos estaría dispuesto a llevar este tema al Consejo si obtenemos el apoyo suficiente. Creemos que esto compete a ese órgano", dijo la semana pasada la embajadora estadounidense en la ONU, Anne Patterson.

Pero algunos observadores advierten que China intentará bloquear nuevamente todo tipo de acción.

"Yo creo que China amenazará a todos con usar su poder de veto y así intimidará a los países que pretenden poner a Birmania en la agenda", dijo a IPS la directora del Proyecto Birmania del Instituto por una Sociedad Abierta (OSI, por sus siglas en inglés), Maureen Aung Thwin.

El OSI es una fundación privada con sede en Estados Unidos creada por el financista húngaro-estadounidense George Soros.

"China además podría lograr que otro miembro permanente del Consejo de Seguridad, como Rusia, ejerza el veto", añadió.

No obstante, Aung Thwin destacó la importancia de la iniciativa de la Asean.

"Después de haber probado casi todo, el mundo sólo ha recibido palabras vacías y promesas rotas por parte de la junta militar birmana. Necesitamos llevar el problema al nivel más alto dentro de la ONU, pues es la institución que concede la legitimidad final al régimen", señaló.

La organización humanitaria Refugiados Internacional (RI) coincide en la necesidad de una intervención del Consejo de Seguridad. El grupo teme que se desencadene una crisis regional de refugiados debido al creciente número de birmanos que huyen de la represión en su país.

"Es imperativo que el Consejo de Seguridad tome medidas para mejorar la situación", dijo el vicepresidente de RI, Joel Charny.

La acción de ese órgano de la ONU "demostraría que hay una verdadera preocupación internacional sobre la situación en Birmania y permitiría tomar medidas concretas para proteger a cientos de miles de desplazados", añadió.

Además del problema de refugiados está el del sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), enfermedad que alcanzó proporciones de epidemia en ese país de 49 millones de habitantes, alertó el relator especial de la ONU sobre la situación en Birmania, Paulo Sergio Pinheiro.

El funcionario, que tiene el ingreso prohibido a Birmania por la junta militar desde noviembre de 2003, maneja datos aportados por organizaciones no gubernamentales que confirman casos de violencia sexual cometidos por las fuerzas del gobierno. Las minorías étnicas serían las más vulnerables.

La Asean está integrada por Birmania, Brunei, Camboya, Filipinas, Indonesia, Laos, Malasia, Singapur, Tailandia y Vietnam. Desde su creación en 1967, el grupo mantiene una política de no interferencia en los asuntos internos de sus países miembros.

Birmania fue admitida en el grupo en 1997 con la esperanza de que así estimularía una apertura democrática. Pero la idea "simplemente no funcionó", dijo el legislador tailandés Ungphakorn.

En julio, Birmania se vio obligada a renunciar a su aspiración de presidir el grupo en 2006, ya que sus otros nueve miembros temían que el prestigio de la asociación se viera dañado.

La presidencia de la Asean rota entre sus integrantes por orden alfabético, y Birmania (la junta utiliza para el país el nombre de Myanmar) debía recibirla de manos de Malasia.

Mientras, Camboya, Malasia, Singapur y Tailandia decidieron crear el Cónclave Interparlamentario sobre Birmania para presionar a la junta militar a que adopte reformas democráticas.

El arzobispo y premio Nobel de la Paz sudafricano Desmond Tutu, y el ex presidente checo Vaclav Havel (1993-2003) ya habían propuesto llevar el caso de Birmania al Consejo de Seguridad de la ONU.

"Las tranquilas reuniones a puertas cerradas en Nueva York ya no son suficientes. Han fracasado", dijo Tutu en una intervención días atrás en el foro mundial.

"Es tiempo de que el Consejo de Seguridad actúe. De hecho, debió haberlo hecho ya. Si los gobiernos quieren hablar sobre la situación en Birmania, ahora deben hacerlo en el Consejo", afirmó.

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