AMÉRICA LATINA: Sereno adiós a Karol Wojtyla

México se constituyó este sábado en la capital del dolor latinoamericano por la muerte del papa Juan Pablo II. Los gobiernos de la región, sin distinción ideológica, se unieron al duelo y la reflexión de la grey católica, la mayor del mundo.

Decretos de duelo nacional, banderas a media asta y discursos presidenciales exaltando la figura de Karol Wojtyla, en particular su trabajo por la paz en el mundo, se sucedieron en la región, inclusive desde el gobierno comunista de Cuba, que lo calificó de ”un buen amigo”.

Otro factor común fue la resignación con que los católicos recibieron la noticia, que con tranquilidad y en silencio desbordaron los templos, que hicieron repicar las campanas en señal de duelo cada 15 minutos.

En las últimas horas de la tarde, cientos de mexicanos, los más visitados de la región por el pontífice polaco, comenzaron a congregarse con rostros llorosos y apesadumbrados en torno a la estatua instalada en el atrio de la Basílica de Guadalupe.

En ese templo fue donde el Papa expresó su devoción por la Virgen de Guadalupe, a la que definió como la reina de América.

A pesar del respeto general, más allá de creencias religiosas, no faltó la nota discordante. Los rezos de fieles concentrados en la Catedral Metropolitana, en el centro de la capital mexicana, se vieron interrumpidos por el elevado volumen de un espectáculo musical organizado con anterioridad por las autoridades locales.

”Es una falta de respeto para nuestro dolor, no nos dejan concentrarnos en nuestras oraciones, estamos de luto y por lo menos los que están allá afuera deberían bajar el volumen de la música”, dijo a IPS, indignada y entre llantos, una mujer que participaba del acto religioso.

Resultó llamativo que en el templo de San Juan Diego, el indígena mexicano canonizado por Juan Pablo II durante su última visita al país en 2002, la infausta noticia pasara inadvertida. La iglesia bendecida por el Papa en su oportunidad permaneció vacía este sábado.

Católicos consultados por IPS en la catedral manifestaron que el Papa legó un sentimiento de humanismo.

”Fue un hombre que cambió la historia de la humanidad, abogó por los pobres, pidió perdón por los errores de la Iglesia en el pasado y siempre se inclinó por apoyar a los jóvenes”, dijo Teresa Hernández, quien acudió a la catedral con toda su familia.

Las radios locales informaron de diversas manifestaciones en regiones del interior del país, como en Morelia, en el meridional estado de Michoacán, donde cientos de niños encendieron veladoras y cirios desde el viernes, como un símbolo de esperanza ”para iluminar el camino eterno” del Papa, mientras en compañía de adultos formaron cadenas humanas para orar.

En Guadalajara, en el occidental estado de Jalisco, el cardenal Juan Sandoval pidió a los fieles que en señal de luto colocaran en las fachadas de sus casas listones con los colores del Vaticano ûamarillo y blanco-, además de los crespones negros que expresan el pesar de la comunidad católica.

Sandoval también convocó a una movilización para recorrer las calles y congregarse en la catedral de Guadalajara.

Las medios de comunicación electrónicos, además de una amplia cobertura periodística, reproducen constantemente el tema musical ”Amigo”, interpretado por el cantante brasileño Roberto Carlos, que fuera un símbolo de las cinco visitas que el Papa realizó a México.

El presidente Vicente Fox emitió un mensaje de condolencia a las 17:00 hora local por cadena nacional de radio y televisión.

También en Argentina se registraron importantes manifestaciones de dolor y recogimiento por la muerte del Papa de 84 años, y se recordó profusamente las dos visitas que realizó en momentos dramáticos para ese país.

Juan Pablo II llegó por primera vez a Argentina en 1982, en plena guerra de las Malvinas contra Gran Bretaña, como un gesto para tratar de encontrar la paz. Poco después de su visita, el régimen militar argentino aceptó la rendición en el conflicto.

Regresó en 1987, luego de que la mediación de su delegado, el cardenal Antonio Samoré, lograra evitar un conflicto armado con Chile por los límites fronterizos en el austral canal de Beagle. Esa intervención llevó a que los argentinos lo llamaran ”el Papa de la paz”.

La Catedral Metropolitana, ubicada frente a la histórica Plaza de Mayo de Buenos Aires y a pocos metros de la sede del gobierno, permanece desbordada de creyentes desde el jueves, cuando se comenzó a informar sobre la gravedad de la salud del Papa.

El rector de la catedral, monseñor Jorge Shuno, comentó en su homilía de este sábado que Juan Pablo había dicho días atrás: ”Soy feliz, séanlo también ustedes, no quiero lágrimas”. ”Debemos respetar ese testamento”, añadió el prelado argentino minutos antes de que se conociera la muerte del jefe de la Iglesia Católica.

La Basílica de Luján, donde se encuentra la virgen patrona de los católicos argentinos, fue otro de los epicentros del duelo en ese país.

Las mayores muestras de dolor se vieron en los días previos a la muerte del Papa. ”Me recuerda cuando murió mi padre”, dijo una mujer anciana secándose las lágrimas en uno de los tempos bonaerenses.

En cambio, este sábado se apreciaba un mayor sosiego en las personas orando las iglesias, casi aliviadas después de prepararse con tanta anticipación al previsible desenlace y la vigilia en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, que se siguió por las pantallas de televisión.

