EDUCACIÓN-BRASIL: Integración manda español a la escuela

La integración sudamericana llegó finalmente a la lengua en Brasil, al convertirse el español en oferta obligada entre las asignaturas de la enseñanza secundaria, un paso esencial para ampliar este proceso más allá del comercio.

La medida es unilateral que se adoptó con la aprobación de una ley aprobada en julio, sin contrapartidas de los países hispanohablantes, a excepción de una disposición del gobierno español de convertir una deuda brasileña de 25 millones de dólares en educación relacionada con la lengua.

Pero impulsar una verdadera Comunidad Sudamericana de Naciones exige que los demás países que la integran adopten una iniciativa similar, incorporando el portugués a la enseñanza regular, comentó a IPS Luiz Alberto Moniz Bandeira, historiador experto en relaciones latinoamericanas.

Además de Brasil, la Comunidad nacida en diciembre está integrada por Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela, todo con el español como idioma oficial, junto con la anglófona Guyana y Suriname, donde se habla holandés, inglés y sranan.

La ley brasileña, que entró en vigencia este mes, obliga a todas las escuelas de educación media (que precede a la universidad y otras carreras terciarias) a ofrecer la enseñanza del español, pero les concede un plazo de cinco años para implementarla plenamente. Sin embargo, para los alumnos es optativa y, por tanto, pueden elegir otra lengua extranjera para estudiar.

El plazo es necesario debido a la escasez de educadores de español en el país. Hará falta un gran esfuerzo para habilitar a los más de 12.000 profesores que faltan para que se pueda ofrecer clases de este idioma a todos los alumnos de secundaria en Brasil, como explicó el ministro de Educación, Fernando Haddad.

La capacidad actual de los institutos universitarios de lenguas que forman profesores de español es insuficiente para atender las necesidades, admitió la directora de Enseñanza Media del ministerio, Lucia Lodi.

Además de estimular a las universidades a ampliar sus cursos, se abrirá a los actuales profesores de otras asignaturas la oportunidad de hacer cursos rápidos para obtener la habilitación adicional para enseñar español, señaló Lodi a IPS.

No parece factible una solución sugerida de "importar" profesores de países vecinos, especialmente de Argentina. Un educador efectivo en la red pública de enseñanza media tiene que ser brasileño de nacimiento o naturalizado, explicó la directora.

Para iniciar las clases en fase experimental en 2006, con prioridad para los estados brasileños que tienen fronteras con países hispanohablantes, se necesitan unos 1.500 profesores.

Los graduados para enseñar español son ciertamente más que eso, pero muchos trabajan en otras áreas, ya que la docencia es mal remunerada, señaló Egisvanda de Lima, presidente de la Asociación de Profesores de Español del Estado de Sao Paulo (Apeesep).

Su temor es que, ante el déficit de maestros, en lugar del necesario esfuerzo de formación de nuevos se abran las aulas a personas que hablan español, pero que no tienen la capacitación pedagógica adecuada, sacrificando la calidad de la enseñanza y la regulación del mercado.

Para discutir estas y otras cuestiones de la nueva realidad de la enseñanza del español, la Apeesep está organizando para inicio de diciembre en Sao Paulo un encuentro de profesores, autoridades educacionales y escuelas públicas y privadas.

De Lima considera que la nueva legislación es "un avance extraordinario", que mejorará la enseñanza de lenguas extranjeras en Brasil, al abrir una nueva opción. La elección por el alumno asegura un mayor interés y dedicación al estudio de idiomas, y también favorecerá incluso el inglés, cuya enseñanza "se vulgarizó" y perdió calidad, por su monopolio, acotó.

Moniz Bandeira, autor de varios libros sobre conflictos e integración en América del Sur, cree que el español debería ser obligatorio también para los alumnos, como el inglés. Su enseñanza "impulsa la integración cultural" de Brasil con los países vecinos, particularmente con Argentina, Paraguay y Uruguay, sus socios en el Mercado Común del Sur (Mercosur).

Brasil es iberoamericano, tiene fronteras con siete países de habla hispana, el español es importante para modernizar su educación, para sus relaciones económicas y desarrollo cultural, observó Juan Fernández Marrero, jefe de Estudios del Instituto Cervantes, organismo público de difusión de la cultura y la lengua española, que colaborará en la capacitación de profesores brasileños.

La enseñanza masiva del español – en Brasil hay 9,1 millones de alumnos en la enseñanza media- crea también un mercado editorial. La importación de libros en castellano, que ya creció mucho en los últimos años, tenderá a expandirse aún más.

Las relaciones también deben incrementarse con Argentina y España, que son importantes centros editoriales, auguró Fernández Marrero.

Por ahora el Ministerio de Educación se preocupa en definir, en septiembre, mecanismos para poner libros y materiales didácticos a disposición de alumnos y profesores. Luego se tratará de incorporar o ampliar la oferta de literatura en español a los estudiantes. Cerca de 70 por ciento de las escuelas de enseñanza media ya disponen de bibliotecas, destacó Lodi.

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