A 13 años del atentado contra la embajada de Israel en Buenos Aires, que causó al menos 22 muertos, no hay condenados ni detenidos. Sin embargo, hubo clima de expectativa en el homenaje a las víctimas, por un inminente impulso a la investigación.
La esperanza surge a partir de la manifiesta voluntad del gobierno de Néstor Kirchner de avanzar en la pesquisa de un segundo atentado explosivo, cometido dos años después, en 1994, contra la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), en el que los muertos fueron 84.
El gobierno dio pasos que podrían contribuir al esclarecimiento de los dos actos terroristas.
Poco antes del inicio del homenaje de este jueves, Jorge Cohen, sobreviviente del atentado a la embajada, dijo a IPS que en 13 años nunca hubo una investigación seria. Pero celebró que el gobierno manifestara interés en esclarecer el ataque y avanzara en la investigación del ataque a la mutual.
El proceso por la explosión en la embajada israelí es responsabilidad de la Corte Suprema de Justicia, que no produjo ningún resultado hasta ahora. La investigación del ataque a la AMIA fue ejecutada por la justicia federal, pero con tanta ineficacia que los detenidos quedaron libres y los investigadores fueron acusados de encubrirlos.
Funcionarios del gobierno israelí y dirigentes de la colectividad judía argentina aseguran que detrás de ambos actos terroristas hubo cómplices locales, pero coinciden en que la autoría ideológica debe buscarse en la milicia libanesa Hizbolá (Partido de Dios) y los gobiernos que la apoyan, Siria e Irán.
Nuestro compromiso de saber quiénes hicieron el atentado y quiénes lo encubrieron es inclaudicable, dijo este jueves el canciller Rafael Bielsa en el acto de homenaje a las víctimas realizado en la plaza construida donde se emplazó, hasta el 17 de marzo de 1992, la sede diplomática, borrada ese día por una brutal explosión.
Éste gobierno no tiene ningún compromiso ni político ni diplomático que lo obligue a seguir defraudando a familiares y sobrevivientes, dijo Bielsa. El Estado no se desentenderá, la sociedad no minimizará, y la impunidad, más temprano que tarde, será vencida, concluyó.
Las palabras del canciller parecieron una respuesta al reclamo de Carlos Susevich, padre de una de las víctimas, quien habló en el acto en nombre de los deudos.
Los familiares se sienten parias de Argentina, dijo Susevich, y se preguntó qué intereses políticos y diplomáticos estuvieron detrás del ataque.
Desde hace 13 años los nuestros son días de dolor, pero para esta fecha nuestro calvario se agiganta y toma la forma de preguntas: ¿Quiénes lo hicieron? ¿Quiénes son los encubridores? ¿Cuál fue la razón?, cuestionó Susevich. La respuesta es aún un largo y lamentable silencio, añadió..
No obstante, Susevich reconoció que tras reiteradas decepciones causadas por autoridades políticas, legislativas y judiciales, Kirchner dio muestras de un fuerte compromiso para resolver el caso tomando decisiones que otros desestimaron, y destacó la creación de la Unidad Especial de Investigación del atentado a la AMIA.
Susevich cree que el titular de esa repartición, Alejandro Rúa, está rodeado de excelentes profesionales que están realizando una minuciosa y exhaustiva tarea de investigación del atentado a la mutual, y confió en que encuentren seguras conexiones con el ataque a la embajada de Israel.
Lo valoramos con promisoria esperanza, subrayó refiriéndose a esos trabajos que se realizan en el ámbito del Ministerio de Justicia y que apuntan a esclarecer los dos atentados.
También el embajador de Israel en Argentina, Rafael Eldad, quien era agregado cultural israelí cuando se cometió el atentado, mencionó algunos hechos auspiciosos, no relacionados directamente con el ataque a la sede diplomática, sino al de la AMIA.
Eldad se refirió a la apertura y entrega de archivos secretos de la Secretaría de Inteligencia del Estado a la unidad fiscal, un gesto que el diplomático consideró como un progreso sustancial para el esclarecimiento del crimen.
También consideró un giro interesante la decisión sin precedentes del gobierno argentino de asumir este mes ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA (Organización de Estados Americanos) la culpabilidad del Estado por las maniobras que dilataron la investigación del atentado a la entidad judía.
Confío en las palabras del canciller Bielsa y espero que el nuevo equipo de investigación encuentre resultados concretos sobre los dos atentados, comentó el embajador a un grupo de periodistas, una vez finalizado el acto de homenaje al que asistieron muchos familiares con pancartas.
Los carteles culpaban al ex presidente Carlos Menem (1989-1999) por permitir que pusieran las bombas, y por ayudar a que no se encuentre a los culpables, y señalaban a sus sucesores Fernando de la Rúa (1999-2001) y Eduardo Duhalde —quien completó el mandato del segundo (2002-2003)— de ser cómplices de los terroristas.
Los familiares también criticaron a la dirigencia de la comunidad judía argentina y a los servicios de seguridad. ¿Y Kirchner? ¿Qué va a hacer?, interrogaban los carteles sobre el actual presidente.
En gobierno estuvo representado en el homenaje por Bielsa y por la esposa del mandatario, la senadora Cristina Fernández.
La legisladora tuvo una labor destacada en la comisión bicameral de investigación de los atentados, desde donde señaló encubrimientos políticos y judiciales. Y fue una de las primeras voces oficiales en denunciar irregularidades en la tarea del suspendido juez federal Juan José Galeano, a cargo de la causa AMIA.
El actual presidente de la entidad judía, Abraham Kaul, dijo que la Suprema Corte jamás investigó nada sobre el crimen contra la embajada, y sostuvo que la Unidad Fiscal debería vincular los dos ataques que, a su juicio, tienen muchos puntos en común.
No hay dudas de que los autores fueron los mismos, que los dos ataques ocurrieron durante el mismo gobierno, y hay pistas que señalan a Hizbolá y a Irán en los dos atentados, finalizó.
Kaul destacó la metáfora utilizada por el embajador de Israel, quien sostuvo que en el judaísmo los 13 años marcan el ingreso a la adultez, y pidió al gobierno de Kirchner asumir la madurez y abocarse al esclarecimiento definitivo del caso. (