El gobierno de Néstor Kirchner, que en semanas pasadas había tenido roces con la jerarquía católica local por la destitución del obispo castrense, decretó tres días de duelo nacional y dispuso que la bandera nacional permaneciera a media asta, aunque dejó librado a cada uno la decisión de suspender actividades o entretenimientos públicos.

La semana próxima viajará al Vaticano el vicepresidente Daniel Scioli y el canciller Rafael Bielsa, para asistir a las exequias del pontífice.

El gobierno de Cuba también se sumó a los mensajes de condolencia. ”Siempre vimos al papa Juan Pablo II y lo seguiremos viendo como un amigo, alguien que se preocupó por los pobres, que combatió el neoliberalismo y que luchó por la paz”, indicó el ministro de Relaciones Exteriores, Felipe Pérez Roque, en una declaración entregada a la prensa extranjera.

Agregó que el gobierno y el pueblo cubanos reciben la noticia del fallecimiento del Papa con ”profundo pesar”, y anunció que una delegación de alto nivel viajará a Roma para asistir a los funerales, sobre los cuales aseguró se les dará una amplia cobertura informativa.

En contraste con el gran despliegue informativo internacional que siguió el agravamiento de la salud del Papa hasta su fallecimiento, la prensa cubana, toda en manos del Estado, dio al asunto un discreto tratamiento.

Sin embargo, la televisión concedió la noche del viernes un espacio en su noticiero estelar al cardenal Jaime Ortega, arzobispo de La Habana, quien invitó a los creyentes a orar por el Papa.

El Papa visitó Cuba del 21 al 25 de enero de 1998, celebró misas en varias ciudades del interior del país y se entrevistó con el presidente Fidel Castro, a quien había recibido en el Vaticano en noviembre de 1996. Su visita quedó registrada como un hecho ”histórico” y contribuyó a distender las relaciones entre el gobierno y la Iglesia Católica cubana.

Al respecto, el canciller señaló que su país siempre recordará con gratitud esa visita del Papa, sus palabras amistosas y su pronunciamiento ”contra el bloqueo que sufre nuestro pueblo”, al que Wojtyla había calificado como ”medidas económicas restrictivas impuestas desde afuera, injustas y éticamente inaceptables”.

El jefe de la diplomacia cubana aseguró que las relaciones entre Cuba y el Vaticano son ônormales, de respeto y cooperación”.

El cardenal Ortega también había recordado, en su mensaje televisivo, la visita del Papa a Cuba, donde llegó, dijo, como ”mensajero de verdad, de amor de esperanza” y pudo decir cosas, a veces, que ”no todos compartían”.

”En el momento en que lo despedía, el presidente Castro le dio las gracias por todas sus palabras, incluso por aquellas que no compartía”, señaló el arzobispo de La Habana, quien viajará a Roma en su calidad de miembro del Colegio Cardenalicio.

Milagros Rodríguez, creyente de santería, la religión de origen africano muy extendida en esta isla, dijo a IPS que recibió con ”mucho sentimiento” la noticia de la muerte del Papa, porque era ”un hombre muy justo y humano” . ”Trataba de unir a las naciones y le importaban ante todos los valores”, señaló.

En Chile se decretaron tres días de duelo nacional y otros actos protocolares, al tiempo que el gobierno designó al canciller Ignacio Walker para encabezar la delegación que asistirá a los funerales en Roma.

”Chile tiene para con él una doble deuda de gratitud imperecedera, pues fue artífice de la paz impidiendo una guerra fraticida con Argentina, y vino para señalarnos que el camino para retornar a la democracia era la acción política pacífica”, recordó el presidente de la cogobernante Democracia Cristiana, Adolfo Zaldívar.

A su vez, el presidente Ricardo Lagos, calificó de actor ”fundamental” al Papa, ”un luchador incansable por la paz, la libertad, la dignidad y los derechos humano”, durante su pontificado.

”Juan Pablo II tuvo un cariño especial por Chile, que ”se expresó en horas sombrías y horas de alegría. Ese cariño se plasmó en hechos y momentos inolvidables”, añadió.

Lagos apuntó que la mediación del Papa en el conflicto fronterizo entre su país y Argentina, fue fundamental ”ante el peligro de una guerra entre hermanos”, y destacó su interés en la construcción de la democracia, con su ”llamado dramático de que los pobres no pueden esperar”.

La iglesia de Uruguay, donde Juan Pablo recaló dos veces, realizará sus actos religiosos oficiales este domingo, mientras los católicos se concentraban en las parroquias ya que la Catedral Metropolitana continuó este sábado con los programados casamientos.

El presidente uruguayo, el socialista Tabaré Vázquez, por su parte, designó para encabezar la delegación oficial al Vaticano a su esposa, María Auxiliadora Delgado, de destacada militancia católica.

Vázquez, al repasar la visita que hiciera a Roma en los años 90, recordó que Juan Pablo II le había dejado como enseñanza una máxima que suele repetir en sus alocuciones: ”No importa de que signo ideológico es un gobierno, pero sí que debe ser humanista”.

*Con aportes de Adrián Reyes (México), Marcela Valente (Argentina), Patricia Grog (Cuba), Darío Montero (Uruguay) y Gustavo González (Chile).

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