BOLIVIA: Se busca presidente al borde de la guerra civil

El Congreso de Bolivia intentará designar este jueves al sucesor del renunciante presidente Carlos Mesa, pero el deseo de ocupar ese cargo del titular del Senado, Hormando Vaca Díez, puede conducir a un desenlace de trágicas consecuencias, según analistas.

Dos días después de que Mesa presentara su dimisión imposibilitado de resolver el complejo conflicto social que estalló hace más de dos semanas, el Congreso legislativo se instalará esta tarde en Sucre, la capital del país ubicada a 700 kilómetros de La Paz, el centro administrativo boliviano y donde está la sede parlamentaria asediada por manifestantes.

La sesión parlamentaria debe tratar la renuncia de Mesa, cuyo mandato se considera caduco recién después de que sea aprobada por este cuerpo, tras lo cual se procederá a designar al reemplazante.

La Constitución establece que al presidente lo sucederá en caso de renuncia, por su orden, el vicepresidente, el titular del Senado y por extensión del Congreso Nacional, luego el de la Cámara de Diputado y el de la Suprema Corte de Justicia.

La vicepresidencia de Bolivia está vacante desde el 17 de octubre de 2003, cuando Mesa dejó ese cargo que había asumido un año antes para ocupar, por orden del Congreso, la presidencia abandonada por Gonzalo Sánchez de Lozada, quien pocas horas después huyó hacia Estados Unidos acosado por otro levantamiento social y acusado de actos de corrupción y de represión.

Pero Vaca Díez, el ahora directo sucesor de Mesa, no goza del respaldo popular ”porque pertenece a un sistema corrupto de partidos que saquearon al país y postula un proyecto de gobierno autoritario”, sostuvo en rueda de prensa el sociólogo y ex oficial del ejército Juan Ramón Quintana.

Vaca Díez es senador del oriental departamento de Santa Cruz por el Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR) que gobernó entre 1989 y 1993 a través de su líder, Jaime Paz Zamora, y luego formó coalición con el gobierno Sánchez de Lozada, del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR).

La Conferencia Episcopal de la Iglesia Católica de Bolivia cerró el miércoles por la noche una ronda de consultas con los poderes del Estado, partidos políticos y organizaciones sociales, en busca de una salida a la crisis y concluyó que la mayoría de los consultados apuesta por una convocatoria inmediata a elecciones generales anticipadas.

La renuncia de Mesa, dos años antes de finalizar su mandato, es interpretada como el primer paso en esa dirección y el Movimiento al Socialismo (MAS), liderado por el diputado indígena y dirigente de los cultivadores de coca, Evo Morales, ganó apoyo al proponer que el proceso electoral sea dirigido por el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Eduardo Rodríguez.

Para que eso se concrete, debe renunciar a sus aspiraciones Vaca Díez y quien le sigue en la sucesión, el presidente de la Cámara de Diputados, Mario Cossío, del MNR. Sólo estas dos renuncias pueden habilitar a Rodríguez para asumir la presidencia del país.

El analista político Álvaro García Linera asegura que el senador santacruceño realiza gestiones orientadas a reactivar el pacto gobernante entre el MIR y MNR, conocido en el pasado como la ”megacoalición”.

Ante ello, el jefe del MAS, el partido que quedó segundo en las últimas elecciones de 2002, asegura que un gobierno apoyado por partidos de derecha está orientado a dejar en suspenso el juicio de responsabilidades contra Sánchez de Lozada y sus entonces ministros por la muerte de 67 personas en la represión ordenada durante la llamada ”guerra del gas” previo a su renuncia.

El MIR llegó al gobierno en 1989 pese a ocupar el tercer lugar en las elecciones generales de 1989, detrás del MNR de Sánchez de Lozada y de Acción Democrática Nacionalista (ADN), el partido fundado por Hugo Banzer, dictador de 1971 a 1978 y presidente elegido en las urnas de 1997 hasta su muerte en 2001.

Es que el entonces principal operador político mirista Oscar Eid Franco aprovechó las irreconciliables diferencias del MNR con el ADN para obtener el apoyo de éste último sector y sumar los votos a favor de Paz Zamora en el Congreso, que es el encargado de elegir al presidente en caso de que ninguno de los candidatos obtenga la mayoría absoluta en las urnas.

