Grupos sociales y académicos cantan ya el réquiem por el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), iniciativa estadounidense a la que ven muerta y próxima a la sepultura. Pero los gobiernos aún son cautos.
Según los planes trazados en diciembre de 1994 por los jefes de Estado reunidos en la primera Cumbre de las Américas realizada en Miami, el ALCA debía estar negociado en enero de este año, lo que no sucedió, y en vigencia desde diciembre, lo que difícilmente sucederá.
Construir una área de libre comercio desde Canadá hasta la provincia argentina de Tierra del Fuego, con la excepción de Cuba, sigue siendo entonces sólo una idea.
Aún no queremos declarar sepultado al ALCA, pero es evidente que está muerto o que incluso nunca nació tal como había sido ideado hace más de 10 años, dijo a IPS Héctor de la Cueva, dirigente de la Alianza Social Continental, que reúne a organizaciones de América Latina y el Caribe autodenominadas altermundistas (por el lema Otro mundo es posible, del Foro Social Mundial).
Para el académico Germán de la Reza, experto en integración, el proyecto del ALCA fue un fracaso y seguramente no revivirá al menos dentro de los próximos 20 años.
Ya es el momento de cantarle el réquiem, señaló a IPS.
De la Reza cree que los gobiernos podrían proclamar formalmente, al finalizar el año, la existencia de un ALCA, pero que no sería más que la firma de un documento donde los países de América resumirían sus acuerdos vigentes y expresarían la intención de seguir negociando otros nuevos.
Los 34 gobiernos del hemisferio americano involucrados en el proceso aún no hablan de fracaso, con excepción del de Venezuela, cuyo presidente Hugo Chávez también declara muerto al ALCA.
El proyecto se desarrolló en el marco de la Organización de Estados Americanos, a impulsos de Washington, y sus opositores alegan que el gobierno y sectores empresariales de Estados Unidos buscaron, con esa iniciativa, ampliar y reforzar su dominio sobre los pueblos y países del resto de América, en una expresión acabada de neocolonialismo.
Las negociaciones están detenidas desde inicios de 2004 por desacuerdos en temas como política de subsidios a la agricultura, propiedad intelectual y compras del sector de gobierno, indicó a IPS Luz María de la Mora, jefa de la unidad de Negociaciones Internacionales Comerciales de México, país anfitrión de la última etapa de negociaciones del acuerdo.
Sin embargo, hay oportunidad de que el ALCA vea la luz, pues aunque el proceso de negociación está varado, puede aún revivir, expresó.
Podemos tener a fin de año un ALCA menos ambicioso y ciertamente diferente al que se planteó en 2004, pero igual de real, apuntó.
La cancillería argentina emitió el miércoles 6 un comunicado en el que advirtió que las negociaciones hacia la formación del ALCA continuarán paralizadas hasta que Estados Unidos muestre señales claras de apertura a los productos del resto del continente.
Esa declaración recogió acuerdos alcanzados el día anterior durante una reunión en Buenos Aires del subsecretario de Integración Económica de la cancillería argentina, Eduardo Sigal, y el Director del Departamento de Negociaciones Internacionales del Ministerio de Relaciones Exteriores brasileño, Regis Arslanián, quienes examinaron los procesos de negociación externa del Mercosur, también integrado por Paraguay y Uruguay.
El ALCA fue perdiendo posibilidades, entre otros motivos, por la negativa de Washington a reducir su proteccionismo comercial, especialmente agrícola, y ese obstáculo tampoco ha podido superarse en el seno de la Organización Mundial de Comercio, apuntó De la Reza.
Otros factores que detuvieron su avance fueron las duras protestas sociales contra el plan, el surgimiento de gobiernos en América del Sur con tendencias de izquierda y distintos grados de disconformidad con el proyecto, y el cambio de prioridades en la política exterior de Washington tras los atentados en Washington y Nueva York el 11 de septiembre de 2001.
Yo creo que lo que realmente detuvo al ALCA fue la movilización social, que no desmayará pues lo que busca ahora Estados Unidos son acuerdos bilaterales que son igual de nocivos, opinó De la Cueva.
Según los planes originales de quienes idearon el ALCA, para la cuarta Cumbre de las Américas, que se celebrará en noviembre en Argentina, el acuerdo debería estar ya negociado y en pleno proceso de aprobación parlamentaria.
Pero no. En la redacción previa de lo que será la declaración final de la cita en Argentina, cuyo lema es Crear trabajo para enfrentar la pobreza y fortalecer la gobernabilidad democrática, el o los lugares de ese documento que corresponden al ALCA permanecen vacíos.
Lo único que se advierte en el texto previo es que deberá colocarse en algún sitio un párrafo sobre la evaluación de progreso realizado en cuanto al libre comercio en el hemisferio e indicar la manera de seguir adelante, incluyendo el ALCA.
Ante la imposibilidad de lograr un amplio acuerdo hemisférico de libre comercio, en 2003 los ministros de la región acordaron que cada país se sumaría al ALCA según plazos y términos flexibles, y prometieron seguir con las negociaciones.
Sin embargo, tampoco registra avances esa versión del proyecto, diferente a la original y denominada light por los observadores.
Mientras tanto, el gobierno de Estados Unidos prefiere caminar por vía de los acuerdos con países o grupos de países del resto de América. Firmó a inicios de 2004 un tratado de libre comercio con los centroamericanos Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y República Dominicana, y negocia ahora otro con los andinos Ecuador, Colombia y Perú.
Algunos gobiernos alineados con Washington pueden aún pretender revivir a un ALCA vacío, pero lo cierto es que el plan original está muerto y pronto será enterrado, sentenció De la Cueva.
El activista indicó que posiblemente el sepelio simbólico del ALCA lo realizarán los grupos sociales de la región que se reúnan en Argentina en noviembre, en forma paralela a la próxima Cumbre de las Américas.