La decisión de la Unión Europea (UE) de retomar el diálogo con el gobierno de Cuba es vista con suspicacia y escepticismo por algunos sectores disidentes de este país, pese a que el bloque asegura intensificará sus relaciones con la oposición cubana interna.
Las puertas de la UE nunca se cerraron para los opositores y tampoco se cerrarán ahora, dijo a IPS en La Habana una fuente diplomática del bloque europeo, que no quiso identificarse.
La UE anunció este lunes en Bruselas la suspensión temporal de las sanciones diplomáticas aplicadas en junio de 2003 contra La Habana a raíz del encarcelamiento de 75 disidentes cubanos en marzo y abril de ese año.
El ministro de Relaciones Exteriores de Luxemburgo, Jean Asselborn, (cuyo país ejerce este semestre la presidencia del bloque de 25 naciones) dijo que el acuerdo fue a raíz de la excarcelación de 14 de esos prisioneros, condenados a severas penas bajo cargo de conspirar con diplomáticos estadounidenses para desestabilizar al país.
Las sanciones suspendidas incluyen la restricción de visitas oficiales de alto nivel a Cuba, la reducción de la participación europea en los actos culturales en este país isleño y la invitación a representantes de la oposición cubana a las fiestas nacionales de las embajadas de la UE en La Habana.
Esta última medida fue la que mayor irritación causó al gobierno de Fidel Castro que, en respuesta, congeló todo contacto con los embajadores europeos. Y hasta funcionarios de menor jerarquía y periodistas cubanos se abstuvieron de asistir a las recepciones del bloque.
Ahora, al cancelar las invitaciones a disidentes cubanos, Bruselas decide celebrar las fiestas nacionales sólo en compañía del cuerpo diplomático acreditado y los ciudadanos del bloque, hecho que no parece molestar a las autoridades cubanas.
La tensión entre la UE y el régimen cubano comenzó a desbloquearse cuando el 10 de enero el canciller Felipe Pérez Roque anunció el restablecimiento de contactos oficiales con todos los países de la UE con oficinas en La Habana.
El ministro adjudicó la normalización diplomática a la respetuosa solicitud de los gobiernos de Luxemburgo, España y Bélgica, así como del comisario de Desarrollo y Ayuda Humanitaria de la UE, Louis Michel.
Medios diplomáticos europeos ven con agrado la etapa que se abre hasta junio, cuando Bruselas evaluará el período, dado que la cancelación de las medidas es sólo temporal.
En junio se evalúa la eficacia de las disposiciones y la posición común que desde 1996 pide a La Habana cambios democráticos, dijo la fuente de la UE, porque la presidencia ha sido clara en su anuncio.
En su opinión, la decisión de la UE significa oxígeno para todo el mundo, y lo más importante de la etapa que se inicia es la posibilidad de diálogo con las autoridades cubanas para la búsqueda de soluciones, pues aún hay personas encarceladas.
Sin embargo, medios opositores reaccionaron con escepticismo. Ojalá tengan éxito quienes impulsan estos cambios (de posturas), que si no conducen a resultados visibles y prácticos en materia de derechos humanos, los europeos están en riesgo de una 'capitulación' ante el gobierno cubano, dijo el disidente Elizardo Sánchez.
A juicio de Sánchez, presidente de la proscripta Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, lo más preocupante es la asimetría de este proceso, que podría conducir a Bruselas a un 'fiasco político', en el cual el gobierno cubano sería el único ganador.
Opositores de corrientes cercanas a la socialdemocracia consideran muy positiva la normalización de las relaciones entre La Habana y Bruselas, pues abre un contexto de racionalidad política que permitirá a la UE ejercer una influencia favorable en materia de derechos humanos y democratización.
Manuel Cuesta Morúa, portavoz de Arco Progresista, integrado por pequeñas agrupaciones de corte moderado, consideró que en las nuevas circunstancias está claro que se mantendrá un alto nivel de contacto con la UE, a partir de encuentros periódicos con representantes de la oposición
Para Laura Pollán, esposa del opositor Héctor Maseda, uno de los 75 disidentes que aún guarda prisión, el descongelamiento de las relaciones entre La Habana y Bruselas puede facilitar las gestiones encaminadas a obtener la liberación de los encarcelados.
Visitamos varias embajadas europeas y en todas nos manifestaron que las puertas continúan abiertas para nosotros y que la reanudación de contactos oficiales con las autoridades cubanas les brinda la posibilidad de plantear nuestros casos, dijo Pollán.
Pollán es una de las más activas Damas de Blanco, grupo de esposas de los disidentes encarcelados, invitadas regularmente a las recepciones oficiales de países europeos.
Las Damas de Blanco no tenemos matiz político ni religioso. Lo que nos interesa es la situación de nuestros esposos y ellos (los diplomáticos europeos) nos plantean que la nueva etapa será más favorable, dijo Pollán a IPS.