La primera Reunión de Jefes de Estado de la Comunidad Sudamericana de Naciones transcurrió en la capital brasileña con asistentes molestos y finalizó sin acuerdo sobre el programa de acción elaborado en los 10 meses que pasaron desde la Cumbre de Cuzco, donde nació el bloque.
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, demostró insatisfacción con la Declaración de Brasilia, emitida al término este viernes de la cumbre, al punto de que amenazó con no firmarla arguyendo que ese documento no refleja un debate entre presidentes.
Chávez y el presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, habían enviado a comienzos de esta semana una carta a sus pares de América del Sur con propuestas de acciones concretas, que no fueron contempladas en la Declaración.
Es que al presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, le molestaron las ausencias de Vázquez y de otros mandatarios, como el de Colombia, Álvaro Uribe, y la participación parcial de Néstor Kirchner, de Argentina, quien regresó a su país este viernes por la mañana, antes de iniciarse la sesión de esta jornada.
"Es cierto que necesitamos debates políticos, pero no siempre lo conseguimos. Muchas veces empezamos las reuniones con 12 presidentes y la cerramos con cuatro", lamentó Lula.
La cumbre, sin embargo, empezó tranquilamente. El presidente de Perú, Alejandro Toledo, que presidió hasta hoy la Comunidad Sudamericana de Naciones, conformada por los 12 países de la región, inauguró la reunión con un discurso destacando la importancia de las economías del bloque en su conjunto.
Se trata de una región "estratégica, con 27 millones de kilómetros cuadrados de extensión, 361 millones de habitantes y un producto bruto de 1,2 billones de dólares", que constituye "el cuarto mercado mundial, con nueve por ciento de las reservas mundiales de petróleo, cuatro por ciento de gas, 25 por ciento de agua dulce y un tercio de la biodiversidad del planeta", recordó.
Aprovechar las estructuras institucionales ya existentes, como el Mercado Común del Sur (Mercosur) y la Comunidad Andina de Naciones (CAN), y promover la convergencia de las normas ya aplicadas permiten construir una verdadera integración, opinó Toledo, para luego destacar la importancia de la integración física entre los países sudamericanos.
El Mercosur tiene como miembros plenos a Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay y como asociados a Chile y a todos los países integrantes de la CAN, que son Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, con lo cual sólo están ajenos a estos acuerdos Guayana y Suriname.
Lula, como nuevo presidente temporal de la Comunidad Sudamericana de Naciones, añadió a la infraestructura de integración la perspectiva de que todos los habitantes de la región podrán pronto viajar por los países vecinos sin necesidad de pasaporte o visas.
A los siete presidentes reunidos y representantes de los otros seis países fueron presentados los informes de encuentros paralelos, como el Seminario Televisión e Integración Sudamericana, que tuvieron lugar en los días previos en Brasilia.
"Sin una comunicación integrada no habrá integración regional", sentenció el presidente de la Empresa Brasileña de Comunicación Radiobrás, Eugenio Bucci. "Hay un vacío en América del Sur, pues no sabemos que se pasa en los países vecinos", señaló.
Debe intensificarse el intercambio entre las emisoras de televisión (sudamericanas) en el área cultural, el intercambio profesional y el uso de imágenes periodísticas compartidas, para suplir las carencias de contenido hoy existentes, concluyó el seminario.
Bucci anunció el comienzo este viernes de las emisiones de TV Brasil-Canal Integración para países vecinos.
La TV Brasil, una idea formulada hace dos años por el presidente Lula y el entonces presidente del Senado, José Sarney, tiene el mismo objetivo de Telesur, creada por el gobierno de Chávez, integrar la región por medio de programas culturales y periodísticos, no como voceros de sus países, sino como medios de información sobre lo que ocurre en América del Sur.
Las dos emisoras son complementarias y cooperarán entre sí de varias formas, anunció Bucci.
La cumbre terminó con la divulgación de cinco documentos y un programa de acción. A la Declaración Presidencial y Agenda Prioritaria se sumaron las declaraciones sobre Convergencia de los Procesos de Integración, sobre la Integración en el Área de Infraestructura, Seguimiento de la Cumbre América del Sur-Países Árabes y sobre la Cumbre Sudamericana-Unión Africana aún por realizarse.
Los documentos preparados por los cancilleres destacan la formación de la Comunidad Sudamericana, pero sin fijar plazos o metas para acciones como la Zona de Libre Comercio de toda América del Sur y la integración con el resto de América Latina y el Caribe.
Chávez criticó la omisión de acciones concretas. No fueron incluidas sus propuestas conjuntas con el presidente uruguayo de que se crease la denominada Comisión Sur para diseñar un "Plan Estratégico 2005-2010" e instituir el Banco Sudamericano, al cual Venezuela aportaría 5.000 millones de dólares de sus reservas internacionales.
"Oí decir en convergencia de acciones para la integración, pero ¿convergencia de qué forma? ¿por el viento? Si es así, quizás esa integración puede tener lugar en 2200", apuntó con ironía.
El presidente venezolano expresó su insatisfacción con la Declaración Presidencial, por no tener en cuenta las discusiones entre los mandatarios y porque discrepó de que las instituciones ya existentes conducirán a la integración. "Creo que empezamos muy mal, repitiendo experiencias fracasadas", sentenció.
El canciller brasileño, Celso Amorim, argumentó que se trata de una "declaración provisional, no un tratado" y que sin la aprobación de todos la Comunidad se paralizaría, sin fijar nuevas reuniones.
Chávez sólo aceptó firmar la Declaración ante el pedido expreso de Lula, el cual recordó que habrá un nuevo encuentro presidencial el 9 de diciembre en Montevideo, cuando se realice la semestral Cumbre del Mercosur.
Pero la anuencia del presidente venezolano no borró su contrariedad, indicando las dificultades de una real integración sudamericana.
