POBREZA-MÉXICO: La estadística no entra en el bolsillo

Recogiendo latas usadas, Guadalupe elevó sus ingresos de 70 a 85 dólares al mes, pero aún no alcanza para celebrar. En cambio, el gobierno mexicano sí, pues sus mediciones dicen que esta mujer y otras miles de personas dejaron de ser indigentes, en línea con las metas del milenio.

"Consigo más (dinero) juntando latas y no sólo papel como antes, pero nada cambia", señala a IPS Guadalupe, de 32 años y que se dedica a recoger materiales reciclables en calles de la capital mexicana.

Gracias a que esta mujer y otras miles de personas como ella aumentaron sus ingresos en los últimos años, aunque sea de forma mínima, México pasó a ser considerado uno de los países de América Latina en rumbo a cumplir en 2015 con la meta de reducir a la mitad la cantidad de indigentes que había en 1990.

México bajó la cantidad de personas viviendo en la indigencia de 16,2 por ciento de su población a 11,7 por ciento entre 1992 y 2004, mientras que el nivel de pobreza cayó de 44,2 a 37 por ciento en el mismo período, según la Comisión Económica para América Latina (Cepal).

Pero Guadalupe ni se enteró que, por incrementar en unos 15 dólares sus ingresos mensuales, ya no es indigente, según la metodología de medición utilizada en México que ubica en esta franja social más baja a las personas que reciben hasta 52 dólares mensuales en zonas rurales y hasta 70 en áreas urbanas.

"Híjole, ojalá que ni se enteren que ya no somos pobres, nomás vayan a querer robarnos nuestra lanota (mucho dinero)", bromea cuando escucha hablar del tema.

La mujer sostiene que ella es tan pobre como antes. Si no lo fuera, "ya no cargaría estas porquerías", dice, mientras empuja una pequeña carreta de mano llena de latas y papeles.

Junto a Chile, que ya cumplió la meta de reducción de la pobreza extrema, Brasil, Ecuador, México Panamá y Uruguay son los países de la región que según la Cepal están bien encaminados hacia ese objetivo, uno de los ocho acordados en septiembre de 2000 por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Así lo indica el documento "Objetivo de Desarrollo del Milenio: una mirada desde América Latina y el Caribe", que el lunes dio a conocer en México la Cepal y que originalmente fuera presentado en junio en su sede de Chile.

El primero de los Objetivos de Desarrollo de la ONU para el Milenio, que es erradicar la pobreza extrema y el hambre, tiene como metas específicas reducir a la mitad, entre 1990 y 2015, el porcentaje de personas cuyos ingresos sean inferiores a un dólar por día y que padezcan hambre.

El resto de los compromisos adoptados por 189 jefes de Estado y de gobierno son lograr la enseñanza primaria universal y promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer, reducir la mortalidad infantil, mejorar la salud materna, combatir el sida, el paludismo y otros males, garantizar la sostenibilidad del ambiente y fomentar una asociación mundial para el desarrollo.

Casi todos los Objetivos deben cumplirse antes de 2015 y tienen como referencia los niveles de 1990.

La Cepal encontró en todos los cruces de datos que Brasil, Chile, Ecuador, México Panamá y Uruguay van bien en cuanto a reducción de la pobreza. Esta agencia regional de la ONU no asume el parámetro de un dólar por día como el único indicador de pobreza extrema, sino que privilegia las estadísticas y metodología que usa cada gobierno, no siempre compatibles entre sí.

Pero eso no significa que van a cumplir con la meta, pues están presentes riesgos de volatilidad financiera y crisis económicas y políticas y otros factores, dijo a IPS Rebeca Grynspan, directora de Cepal para América Central y México.

Además, en muchos países persiste y se ahondan la injusta distribución de la riqueza, lo que atenta de manera directa contra la reducción de la pobreza, añadió.

Para el caso de México, la conclusión de Cepal respecto de la reducción de la pobreza es similar a la que el Banco Mundial emitió hace un año. Según ese organismo multilateral, el porcentaje de personas que viven en este país con menos de un dólar por día cayó de 24,2 a 20,3 puntos entre 2000 y 2002.

Los datos del gobierno mexicano de Vicente Fox indican, por su parte, que la pobreza extrema, que en la metodología local incluye a las personas que reciben hasta 52 dólares por mes en el campo y 70 dólares en las ciudades, cayó de 20,3 por ciento en 2002 a 17,3 por ciento en 2004.

Con base a esos parámetros, Guadalupe, que vive en la capital, dejó de ser indigente al subir su ingreso mensual de 70 a 85 dólares, aunque para ella, en los hechos, nada ha cambiado en su forma de vida.

"Esto datos de pobreza del gobierno y la Cepal son muy cuestionables y hasta ilusorios, pues un día alguien es pobre extremo y el siguiente ya no", dijo a IPS el mexicano Héctor de la Cueva, uno de los portavoces de Alianza Social Continental, organización que reúne a grupos de activistas críticos del neoliberalismo en el continente americano.

"Para nosotros, es claro que el sistema económico imperante en México y en la región es una fábrica de pobreza y desigualdad y que los programas sociales que tanto se publicitan no representan una solución", añadió.

José del Val, coordinador del programa México Nación Multicultural de la Universidad Nacional Autónoma, sostiene que cualquier cifra que determine un umbral de la pobreza es relativa.

"La pobreza es una condición, es un estado social global que no se modifica si alguien" gana unos dólares más, opinó.

El gobierno atribuye la reducción de la pobreza extrema a la estabilidad económica del país, pero sobre todo a "Oportunidades", un programa de asistencia social que entrega recursos y ayuda nutricional y de salud a 25 millones de personas pobres a un costo global de 9,5 millones de dólares diarios.

Grynspan sostiene que ese programa es importante, sobre todo porque apuesta a atender a los menores con educación y salud, inversiones que a sus entender podrían romper los ciclos intergeneracionales de pobreza en que viven miles de familias, pero advierte que no es suficiente.

Sin crecimiento económico, estabilidad, fin de la inequidad en la distribución del ingreso, empleo de calidad, educación, asistencia social y otros factores, la pobreza no puede revertirse, alertó la directora de Cepal para América Central y México.

Aunque varios estudios indican que el número de pobres, medidos por su ingreso, ha ido cayendo en México, otros confirman que eso no impactó en las desigualdades sociales que existen en el país.

El ingreso por hogar en 10 por ciento de la población con más ingresos en México es de 4.261 dólares mensuales en promedio, mientras en el caso de 10 por ciento de los habitantes más pobres es de 166 dólares, indica un estudio del estatal Instituto Nacional de Estadística publicado este año..

El diferencial de ingresos entre los más ricos y pobres es más de 25 veces, uno similar a las existentes hace 20 años en este país que hoy tiene 104 millones de habitantes.

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