En 1994, Eid Franco fue a prisión por cuatro años por sus vínculos con el traficante de drogas Isaac Chavarría.

El comunicado de la Iglesia Católica expresa que la mayoría de los sectores consultados apoyan las elecciones generales anticipadas, ”para encontrar un nuevo equilibrio social y político que facilite la gobernabilidad”.

Se pide que el Congreso Nacional encuentre una solución conforme a sus normas y tomando en cuenta el sentir de la gente, expresa el documento que reitera la urgencia de atender las demandas de realización de referéndum sobre autonomías departamentales, asamblea constituyente y nacionalización de los hidrocarburos.

A la misma hora, en la comuna de la ciudad de La Paz comenzaba la huelga de hambre de la primera autoridad municipal, Juan del Granado Cossío, y de un grupo de representantes de organizaciones civiles. La medida de presión tiene por finalidad exigir a Vaca Díez y a Mario Cossío que renuncien a sus aspiraciones presidenciales y faciliten el llamado a elecciones.

Siete alcaldes de capitales departamentales, con excepción de los titulares de los sudorientales Santa Cruz y Tarija, que reclaman la autonomía, firmaron un pronunciamiento en el cual respaldan la designación del presidente de la Corte Suprema de Justicia en la conducción del Poder Ejecutivo.

Los puntos de vista sobre la forma de elección del sucesor de Mesa estarán divididos a la hora de iniciarse la sesión parlamentaria en la ciudad de Sucre

Mientras el MIR y el MNR, además de la bancada santacruceña, apuestan por Vaca Díez, otras corrientes identificadas con los sectores movilizados intentarán bloquear esa estrategia y buscarán la renuncia de los dos parlamentarios en busca de una salida hacia las elecciones generales. Cossío expresó el miércoles su deseo de renunciar y facilitar la transición.

El presidente Mesa había hecho el martes por la noche un dramático llamado a Vaca Díez para que declinara sus aspiraciones personales de sucederlo en el cargo.

”Estamos frente a un polvorín que podría estallar. Te lo dice un presidente que se va. Es una exhortación ante un país que está al borde de una guerra civil. Frenemos esta locura, salvemos al país, evitemos derramar sangre”, expresó Mesa.

El intento de Vaca Díez es un ”golpe de Estado de guante blanco”, declaró el miércoles el diputado del bloque oficialista, Hugo San Martín.

La tensión social, tanto en el oriente como en el occidente de Bolivia, alcanzó su nivel crítico con la interrupción del tráfico vehicular en más de 100 puntos del país y el desabastecimiento de alimentos y carburantes en La Paz y su vecina El Alto.

Hace dos semanas, una denominada y hasta ese momento desconocida Unión Juvenil Cruceñista, que apoya las acciones del Comité Pro Santa Cruz, atacó a golpes a un grupo de campesinos que intentaba ingresar en manifestación hasta el centro de esa capital departamental.

La reacción causó indignación entre organizaciones humanitarias y alentó a nuevas movilizaciones de habitantes de las zonas rurales de Santa Cruz.

En la localidad de San Julián, a 140 kilómetros de la ciudad de Santa Cruz se instaló un grupo que bloquea la ruta y se teme un nuevo enfrentamiento con la juventud cruceñista que se declaró dispuesta a reprimir por mano propia la movilización campesina.

Empresarios y terratenientes de Santa Cruz, rica en petróleo y gas natural y en producción agrícola, piden la realización de una consulta popular sobre las autonomías departamentales, mientras en el empobrecido occidente las marchas y bloqueos de caminos es en reclamo de la nacionalización de los hidrocarburos y la convocatoria a una asamblea constituyente.

Quintana advirtió que la probable elección de Vaca Díez conducirá al uso de la fuerza militar, una acción evitada por Mesa bajo el principio del respeto a la vida.

Actualmente, las Fuerzas Armadas están dispuestas a mantener el orden sin sacrificar la vida humana de los manifestantes, pero en el momento que ejerzan represión en obediencia al nuevo presidente, quien ejerce una capitanía general sobre la institución castrense, perderán la viabilidad institucional, dijo.

De realizarse una asamblea constituyente, la sociedad civil pedirá la disolución de las Fuerzas Armadas como respuesta a una acción violenta, sentenció.

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