MÉXICO: Izquierda aceita su desgastada maquinaria

La izquierda de México, herida por divisiones y pérdida de espacios, recibió un poderoso bálsamo al ganar dos gobernaciones, una de ellas la de Guerrero, tradicional bastión del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y cuna de altos índices de pobreza y violencia.

”Estamos tomando impulso y vamos hacia la presidencia” en 2006, dijo a IPS Leonel Godoy, presidente del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), cuyos candidatos a gobernador triunfaron en la víspera en el septentrional estado de Guerrero y en el noroccidental de Baja California Sur.

El PRD es la tercera fuerza política del país y tiene en sus filas al potencial candidato presidencial de más alta aceptación del momento según encuestas, el alcalde de la capital mexicana, Andrés López Obrador, pese a sus divisiones y recientes escándalos por denuncias de corrupción.

”Más allá del ruido mediático, el PRD está unido y así seguirᔠhacia las elecciones presidenciales de 2006, afirmó Godoy.

También el domingo acudieron a elegir gobernador los votantes de Quintana Roo, estado de las costas del Caribe mexicano, donde se alzó con el triunfo el PRI, según lo indicaron este lunes los resultados oficiales preliminares.

Para el Partido Acción Nacional (PAN), al que pertenece el presidente de México, Vicente Fox, no fue una buena jornada, pues quedó relegado al tercer lugar.

No obstante, a nivel nacional la posición de las fuerzas no se modificó, pues la mayoría de las 31 gobernaciones del país siguen aún en manos del PRI, seguido del PAN y finalmente el PRD, que gobierna además la ciudad de México.

Aunque se mantiene como la primera fuerza nacional, perder Guerrero fue un duro golpe para el PRI, que gobernó México de 1929 a 2000, y especialmente para su presidente nacional partidario, Roberto Madrazo, quien aspira a ser candidato a suceder a Fox, pues ese estado era considerado uno de sus bastiones. Además, las encuestas previas no indicaban una posible derrota.

A su vez, Baja California Sur ya era gobernado por el PRD antes de los comicios del domingo y Quintana Roo, donde está el conocido balneario de Cancún, lo es por el PRI. Las encuestas previas, refrendadas por los resultados oficiales, indicaban que ambas jurisdicciones serían retenidas por los candidatos de esos partidos, lo que finalmente sucedió.

Según declaró este lunes López Obrador, quien comanda las encuestas que miden a los potenciales candidatos a la presidencia el año próximo, los triunfos de su partido fueron contundentes, pero destacó como ”el más importante” el de Guerrero, pues se trata de uno de los estados más pobres del país.

Guerrero, con más de 3,1 millones de los 102 millones de habitantes del país, tiene a 44 por ciento de esa población radicada en zonas rurales, y además existen altos índices de violencia y pobreza. En ese estado surgieron a mediados de los años 60 grupos guerrilleros y hubo varias matanzas de campesinos opositores al PRI.

El triunfo en Guerrero ”va más allá de la política. Tiene que ver con la historia y la justicia para el pobre”, expresó López Obrador.

En las filas del PRD, partido fundado en 1989 por políticos que se separaron del PRI y por fuerzas que van desde comunistas hasta socialdemócratas, los resultados del domingo llegaron como una medicina.

”El triunfo del domingo es lo mejor que le podía pasar al PRD, pues aunque tienen un candidato que brilla, sus estructuras crujen de obsoletas y hay profunda división interna”, señaló a IPS la consultora política Selene Martínez.

Un análisis interno de ese partido, conocido el año pasado, afirma que el PRD vive un ”desorden estructural” y está ahogado en ”prácticas antidemocráticas”.

”Se ha mermado el prestigio del partido ante la sociedad y se ha perdido la confianza de muchos simpatizantes y miembros”, por lo que el ”modelo actual del PRD está agotado”, reconoce ese estudio.

Ese partido izquierdista afrontó duros momentos el año pasado, cuando algunos de sus integrantes fueron inculpados de haberse involucrado con el empresario de origen argentino Carlos Ahumada para realizar actos de corrupción.

Debido a ello, Rosario Robles, ex presidenta del PRD, y Raúl Sosamontes, ex secretario de Alianzas de su Comité Ejecutivo Nacional, renunciaron a su afiliación.

Además, René Bejarano, ex secretario particular de López Obrador, fue encarcelado tras acreditarse plenamente que recibió dinero de Ahumada, quien también está detenido.

En ese marco, su líder histórico, Cuauhtémoc Cárdenas, anunció en enero que intentará ser por cuarta vez consecutiva desde 1988 el candidato presidencial del PRD, y que para conseguirlo no teme enfrentarse al popular alcalde de la capital.

Ninguno de los partidos políticos de México ha definido aún los mecanismos que usará para escoger a su candidato presidencial, pero ya hay varios interesados en ocupar esas posiciones y suceder a Fox.

Según las encuestas, si las elecciones presidenciales fuera ahora ganaría López Obrador. Pero ese funcionario aún no ha dicho si aceptará ser candidato, aunque los observadores lo dan por hecho.

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